—La Semilla Primordial —se detuvo inmediatamente después de decir eso, observándome con ojos atentos e inmóviles. Podía oír su corazón latiendo, el susurro de la hierba y las hojas, el soplido del viento e incluso los débiles murmullos de algún lugar lejano.
Pero no el sonido de su respiración.
Las palmas en mis mejillas estaban ligeramente más frías, indicándome que estaba verdaderamente nervioso cuando pronunció esas palabras, que nunca había escuchado antes.
Y por eso estaba confundida. —Umm... ¿qué es... una Semilla Primordial?
Durante unos segundos, Natha estuvo completamente inmóvil. No estaba segura de si podía oír su corazón latir. Pero seguro que no respiraba. Y luego sus ojos comenzaron a temblar, y los dedos sobre mis mejillas temblaron levemente. Abrió la boca, pero todo lo que pude oír fue el sonido suave de una respiración entrecortada, como si acabara de salir a la superficie después de casi ahogarse.
