Neil le dijo inmediatamente a Haru que también estaba buscando a Hannah y Reina, agregando una mentira piadosa para subrayar la urgencia de su búsqueda.
—Haru, Hannah está involucrada en un juicio, y debe probar su inocencia. De lo contrario, el cliente solicitará una orden de búsqueda transnacional —explicó Neil.
Haru, ansioso al oír esto, asintió rápidamente. —Está bien, mañana, juntos.
Los cuatro se dirigieron al hotel del pueblo. En el camino, notaron que dos otros autos los seguían, con Irene, Jace y otros dentro. Neil frunció el ceño, inseguro de qué estaban planeando.
Kendall apoyó sus brazos en la ventana del auto, sus pupilas negras brillaban con una luz fría. Sería mejor si estas personas no interfirieran con sus acciones. Michael, aparentemente imperturbable, cerró los ojos y fingió dormir.