Kendall no esperaba encontrarse con Michael tan pronto como salió.
Asintió, su voz serena y clara:
—Sí.
Ella optó por no decir más, no queriendo arrastrar a Michael a las complejidades del caso.
—¿Planeas divertirte? Si es así, te recomiendo visitar... —Michael comenzó a presentar dos atracciones interesantes. Kendall escuchaba en silencio, sin interrumpir. Recordaba que uno de los mayores pasatiempos del joven maestro de la familia Carson era viajar.
Por su amor a la aventura, en una ocasión se había encontrado en una situación que amenazaba su vida.
Parecía que esa historia era cierta.
Después de que Michael terminó su introducción, ella respondió:
—De acuerdo, tomaré nota y las visitaré cuando tenga tiempo.
Pero Kendall no sabía que el verdadero Michael había muerto durante esa peligrosa aventura.
El Michael que ella conocía ahora era uno de sus pocos amigos, quien había asumido su identidad.