La descripción de Mel hizo que Kendall frunciera el ceño ligeramente. —Ya no soy un pájaro enjaulado.
—¿No lo es? —replicó Mel—. Si no, ¿por qué te comprometes voluntariamente con un hombre, cantas, bailas, pintas y corres, vas a la escuela con jóvenes famosos y actúas con directores idolatrados, aunque tienes grandes habilidades?
Mel pensaba que Kendall debería elevarse hacia el cielo, en lugar de vivir como la llamada primera dama de una familia adinerada.
Kendall pensó por un momento, frunciendo el ceño. —No creo estar comprometida con nadie. Lo amo. Me siento relajada y feliz con él, por eso estoy con él. En segundo lugar, he estado haciendo lo que quiero hacer, no soy un canario enjaulado.
Ella ha estado luchando por la resurrección de Wuchen y por su familia y amigos. No cantaba, bailaba o hacía películas solo por el gusto de cantar, bailar o hacer películas. Todo lo que hizo tuvo significado y fue necesario.
