Elsa lucha por su hija Jenny desde el fondo de su corazón.
Jenny la escuchó sin mostrar emoción alguna en su rostro.
—¡Jenny, vamos, mamá te llevará a conocerlos! —Elsa se iba enfureciendo más y más al pensarlo, y la siguió hasta la sala de té en el segundo piso.
Richard entró con Kendall y Malina.
En la silla imperial del interior, una anciana de cabello plateado estaba recostada. Cerró los ojos y fingió dormir. Estaba cubierta con una manta, y la sirvienta le estaba dando masajes en las piernas.
En el televisor frente a las dos, salía el drama.
—Mamá, la tercera hermana y la hija de la tercera hermana han vuelto —Richard le dio una palmadita suave a la anciana en el hombro.
La anciana abrió los ojos de repente, se enderezó y giró la cabeza para mirar en dirección a Kendall y Malina.
—¡River! —La anciana gritó.
—¡Mamá! —Malina se lanzó a los brazos de la anciana.