—¡El número 5 es demasiado poderoso! ¡Esta es una habilidad que solo se atreven a hacer los jugadores profesionales! ¡Se lanzó a la carrera! —El tono del comentarista masculino estaba lleno de incredulidad y admiración, su voz resonando a través del estadio. La multitud zumbaba de emoción y anticipación.
Los números 3 y 4 estaban igualmente asombrados. Solo podían observar como el coche de Kendall desaparecía en el espejo retrovisor, sus luces traseras brillando como un faro de desafío. El personal los escoltó rápidamente fuera de la pista, su descalificación era inevitable.
En el auditorio repleto, susurros y murmullos comenzaron a circular entre los espectadores. Muchos habían empezado a juntar las piezas del argumento subyacente de la carrera.
—El juego de esta noche parece sospechoso. ¿Estos hombres están deliberadamente apuntando a una mujer? —se preguntó en voz alta un espectador preocupado.