Kendall sacude la mandíbula de Gloria.
Esta acción es desdeñosa, como arrojar un desperdicio inútil.
La cabeza de Gloria fue lanzada hacia un lado, su desordenado cabello cubrió la mitad de su rostro.
Estaba tranquilo a su alrededor, y nadie se atrevía a interrumpir.
Kendall entrecerró los ojos, pasó por al lado de Gloria y Austin y planeó volver a la clase siete.
—Aunque hayas grabado el sonido, ¿y qué? —Gloria rompió el silencio. Se soltó de los brazos de Austin y avanzó dos pasos.
—¡Es el hecho de que un hombre la cuida! —La imagen de diosa que tanto esfuerzo le costó estaba arruinada por Kendall. ¡Pero Kendall tampoco está mucho mejor! No importa cuán maquinadora sea, ¡Gloria no es tan barata como para querer vender su cuerpo! Observó la espalda de Kendall, anhelando que Kendall se detuviera y mostrara la misma expresión avergonzada que ella. Pero Kendall la ignoró y desapareció entre los árboles.
Adrian dio el castigo con voz fría: