La prometida de Elvis huyó, y varios amigos en la casa guardaron silencio por un momento.
—Adrian habló primero, regodeándose —Parece que vas a aparecer en los titulares de la sección de entretenimiento otra vez.
—Hera también levantó las cejas —Parece que vas a ser de nuevo el chiste del círculo.
—Está bien hacerlos reír, para no reír después. Sal, ¿todavía quieres pelear? —preguntó Elvis.
—Para ya, mi esposa empieza la escuela mañana y necesita irse a la cama temprano —Damien acercó la naranja pelada a los labios de Kendall.
Kendall abrió la boca para comérsela, la dulce carne hizo que entrecerrara los ojos.
Los ojos de Damien se oscurecieron.
Tan linda.
Quería llevarla a la cama para luchar. De regreso en el coche en la mansión, Kendall preguntó al guapo hombre que la sostenía —Parece que no te sientes triste ni lamentas por Elvis en absoluto.
—Elvis no tiene relación con su prometida —Damien le respondió a Kendall sobre Elvis.