Hill llegó a casa tarareando una melodía, con la cerveza que acababa de comprar en su mano. De camino a casa, Geen había depositado cinco millones en su tarjeta. Esta sensación era muy refrescante. Solo imagina: una persona no necesita trabajar, estudiar o mirar la cara de nadie. Con solo abrir su boca, puede conseguir dinero que muchas personas no pueden ganar en toda su vida. ¿Quién estaría molesto por esto?
Estaba muy agradecido por su elección original. Efectivamente, fue acertado chantajear a Geen con el video. —¡Oye, encuentra algunas chicas esta noche! —Hill cerró la puerta y se frotó las manos emocionado.
Al segundo siguiente, la parte posterior de su cabeza fue presionada contra una pieza fría de hardware. Kendall apareció detrás de él, sosteniendo una pistola en su mano derecha, y dijo con calma:
—La premisa es que puedas sobrevivir esta noche.
