A la mañana siguiente, Ryoma habla por un aparato con Willian y Ahora. Estos le explican la situación y sin omitir el suceso de la niebla, por lo que el capitán opta por hacerlos volver ya que considera importante que estén todos los miembros presentes para hablar sobre ello.
El hecho de que un suceso así se ubique en una estructura dentro de Chiba no es para menos.
De regreso a su oficina, descansa en el escritorio pilas y pilas de documentos que, aunque fuera un mundo apocalíptico con caníbales hambrientos rondando por el mundo en masivas hordas, no deja de ser algo humano el continuar con lo que él considera como "basura burocrática":
-Cielos santo, tenemos que proteger diferentes territorios, no sirve de nada rellenar papeles. -se queja el capitán mientras bebe un poco de café para contener su ansiedad y acabarse toda una botella de ron al lado de la silla.
-Deja de quejarte...-dice Kenzo con vos temblorosa y realizando la misma actividad estresante que su amigo y líder.
-Mírate tú mismo. Es evidente que tampoco te agrada esto. -se burla del espadachín.
-Lo odio tanto que cortaría con mí espada estás hojas de mierda. -responde molesto.
-Aun así y mal que nos pese tenemos que hacerlo.
-¿Vas a decirles también sobre lo de Ibaraki?
-No sabemos si nos darán el permiso. Solo esperemos.
-Waku llamó demasiado temprano para avisar sobre que ya hay un veredicto. ¿No dijo nada más o algún indicio siquiera?
-Solo hay que esperar a que nos vuelva a llamar y...
El aparato para comunicaciones clandestinas suena interrumpiendo a Ryoma. Ambos oficiales se miran entre sí y tragando saliva por los nervios, Ryoma contesta a la llamada:
-Aquí el capitán Ryoma de la Shield Force. ¿Quién es?
-Capitán Ryoma, que bueno que es usted. Soy el funcionario Waku Watanabe con noticias sobre su petición.
-Ya era hora. -dice Kenzo sin importarle que pueda ser escuchado por el funcionario.
-Qué bueno escucharlo. -responde Ryoma.
-Dejemos las formalidades capitán. Fue difícil pero los funcionarios opositores están de acuerdo de que la Shield Force se movilice independiente hacia Ibaraki para la misión de investigación.
-Esas son grandes noticias. Le agradecemos mucho esto.
-Recierde, capitán, que los políticos son cautos y seguramente en su regreso hacia Neo Tokyo les vayan a imponer misión más complejas y peligrosas.
-¿Hay alguna noticia sobre mí otra petición?
-¿La de que regrese el resto del equipo? De eso me ocupo yo sin que estos estúpidos burócratas se entrometan.
-Te lo agradezco.
-No tienes que agradecer. Es lo menos que puedo hacer por el hombre que rescató a mí hijo pequeño de esos infectados, pero recuerda, no será para siempre esto. Piensa en que hacer para acomodarse a la ciudad o escapar. Neo Tokyo se ha podrido con el tiempo. Créeme, no sé hasta qué punto vale la pena mantenerse fiel.
-Lo tendré en mente. De nuevo te agradezco lo que hiciste.
Después de eso, la comunicación se corta y Ryoma suspira, luego camina hacia la puerta y golpea la frente contra la pared y suspira agotado:
-Dijo eso, pero ¿Para qué es funcionario entonces? Si tanto aborrece a Neo Tokyo y los políticos entonces lo mejor es vivir en el anonimato. -murmura Ryoma.
-De nuevo estás dudando Ryoma.-dice Kenzo.
-Lo sé, pero es como si lentamente vamos perdiendo el apoyo de lo que alguna vez creímos.
-Ese es el precio que pagamos por ser la Shield Force y defender a los civiles. No malgaste tu tiempo y energía en pensar cosas innecesarias. -se pone de pie y deja las cosas a medio terminar-Me cansé de rellenar está porquería. Voy a entrenar con mí espada. No quiero que le interrumpa nadie.
-Si, sí. Cómo sea, al menos tenemos dos buenas noticias.
Unas horas más tarde, Teressa conversa con Ryoma en el muelle de la base sobre la idea de ir a Ibaraki. Idea por la que Teressa no se siente muy cómoda, esto debido a que perderán el eje principal en proteger a Neo Tokyo.
Teressa se molesta bastante con la actitud de Ryoma por querer alejarse tanto de la prefectura de Chiba por una simple corazonada, pero desde su punto de vista tienen que defender la zona:
-¡Entiende que si nos alejamos solo vamos a dejarle servida la ciudad en bandeja de plata a los infectados!
-¡No sabemos si él es el culpable por eso tenemos que ir más allá porque los políticos nunca abandonaran Chiba!
-¡Por amor de dios Ryoma, deja de ser tan testarudo y piensa en que tendremos que abandonar incluso a la base.
-¡Eso ya lo sé!-se molesta y golpea con fuerza una caja, la cual pulveriza solo con su puño desnudo.
Teressa cuestiona una vez más a su amigo y capitán, aunque eso lleve a no hablarse por un tiempo:
-He perdido a muchas personas en mí vida, familia, amigos, y eso me ha hecho recapacitar sobre los peligros de abandonarlo todo por una simple corazonada.
-¿Es demasiado pedirte que confíes en mí?
-Siempre lo hice y lo seguiré haciendo, pero esto no debe justificar que tengamos que arriesgarnos.
-Confia una vez más. Si tengo razón y con todo el equipo completo podremos hacer lo mejor para acabar con lo que se comenzó hace tiempo.
-¿Y si no es como dices?
Ryoma guarda un momento de silencio, incapaz de decir algo hasta que involuntariamente deja escapar:
-Renunciare a la Shield Force y me entregaré a la justicia de Neo Tokyo.
-¡No lo permitiré, ni yo ni los demás!
-Ese mí decisión.
Ryoma regresa a su caótica oficina a la espera por la llegada de los dos cabos. Mientras se reorganiza para dejar las cosas en orden, pues no es un viaje muy largo y aún así no saben cuánto tiempo los llevara completarla.
Teressa, por su parte, camina apurada hacia su habitación con mucho enojo. Entra girando la perilla y cierra de un violento portazo la puerta, para luego echarse a la cama. Se aferra a una de sus almohadas y murmura el nombre de Ryoma, insultándolo.
Entre lágrimas, desliza su mano hasta su entrepierna y agitada por excitación dice:
-Ryoma...haaaa...haaaa...eres un tonto...