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Chapter 7 - El Vacío Interior

Tras la intensa batalla y el sacrificio que implicó derrotar a la sombra, Akira se encontraba sumido en una profunda melancolía. La parte de él que había absorbido la oscuridad había dejado un vacío en su interior, una sensación de incompletitud que lo atormentaba. A pesar de haber salvado al reino, Akira no se sentía victorioso.

Su compañero, aunque comprensivo, no podía llenar el vacío que sentía Akira. Cada uno lidiaba con sus propias heridas y traumas, pero no había experimentado una pérdida tan profunda.

Mientras tanto, el reino comenzaba a reconstruirse. Las ciudades devastadas se levantaban de nuevo, y los corazones de los habitantes volvían a llenarse de esperanza. Sin embargo, una nueva amenaza se cernía sobre ellos.

Se descubrió que la sombra, aunque debilitada, no había sido completamente destruida. Una parte de ella había logrado escapar y se había refugiado en las profundidades de la tierra, donde estaba mutando y creciendo en fuerza.

Akira, sintiendo una responsabilidad hacia el mundo que había jurado proteger, decidió enfrentar esta nueva amenaza. Acompañado por su leal amigo, se adentró en las profundidades de la tierra, en busca del corazón remanente de la sombra.

El viaje fue largo y peligroso. Tuvieron que atravesar cavernas llenas de criaturas mutantes, resolver enigmas antiguos y enfrentar sus propios miedos. Akira, especialmente, se enfrentaba a sus demonios internos, tratando de recuperar la parte de sí mismo que había perdido.

La Descensión

Las paredes de la caverna eran húmedas y resbaladizas, cubiertas de extrañas formaciones cristalinas que brillaban con una luz fantasmal. El aire era pesado y olía a azufre, y el eco de sus pasos resonaba en la inmensa oscuridad. Cada sombra proyectada en la pared parecía cobrar vida, atormentando a Akira con visiones de su pasado.

En un momento, el suelo se abrió bajo sus pies, revelando un abismo sin fondo. Un puente de piedra precaria se extendía sobre el vacío, balanceándose peligrosamente. Akira, con un nudo en el estómago, fue el primero en cruzar. A mitad de camino, el puente comenzó a desmoronarse, y tuvo que saltar de una piedra a otra para evitar caer al abismo.

Al otro lado, encontraron una antigua puerta de metal, adornada con símbolos que no reconocían. Akira, concentrando toda su energía, logró abrir la puerta. Detrás, una cámara subterránea se extendía ante ellos, iluminada por una tenue luz que emanaba de un cristal gigante en el centro de la sala.

El Corazón de la Sombra

El cristal pulsaba con una energía oscura, corrompida. A su alrededor, criaturas deformes se retorcían y gemían, alimentándose de su poder. Akira se dio cuenta de que este era el corazón de la sombra, más poderoso y peligroso que nunca.

La batalla que siguió fue la más difícil de todas. Las criaturas oscuras atacaban desde todas direcciones, mientras Akira y su amigo luchaban por protegerse. El corazón de la sombra lanzaba rayos de energía oscura que perforaban el suelo y las paredes. Akira, herido y cansado, se aferraba al Corazón del Mundo, tratando de canalizar su poder para derrotar a su enemigo.

En un momento de desesperación, Akira recordó las palabras del antiguo sabio: "La oscuridad solo puede ser vencida con la luz". Cerrando los ojos, se concentró en la luz que aún quedaba dentro de él. Con un último esfuerzo, lanzó un rayo de luz cegadora hacia el corazón de la sombra.

El Sacrificio Final

La luz y la oscuridad chocaron en una explosión de energía que sacudió la cámara. Cuando el polvo se asentó, el corazón de la sombra había desaparecido, pero también una parte de Akira. El vacío en su interior se había hecho aún más grande.

Agotados pero victoriosos, Akira y su compañero salieron de la caverna. El mundo arriba estaba bañado por la luz del sol, y el canto de los pájaros llenaba el aire. Pero al mirar hacia el cielo, Akira no pudo evitar la sensación de vacío.