Esta chica se encuentra recogiendo plantas, cuando una fuerte brisa hace que las plantas de su mano salgan volando, en un instante, el chico se levanta y salta sobre el agua a gran velocidad recogiendo todas las plantas que se había llevado el viento, y colocándose detrás de la chica.
"Creo que esto es tuyo" Dice el chico mientras sonríe con alegría y le entrega las plantas a la chica.
"Si… Gracias" Contesta la chica secamente mientras observa al chico, haciendo que el chico se percate de las grandes ojeras que tiene la chica en su único ojo visible, ya que el ojo derecho se encuentra tapado por el pelo.
"¿Que haces recogiendo plantas aquí? Nunca te había visto antes"
"Es para medicina" Contesta la chica mientras sigue agarrando plantas.
"Ya veo, eres médica entonces"
"Más o menos"
La chica termina de recoger las plantas y se aleja del río caminando.
"Me interesa la medicina, ¿te importa si te echo una mano?" Pregunta el chico siguiendo a esta.
"Haz lo que quieras"
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Después de un rato caminando, llegan a una pequeña choza situada en lo alto de una montaña, apartada de un pequeño pueblo que se observa bajo la montaña.
"¿Vives aquí?" Pregunta el chico.
"Si"
"¿Puedo saber cómo te llamas?"
"Suzy Das"
"No eres una chica de muchas palabras he"
Unos golpes a la puerta interrumpen la conversación y el chico se dirige a abrir la puerta.
"¿Te puedo ayudar en algo?" Pregunta el chico.
Tras el otro lado de la puerta se encuentra un hombre mayor junto a un niño.
"Quiero ver a la curandera Suzy, mi abuelo está muy enfermo" Comenta el niño.
"¿Curandera Suzy?"
"Podéis pasar" Dice Suzy desde el interior de la casa.
Una vez dentro, el abuelo se tumba en una camilla y mientras que el chico y el niño observan, Suzy coloca su palma de la mano en la frente del abuelo y partículas verdes del aire comienzan a condensarse en la palma de su mano, generando un vapor.
"Ya hemos terminado" Comenta Suzy.
"Muchas gracias gran curandera Suzy, me encuentro mucho mejor" Dice el abuelo mientras se pone en pie y se dirige con el niño para salir de la casa.
"¿Que ha sido eso que acaba de pasar?" Pregunta el chico sorprendido.
Suzy comienza a toser con fuerza y perder fuerza en sus pierna, casi cayendo al suelo, pero gracias a que el chico reacciono rápido y pudo agarrarla antes de que cayera.
"¿¡Te encuentras bien!?" Pregunta el chico asustado.
"Estoy bien… Es culpa de mi maldición" Comenta la chica sin fuerzas.
"¿Maldición?" Pregunta el chico extrañado.
"Deja que me recupere un poco y ahora te explico"
Tras pasar un rato, la chica se encuentra tumbada en la cama tapada y el chico de pie observando a esta.
"Tengo una maldicion que me permite curar cualquier enfermedad que tenga una persona, a cambio de mi tiempo de vida"
El chico simplemente no responde y observa a esta con una cara de enfado y seriedad al mismo tiempo.
"¿Y las medicinas que estabas recogiendo?" Pregunta el chico nervioso.
"Son para mi, para poder seguir en pie"
¿¡Cuánto tiempo llevas curando a la gente de este pueblo!?"
"Unos 20 años… Desde que era una niña prácticamente"
"Alguien del pueblo puede salvarte, ¿Verdad?"
"No hay cura para el tiempo de vida, y creo que todo este tiempo ya está llegando a su fin"
"Estoy seguro que algo se puede hacer para romper la maldición o algo, estoy seguro de que hay algo… Dejame ir al pueblo, vuelvo enseguida"
"Espera…"
"¿Qué pasa?"
"Ni siquiera sé tu nombre y tu no sabes nada de mi, ¿Por que quieres ayudarme?"