En un gran bosque una mujer rubia y alta ojos azules, vestida con camisa de mangas largar y pantalones, hechos de una tela gruesa y resistente, con una bolsa amarrada en la cintura hecha de piel de algún animal. Un cuchillo enfundado en mismo lado.
Mientras camina lleva en sus brazos varios tiros de madera, se dirige hacia su casa, una cabaña hecha con grandes troncos, un poco raída, pero un cálido hogar.
Después de entrar deja la madera cerca de una fogata que está en medio de la casa, hay gran cama, solo que en lugar de suaves sábanas tiene gruesos pelajes de piel de alguna criatura.
Escucha ruidos afuera, pensando que su esposo regreso sale a su encuentro.
Afuera con pasos pesados un hombre avanza hacia su hogar, es muy alto 2 metros quizás, un cuerpo musculoso sin gramo de grasa, vestía unos gruesos pantalones una pequeña bolsa de piel amarrado a su cintura en cuchillo enfundado, tienes los brazos envueltos en vendas hasta los codos,lleva una hombreras que solo protege sus pectorales, dejando el resto de su torso al descubierto.
El hombre sobre sus hombros cargaba un gran ciervo, signo del éxito de la cacería, al ver a su esposa en la entrada de su casa, su eterno seño fruncido se suaviza.
"Faye" dice con su grave y profunda voz
"Kratos, la caza fue bien, vamos a preparar al ciervo" la voz de Faye calma siempre a Kratos.
Después de preparar al ciervo en el transcurso del día y sacar las partes útiles. Esa noche después de cenar, estaban junto a la fogata dentro de la cabaña.
Estos momentos de esta vida pacífica son valiosos para kratos, desde crecer en esparta, ser separado de su hermano Deimos a tan temprano edad fue doloroso, después de eso todo fue solo entrenamiento, peleas, luchar, disciplina, hasta que se convirtió en un gran general, con la gran ambición de llevar el nombre de esparta a todas partes, esa ambición lo llevó a casi morir a manos del ejército de bárbaros, y luego en desesperación y a cambio de poder terminó vendiendo su alma a Arés el dios de la guerra, después todo se fue cuesta abajo, engañado su esposa e hija terminaron muriendo por sus manos, todos lo que siguió fue dolor desesperación, solo ira y deseos de venganza, aun después de matar a Arés, volverse un dios no le trajo paz, todo lo que descubrío fue solo más mentiras y engaños por parte de los demás dioses.
Solo siguió más ira y venganza, mató a su padre Zeús rey de los dioses, y a cuento dios, criatura, mortal, que se interpusieron en su paso, solo dejó destrucción a su camino, todo lo quedó fue el mundo en ruinas, y no podía ni acabar con su propia vida para terminar su tormento, pues cada vez que lo intento simplemente despertaba un tiempo después totalmente recuperado.
Asi jamás pensó que llegaría a encontrar amor otra vez, aquí con Faye, aunque ella conoce todas las atrocidades que realizo, aún así lo recibió y han vivido en este bosque varías años, tranquilo y pacífico.
"Amor no creo que podamos entrenar estos dias" dice Faye sacándolo de sus pensamientos.
"Umm, esta bien podemos hacerlo otro dia" dice kratos tranquilamente mientras arroja madera al fuego.
" Kratos mirame" Faye dice seriamente
Ahora con toda su atención sobre ella Faye le dice con una tierna sonrisa
"Estoy embarazada "