Kael y Jax se separaron al llegar al edificio principal de la Academia Lumina. Jax, que siempre estaba lleno de energía, se despidió con un gesto rápido y se dirigió hacia su propia clase. Kael, en cambio, avanzó hacia su aula en silencio, sumido en sus pensamientos.
"¿Ahora que hago?", se preguntó mientras caminaba por los pasillos. La luz del sol entraba por las grandes ventanas del pasillo, pero él apenas la notaba, sumido en sus pensamientos acepto que había vuelto en el tiempo. Lentamente fue integrándose al entorno recordando a Jax, la academia lumina, si, es cuando tenía 17 años, no quedaba mas que un dia para la graduación luego decidiría que haría con su vida.
—Fue el orbe— murmuro en voz baja.
Al entrar en su clase, Kael buscó su asiento de siempre, al fondo, cerca de la ventana. Desde ahí, podía mirar al vasto paisaje de Helion, la colonia donde había vivido desde que lo trasladaron de la Tierra. La idea de que fuera uno de los muchos huérfanos que habían sido reubicados lo llenaba de una amarga resignación. El gobierno había decidido trasladarlos porque en la Tierra ya no había espacio ni recursos para ellos, al colocarlo en una colonia nueva ganarían mas espacio y mano de obra, fue una suerte que lo enviaran junto a Jax. Helion, una colonia en la periferia del sistema de Alfa Centauri, era su nuevo hogar.
Mientras se sentaba, el profesor ya había entrado en el aula y comenzó su lección, su voz resonando en la sala mientras explicaba el futuro de la humanidad en el vasto universo.
—Como todos saben, la humanidad se integró al Sistema Universal hace 130 años—empezó a explicar el profesor, caminando lentamente por el frente del aula—. Este sistema es una consciencia expandida del universo que nos conecta con civilizaciones mucho más avanzadas y nos integra al universo. A través de esa conexión, hemos aprendido muchas cosas, entre ellas, el vasto universo, las maravillas del espacio, los recursos preciosos, los terrores que existe,, las grandes civilizaciones que lo habitan y lo poderosas que son.
Kael escuchaba, aunque su mente seguía vagando. A través de la ventana, observaba las altas torres y las calles llenas de estudiantes y trabajadores. Helion no era la Tierra, pero se había convertido en su hogar. Pensando en lo que haría en su futuro próximo.
—Pero no se desanimen mis estudiantes, como una civilización recién integrada, el Sistema Universal nos otorgó un tiempo de protección de 200 años terrestres—continuó el profesor—. Esta protección se hizo mediante otra especie mayor quien nos protegerá en ese periodo, no solo eso, también hemos recibido la forma de ser mas fuerte, el cultivo mis estudiantes.
—¿Pero profesor que es exactamente el sistema universal? —pregunto un alumno—
—¿Qué es exactamente dices? Mmm, a decir verdad, no lo sabemos, hay quienes creen que es una herramienta creada por una civilización que dejo este universo para proteger su lugar de nacimiento—continuó el profesor—. También quienes creen que es la forma de vida del universo intentando protegerse y alimentándose de la vida. —suspirando termino— mientras mas aprendemos menos sabemos, es mejor no pensar en cosas que no podamos entender y enfocarnos las que si, mis estudiantes.
Kael pensó escuchando la conversación "El sistema universal, eh? Incluso en mi vida anterior jamás entendí lo que es, aunque se que era algo vivo, después de todo murió a manos del enjambre…"
—¿Y profesor cuando acabe el periodo de protección, esas especies no nos conquistaran y nos usaran como esclavos? — pregunto un estudiante gordito temblando—
—Hahahah—se rio de su tembloroso estudiante—No te preocupes Liam, veras nuestra especie no es muy… valiosa a sus ojos, deben entender que las distancias en el universo no son una broma, como estamos protegidos, el sistema universal nos doto de tres portales a las capitales de tres civilizaciones. Dos son civilizaciones cercanas y la otra es la cual nos protege, mantener un portal de esa magnitud no es una broma, la mayoría de las especies no se lo pueden permitir.
—¿Entonces la mayoría de especies en el universo se mueven mediante naves? —pregunto Liam.
—Así es, Liam, los intercambios, el comercio y los viajes se realizan mediante naves espaciales, es por eso que el costo de conquistar una civilización es una inversión muy costosa—deteniéndose un momento y pensado en algo continuo el profesor—Sin mencionar que nuestra especie solo se integro hace poco mas de un siglo, y nos encontramos en la zona periférica del universo.
—¿Eso es algo malo? —
—Diría que sí, verás, el universo continúa estas expandiéndose y mientras mas al centro del universo, mayor concentración de energía, qi, mana, poder divino, o como quieran llamarlo existe. Nosotros al encontrarnos en las zonas mas alejadas tenemos menor densidad de energía por lo que tardaremos más en cultivar. Sin mencionar que, con energía tan escasa, es poco probable que nazcan tesoros, o recursos raros que sean de valor. Por eso no somos un objetivo valioso para conquistar o esclavizar.
—¡Entonces estamos a salvo! —exclamo Liam, feliz de no temer a nada.
—Tampoco es así, el universo es un lugar maravilloso, pero también muy oscuro, no son pocas las especias que han perecido en él, la única forma de estar seguro es tener el poder para protegernos, el único pecado es la debilidad, por eso cultiven alumnos míos, por la humanidad, por nuestro futuro.
—Ejem profesor—continuo un chico con gafas—Esto es algo que todos ya sabemos, y lo ha repetido innumerables veces, Liam es el único que siempre lo olvida, ¿por qué lo tiene que hacer el último día también?
—Exactamente es porque es el último día—Hablo con voz profunda—Ha llegado la hora de su graduación, todos han llegado a la edad adulta, han atravesado la cuarta etapa de recolección de qi, algunos incluso la quinta, son el orgullo de la Academia Lumina. Pero es hora de decir adiós, ahora deben elegir su futuro, si elegir la universidad tecnológica, de cultivo o unirse al ejército. Por eso es mejor no olvidar nuestro origen, ni las bases de nuestra civilización, aunque viajemos por el espacio este siempre será su hogar, ahora vayan mis alumnos. Un universo de maravillas los espera.
La campana sonó con su habitual timbre agudo, marcando el final de la clase y, de alguna forma, el final de una etapa. Los estudiantes comenzaron a levantarse de sus asientos, recogiendo sus pertenencias con una mezcla de entusiasmo y nerviosismo, ansiosos por el futuro brillante que imaginan. Era su último día en la Academia Lumina, y el futuro que tanto habían planeado estaba por comenzar.
Kael, sin prisa, se levantó de su asiento, dejando que los demás salieran primero. Se quedó un momento mirando al profesor, quien seguía de pie frente al aula, observando cómo sus estudiantes se iban. Había algo en sus palabras que esta vez resonaba diferente en Kael. En su vida anterior, nunca les había dado mucha importancia, pero ahora, entendía la profundidad de lo que el profesor intentaba transmitir.
"El único pecado es la debilidad" pensó Kael, recordando los innumerables momentos en los que estuvo al borde de la muerte en su vida anterior. Pero ahora, tenía una segunda oportunidad, y no pensaba desperdiciarla.
Al levantarse, vio a un grupo de chicos acercándose.
—¡Hey, Kael! —le gritó uno de ellos, un chico con una sonrisa despreocupada—. Vamos a hacer una fiesta mañana por la graduación. Va a estar buena. Vendrán muchas chicas, Sara y Lena también irán, ¿te animas?
Kael miró hacia el grupo que se había formado más adelante, donde varios estudiantes estaban alrededor de las dos chicas más populares. Sara, con su cabello castaño claro cayendo en suaves ondas sobre sus hombros y sus ojos verdes que parecían siempre llenos de vida, sonreía mientras respondía a las invitaciones de los chicos. A su lado, Lena, de piel más clara y facciones delicadas, parecía más reservada pero igualmente encantadora, con sus ojos azules y su cabello oscuro recogido en una cola alta.
—Vamos, Kael, no puedes perderte esto —insistió otro chico—. Hay chicas guapas y buena música, ¿qué más puede pedir un hombre?
Kael esbozó una media sonrisa, pero negó con la cabeza.
—No puedo, tuve algunos problemas —dijo, mintiendo con facilidad.
Los chicos lo miraron sorprendidos, pero no insistieron más. Mientras se alejaban, Kael volvió a dirigir su mirada hacia las chicas, observando cómo los demás intentaban cortejarlas. En el pasado, quizá habría ido, pero ahora su mente estaba en otro lugar.