- Al abrir la puerta de la sala negra, Steven y yo vimos al científico caído en el suelo teniendo un ataque de epilepsia. Steven, de inmediato, cogió su radio y llamó a los doctores, quienes dijeron que estarían en unos 2 minutos. Nos indicaron que retiráramos cualquier objeto que pudiera hacerle daño y que lo mantuviéramos acostado. Nosotros hicimos caso al doctor.
- Cuando llegaron los doctores y se llevaron al científico a la sala de medicina o de enfermería, Steven dijo que menos mal que le dio ganas de ir a visitarme, o sino el científico que se acababan de llevar tal vez ya estuviera muerto.
- Steven: Oye, Grey, vamos, te acompaño a tu puesto.
- Grey: Sí, tienes razón, ya es mucha acción por hoy, ¿no? Jajaja.
- Steven: Sí, tienes razón, amigo. Mejor nos vemos después.
- En el camino a mi puesto de vigilancia, Steven fue llamado por la radio, diciéndole que lo necesitaban en el piso uno para cargar unas cajas. Nos despedimos y llegué a mi puesto de trabajo, donde cada uno siguió con lo suyo. Steven me dijo antes de irse que me esperaba a las siete de la noche para ir a comer juntos con unos amigos de él, a lo que con una sonrisa le dije que sí.
- Pasadas cinco horas, a las siete, me fui alistando para salir al restaurante que quedaba hasta el piso quince. Para terminar de alistarme, salí de mi puesto de vigilancia y me fui al ascensor, donde comencé a ascender hasta llegar al piso quince. Allí caminé un rato hasta llegar a la cafetería, donde estaban Steven y unos amigos de él.
- Caminé hasta la mesa y me senté en una silla al lado de Steven, que ya me tenía un puesto guardado para mí. En total éramos ocho: cuatro mujeres y cuatro hombres. Cada uno pidió una comida diferente. Yo, que no sabía qué pedir, pedí lo primero que estaba en el menú, que era un taco. Al terminar de pedir nuestra comida a la camarera, Steven me presentó a cada uno de sus amigos y amigas.
- Steven: Oye, Grey, te presento a Camila, Elizabeth, Mateo, Sofía, Valentina y Sebastián. Todos ellos somos oficiales que nos encargamos de proteger este lugar. Mejor dicho, este es mi grupo. Jajaja.
- En ese momento, saludé a cada uno con un apretón de manos y les dije mi nombre, también que podían contar conmigo si necesitaban alguna ayuda, a lo que todos dijeron que así sería. Al momento de llegar la comida, la radio que llevaba comenzó a sonar, diciendo que había una emergencia y que necesitaban que volviera a mi puesto de trabajo. Necesitaban saber qué pasaba en la sala negra; algo raro estaba sucediendo, me decían por la radio.
- Todos nosotros nos levantamos de la mesa y salimos corriendo hacia el ascensor para llegar a mi puesto. Al llegar al piso treinta, nos dirigimos a mi puesto de vigilancia, donde en las cámaras no se veía nada; estaba todo normal, pero la puerta estaba abierta y eso estaba mal, no debería estarlo. Le dije al hombre de la radio y este se puso muy nervioso.
- Me dijo que mirara las cámaras unos minutos antes. Hice caso y al mirar las cámaras un poco antes de que llegáramos, vi a un científico corriendo con una mano llena de sangre. Al rato de unos tres segundos después, pasó algo demasiado aterrador: este tenía una boca tan grande que ya no dejaba que mirara por sus ojos; su boca le llegaba hasta estos, ya no tenía ojos, solo una inmensa sonrisa.
- Steven: Oye, Grey, ¿qué es lo que acabamos de ver? ¿Esa cosa qué es?
- Grey: No lo sé, pero lo que sea eso no parece amigable. Creo que esa cosa le hizo algo a esa persona que acaba de salir por el ascensor con la mano, mientras le salía un chorro de sangre.
- Sebastián: Creo que deberíamos salir de aquí; algo muy malo va a pasar, chicos.
- Mateo: Tienes razón, Sebastián, pero ahora debemos avisar al tipo de la radio lo más pronto posible.
- Grey: Ok, ya me pongo en conta...
¡Emergencia! ¡Todos los que estén dentro del Área 51 no pueden salir hasta nuevo aviso de las autoridades! ¡Queda completamente restringida la salida! ¡Está prohibida la salida! ¡Esto no es una simulación! ¡Repito, esto no es!... ¡Mierda, ¿qué pasa?!... ¡Aaaaaa!...
- Grey: ¿Qué demonios acaba de pasar? Parece que estamos completamente solos...
- Steven: ¡Mierda, mierda! ¿Pero qué demonios está pasando?
- Camila: Chicos, miren las cámaras; el piso uno está siendo atacado por la cosa que acabamos de ver hace un momento.
- Elizabeth: Es cierto, chicos, miren; la salida está siendo una completa masacre. Esa cosa se está comiendo a todos; con un solo mordisco les arranca mitad de la cabeza.
- En ese preciso momento, comienza a sonar una alarma por todas partes.