Después de un día agotador por haber caminado toda la tarde por diferentes lugares junto a Saya y mi diosa, por el mercado de El Cairo, la Mezquita y visitando más lugares los 3 viendo las cosas buenas y malas de este país, ya que en la gran mayoría de los sitios veías a soldados, y sintiéndome el hombre más feliz y afortunado de tener a una Diosa como Sophie agarrada de mi mano, como si fuéramos dos enamorados que más puedo pedir y pretender, soy la envidia de todos los hombres, y como lo sé, sencillo por como me ven.
Y también porque que tenía que espantar a los buitres que me querían robar a mi chica a cada rato y si es mi chica no me avergüenza decirlo, no sé cuando paso, pero me gusta sentir estas pequeñas cosas en tan solo un día, es como amor a primera vista y además veo que a mi Diosa le pasa exactamente lo mismo, por su actitud. Así que después de comprar un par de cosas en los puestos, decidí que era hora de ir a comer a uno de mis restaurantes favoritos, que tiene comidas típicas extranjeras como de acá también junto a mis hermosas damas, así que les pregunto si quieren comer.
--- ¿Chicas, quieren ir a comer aún restaurante aquí cerca?--- preguntó y me quedo viendo a mi Diosa con una mirada de enamorado, que hasta yo me sorprendo, pues no soy así solo con Saya me comporto de tierno, pero desde que llegó ayer mi musa inspiradora no dejó de ser tan cursi, y eso aunque parezca loco me gusta que solo ella logre sacar ese lado mío.
Ya que muchas lo intentaron, pero fracasaron en el camino, o mejor dicho hubo una que estuvo a punto, pero me di cuenta a tiempo del grave error que iba a cometer si me llegaba a casar; además presiento que Saya sabe de mi ex, la cual me lastimo y me enamore como un idiota o eso creí hasta que me di cuenta de su verdadera cara.
Pero bueno, ninguno de los dos quiere hablar de ese asunto porque fue y es parte del pasado donde se encontraba todavía vivo mi hermano, duró unos meses, pero ella me lastimó al igual que Aza, pero esa historia se las contaré algún día.
Hoy no estamos para recordar temas dolorosos, sino para disfrutarlo junto a mis mujeres y qué mujer hecha una diosa tengo al lado mío que si me lo permite después de esta noche pienso hacerla mi novia, solo espero que no me rechace, ya que nunca tuve una relación formal, y a una mujer para llamarla mía siempre fui un picaflor por así decirlo; así es como salgo de mis pensamientos perdidos cuando me hablan las chicas.
---- Si tenemos mucha hambre primo, porque estuvimos de acá para allá sin parar, además necesito ir al baño urgente junto a mi amiga, que por vergüenza no dijo nada---. A penas escucho que mi Diosa se estuvo aguantando todo este tiempo, me siento mal por no haber sido considerado y haber parado en algún momento o podría haberle preguntado a ambas por esto, el cual es una necesidad para todos, me adelantó y les digo casi regañando.
----- Bueno, no se diga más, vamos al auto, así no tardamos en llegar y Diosa mía, al igual que vos Saya para la próxima, me pueden avisar por favor, ya que me siento todo un tirano como que les prohíbo algo que no supe y también que me disculpen, porque no fue solo su culpa fue mía por no saber ser un caballero y ver por sus necesidades---. Hablo mirando a mi diosa directamente, la cual se puso de todos colores, desviando mi mirada por lo que la rete, mientras yo me reía por lo bajo, gustándome ser siempre el causante de que sus mejillas están sonrojadas todo el tiempo desde que llego, ellas prometieron que me iban a avisar la próxima vez que saliéramos, porque iba a haber muchas si por mí fuera me comprometo mentalmente. Luego de un rato de estar manejando llegamos a nuestro destino, que es un lindo restaurante de barrio y muy tranquilo, pero sobre todo con un ambiente hogareño como sé que les va a gustar, el cual está casi en el centro de la capital, teniendo una vista espectacular de a donde está ubicado.
----¡¡Ya llegamos señoritas!!--- digo mientras me estaciono, y bajo para abrirles las puertas, invitándolas a salir con mis manos como un caballero, mientras ellas lo aceptan riéndose por el espectáculo que hacemos, creo ver a una persona que hace tiempo no la veía, y no sé si es imaginación mía, pero ayer creí verla en el aeropuerto cuando fuimos a buscar a mi chica, pero de seguro deben ser el calor o la emoción por compartir un almuerzo con Sophie me tienen como un adolescente. Así que dejo de pensar por un rato con fantasmas del pasado y veo a Saya agarrar de la mano a Sophie, mientras sigue su sonrojo me digo mentalmente que no quiero que desaparezcan su inocencia por nada del mundo, ya que me enamora a cada segundo más y más; haciéndola ver muy tierna, y Saya con lo dramática que es me lo hace saber.
---¡¡Gracias, buen caballero!! Ahora si fuera tan amable nos llevaría a nuestra mesa----.
---- Bueno, andando porque no me dijeron que querían ir al baño, antes de sentarse a comer o me mintieron acaso señoritas---. Les digo ambas y a mi Diosa tocándole la nariz a lo que ella afirma que necesitan ir mientras escucho a Sophie reír por lo que hice sin dejar de mirar a mi lado tímidamente. Así que entramos y pido una mesa para tres con vista a un hermoso jardín, pero el camarero se queda viendo por mucho tiempo a mi mujer cuando nos estamos por sentar y yo activo mi modo hombre de las cavernas je, para tomarla de la cintura posesivamente marcando mi territorio, ya que la sentí un poco incómoda por la situación a lo que ella me agradeció con una gran sonrisa, pues en estas horas me di cuenta, que detrás de toda su sonrisa llena de vida es tímida, y reservada a lo que se refiere al tema de los hombres y solo conmigo parece sentirse cómoda y eso en mi causa una enorme alegría, de la cual si fuera muy dramático y sin vergüenza alguna creo que saltaría de alegría, pero bueno no soy así, mis sentimientos me los guardo para mí y las personas de mi círculo íntimo.