Chereads / Fresas Sin Crema ©️ / Chapter 5 - T1 Capítulo 5:

Chapter 5 - T1 Capítulo 5:

-Aún no aparece tu hermano- dijo mi madre mientras que me preparaba unas sincronizadas

-No te preocupes, ya aparecerá -dije

-Eso espero. Ten - me dio un plato con mi cena y se sentó a lado mío. -¿No vas a comer? - dije mientras soplaba mis sincronizadas.

-No, no tengo hambre- la note con una voz ligeramente forzada, como si se estuviera conteniendo.

Comí mis sincronizadas con calma. Mi madre, Jane tenía ambos brazos sobre la mesa y había recostado su cabeza.

Claramente podía oír sus gemidos.

-¿Estas bien?-. Ella se levanto de la silla y se limpió las lágrimas, que caían lentamente por sus mejillas.

-Si, no te preocupes- dijo mientras me acariciaba la cabeza.-Ve a dormir- asentí y subí a mi habitación, corrí, abrí la puerta y la cerré con mi cadera.

Me lancé a mi cama boca abajo, tome una almohada y grite como si no hubiera mañana.¿Por qué estaba pasando todo esto?. No acababa de comprender todo lo que había sucedido en estos días, mi cabeza daba vueltas.

Después de que recibí aquellos mensajes he empezado a recordar algo que decidí borrar de mi mente. Mi padre...el...

Me volteé quedando boca arriba y prendí la lámpara de mi buró. Recordé aquella caja donde tenía los recuerdos de mi primaria y la busque por todo el cuarto, la busque en mis cajones, debajo de mi cama, e incluso en la basura. No había nada, aquella caja había desaparecido.

Después de tanto tiempo de alejarme de mi pasado quería volver a recordarlo todo, pero no es solo querer. Lo necesito. Necesito saber qué pasó en mi pasado, ¿quién es realmente mi padre? y que tiene que ver con lo que me está ocurriendo ahora.

De momento, ayudaré a Kimberly.

Por eso no me gusta mirar hacia atrás, porque si más sé, más me distraigo y más me alejo del presente. Son pocas las imágenes mentales que tengo de mi padre, en la primera el me está cargando, en la segunda esta vestido de traje en un tren y en el último lo veo a mis espaldas enfurecido, además de que estoy cubierta de sangre. ¿Será eso a lo que se refería "se que te has manchado".

***

Hoy es sábado.

Puse el despertador a las ocho en punto. Me levante de mi cama y me cambie de ropa, mientras más rápido saliera menos probabilidades tendría de toparme con mi madre. Silenciosamente baje las escaleras, fui a la cocina y abrí la alacena, saque un pan y cerré la compuerta. Iba saliendo de la cocina cuando Nefer se interpuso en mi camino, el problema es que no lo vi y le pise por accidente la cola, obviamente maulló.

Se escucharon pasos en el segundo piso y me di por descubierta, con el pan en la boca y apuntó de salir, mi madre bajo solo a preguntarme a donde iba.

-eh...- mire a mi alrededor, no sabía qué decirle -... Voy a comprar leche-

¿enserio? De todas las posibles respuestas ¿tenías que decir esa?

-Todavía hay leche, queda un poco en el refrigerador. Y ¿que le hiciste al gato?-

-Le pise la cola accidentalmente, lo siento. ¿Hoy vas a salir?-

-No, me dieron el día libre. - dijo y se subió -Espera, ¿Puedo salir a ver a una amiga?- ella se volteó y me miro -¿Hasta donde?- Me dijo con unos ojos de investigador. - pasando la escuela- le señale la dirección, que en realidad no era más que una mentira, porque ni siquiera sabía dónde vivía Kimberly y mucho menos donde se encontraba ahora.

-Esta bien, pero llega antes de las seis- asentí y salí con mi bicicleta. Me puse el casco que traía en la canastilla y pedalee sin rumbo por la avenida.

Lo primero que se me ocurrió fue buscar pistas por el trigal enfrente de la escuela. Cuando llegue, me recosté y oxigene mi cerebro.

Saque mi celular y volví a leer aquel mensaje "Ayúdame no sé dónde estoy hay muchas casas de lámina tengo miedo hay unas personas encapuchadas".

¿Casas de lámina?. Si tan solo conociera un poco más por aquí... ¡Eso es!, tal vez en la comisaría, sepan algo. Cogi mi bicicleta, salí del trigal y pedalee tres cuadras al sur. Al llegar pregunte al primer policía que encontré.

-Disculpe, ¿sabe usted dónde puedo encontrar casas de láminas por aquí?- el colocó su brazo en su nuca y lo movió arriba y abajo con vergüenza. -Perdón, me acaban de transferir a esta comisaría, así que no sé mucho de este lugar-dijo -No se preocupe-. Subí los escalones y entré, había muchas oficinas y la gente estaba apurada, yo me dirigí a una pequeña caseta que tenía un letrero que decía "denuncias".

-¿Sabe usted dónde puedo saber acerca de la ubicación de un lugar?- le dije a la señorita que parecía malhumorada. Ella sólo me señaló las escaleras del fondo. Subí las escaleras y note que el lugar era muy viejo, los focos hacían corto, había mucha humedad, lo denotaba la pintura inflada y los escalones cubiertos por una alfombra ligeramente mojada. En cada paso que daba se escuchaba el rechinar del edificio.

Cuando llegue había muchas más oficinas y me centré en la que estaba enfrente mío. En esa oficina había un adulto calvo con un poco de barba canosa, traía una camisa blanca con rayas grises, un pantalón negro, una corbata roja con pequeñas flores amarillas y estaba sentado en una silla giratoria tomando un café.

-Disculpe ¿Está ocupado?-

-¡Si! Lárgate de aquí niña- dijo con voz grave. Un completo huraño.

-¿Sabe dónde puedo encontrar casas de lámina?- le dije en segundo intento

-¡Te dije que estoy ocupado!- el se paro y golpeó con sus palmas el escritorio. Me estremeció, así que me dirigí a otra oficina; decidí caminar hacia la derecha.

Pasaba por un estrecho pasillo cuando me topé con la imagen de mi hermano, estaba pegada en un pizarrón en la sección de los buscados. No acababa de comprender ¿buscado de que había desaparecido? o ¿buscado de que había cometido un crimen?.En ese momento entre a una oficina sin pensarlo, el problema es que en aquella que me metí parecía ser la oficina central o algo así porque tenía puerta.

Cuando entre me topé con un señor muy alto parado del otro lado de la puerta y detrás de él había una señora que estaba llorando. La señora salió corriendo por lo que le abrí el camino, ella bajó por las escaleras y en un abrir y cerrar de ojos ella tenía un píe dentro de la construcción. El escalón se había roto y la señora quedó inconsciente, un oficial que estaba cerca llamo a una ambulancia y cuando me di cuenta la puerta estaba delante mío, aquel señor alto la había cerrado.

-Pero ¿que tenemos aquí? Eres la hermana de Sebastián ¿cierto?- dijo, mientras tomaba asiento

-Si y quería preguntar acerca de la pizarra de afuera ¿él está siendo buscado por un crimen?- preocupada me senté en la silla de enfrente.

-No te preocupes él no ha cometido ningún crimen, yo fui su profesor de Formación Cívica y Ética en la secundaria, pero ya me retiré. Ese chico siempre se mete en problemas pero no creo que sea capaz de cometer un delito y dime que es lo que te trajo aquí, estoy seguro que no fue solo por tu hermano- se inclinó, puso sus codos en el escritorio y entrelazo sus dedos

-La verdad es que quería saber si hay alguna zona pobre por aquí-

-¿Para que quieres saber eso?- me dijo mientras que se daba vuelta en su silla giratoria. Abrió unos archiveros y sacó una carpeta beis.

-eh...es para una tarea. Tenemos que hacer unas gráficas de la pobreza en el municipio - muchas gracias cerebro.

-Haber, déjame ver- Estaba revisando las hojas de la carpeta. Mientras buscaba, tome un dulce del plato de vidrio.

Seguía pensando en aquella mujer, ¿ quién era? ¿Estará bien?. Voltee a ver a la puerta.

-No te preocupes ella estará bien. Estaba llorando porque su hijo había sido encarcelado tras intentar robar una tienda.- Lo dijo con tanta tranquilidad que me daban ganas de golpearlo. Pero me contuve, quizás algo como eso se veía a diario por aquí.

-¿No ves las noticias?- preguntó

-No-

-¡Lo encontré!- Me dio una hoja con una lista. Continuó -Son los lugares más pobres del municipio-

-¿Por qué me estás ayudando?- le pregunte intrigada

-Porque le debo un favor a tu hermano. Hablando de favores- Se agachó y sacó una bolsa de un cajón del escritorio.-Ten, tu hermano lo olvido-

-Gracias- dije y salí de su oficina

Baje las escaleras con cuidado. Ya se habían llevado a la señora, además de que colocaron una cinta alrededor de "no pasar" , dejando un pequeño espacio para poder bajar.

***

Escogí un lugar al azar. Pero me di cuenta de que no sabía en donde quedaban ninguno de esos lugares. Quizás el señor me había puesto un mapa en la bolsa que me dio, me detuve en una mercería y revisé la bolsa.

No lo podía creer. era mi caja de recuerdos, por suerte aún tenía el candado pero ¿donde estaba la llave?. Seguí buscando alrededor, había también un trapo y hasta abajo, ¡si! Había un mapa de la ciudad con una nota que decía "Ten cuidado que hay maleantes". Eso ya lo sé.

El primer lugar era Finshuk. Quedaba muy cerca de aquí, al parecer estaba después de aquel puente en el que me había topado con ese tal James.

Casi me iba cuándo mi estómago rugió, así que me compre unas tortas y las eche a la canastilla.

Tomé mi casco y me lo puse.

***

Ya eran la una y había llegado. Lo sé porque note un cambio de olor en el ambiente, era muy fuerte, olía caño. Literalmente era uno, aquí parecía no haber tuberías así que todos los desechos pasan por un pequeño camino hundido a aire abierto.No había pavimento y había muchos niños jugando descalzos, jamás creí que existiera un lugar así.

Después de unos minutos dentro del barrio. Note que no había ninguna casa de lámina, de hecho solo había cinco casas todas eran de cemento, pero a juzgar por la población diría que en cada una al menos vivían unas treinta personas .

Iba saliendo cuando un niño de unos 4 años se me acercó.

-Señorita ¿no gusta comprarme un dulce?- traía una canasta con paletas y chicles.

- No traigo dinero, perdón- me lo había gastado todo en las tortas que me comí en el camino. ¡Cierto!, me sobro una.

-Espera- Saque la torta y se la di.

Sus ojos lagrimearon.

-Muchas gracias. Tome lo que quiera, por favor- se inclinó hacia mi.

-No te preocupes-

-Por favor- El niño seguía inclinado y no tenía más opción que tomar un dulce.

-Esta bien. Tomaré este- Agarre una paleta de fresa, la cual es mi fruta favorita.

El niño se dirigió con sus amigos y compartió la torta. Mire el mapa el barrio más cercano estaba pasando Finshuk así que empecé a pedalear. Pase cerca de una de las cinco casas y vi asomar a una monja. Me detuve y le pregunté

-Disculpe ¿Usted cuida a esos niños?-

-Si, yo y mis hermanas, pero últimamente no tenemos el suficiente dinero. Cada vez son más niños.-dijo

-¿Quiere decir que ellos no tienen padres?-dije - No, pero nos tienen a nosotras- dijo

-Por cierto, ¿Cómo se llama aquel niño?- lo señalé -Ah él se llama Juan, es muy servicial y muy generoso. Vende dulces para ayudarnos, aunque nosotras le hemos dicho muchas veces que no es necesario, el jamás nos hace caso. Es un chicuelo rebelde- sonrío suavemente

-Ya veo. Bueno me voy, fue un gusto madre- Volví a pedalear

***

-Disculpe, conoce muy bien este lugar ¿cierto?-dije

-si, ¿qué se te ofrece jovencita?- dijo la viejecita

-Quería que me guiara al mercado del pueblo, porque me perdí-dije -Es raro ver extranjeros por aquí. No te preocupes, te guiaré.-

-Muchas gracias-

La señora camino y camino, yo solo la seguía, ya que había demasiadas casas de lámina y corredizos.

***

-¿Mei?- dijo el de la máscara de gorila

-¡Déjenme ir, suéltenme!. ¿Quién eres tú ?. ¡Cobardes quítense las marcaras y liberen a Kimberly!, ¿Para qué la quieren? ¡Ya no pueden utilizarla como rehén! Auxi...- me interrumpió uno de los tres hombres encapuchados.-Sh, tu callada- me tapo la boca con una cinta canela. Estaba sentada sobre una silla con las manos atadas a mi espalda, no podía hacer nada, aquella vieja me tendió una trampa, esos tres me querían quitar mis pertenencias. Pero no contaron con que conocía a Kimberly, así que me encerraron en un pequeño cuarto dentro de la construcción en donde me tendió la trampa aquella señora. ¡diablos! ¿Cómo fui tan tonta?.

Los tres salieron de la habitación y después cerraron la puerta.

¡¿Que voy hacer?! Mi bicicleta y mis cosas me las decomisaron, solo traigo enzima mis shorts y mi playera.

-¿Qué le piensas hacer?- escuche tras la puerta - Sabe que tenemos a Kimberly, tal vez también conozca a look o inclusive a Ritz. En ese caso estaríamos fritos- ¿look? Creo que es el amigo de Kimberly, el de el garaje.- En conclusión ella no podrá salir viva de aquí ¿cierto?-

-estás en lo correcto Ezio- se escuchaba el forcejeo de Kim, también la habían atado a una silla.

-Bien pequeña, será mejor que no te resistas. Te trajimos aquí para invitarte a que te nos unas. Te daremos el 10% de la ganancia. ¿Qué dices?- dijo. Se escucho un escupitajo

-¡Nunca!. Ustedes son unos asesinos, jamás me les uniré- dijo ella

-Mary, ¿te puedes retirar?- me parece que le dijo a la vieja -claro- se escucho el rechinar de la puerta principal

Se escucharon bofetadas y después un inmenso silencio, mientras observe con detenimiento mis alrededores. Esto aún no había terminado.

Solo había unas cajas y una escoba. Intenté subirme a las cajas con cuidado, quedando con la silla recostada horizontalmente. Me rea cómodo en las cajas de tal manera que la silla quedará parada y acerque la escoba con los dedos de mi mano. Cuando lo tuve en mis manos coloque el palo dentro de un espacio flojo del nudo, tire con fuerza con mis dedos y logre que el nudo se desatara. Por suerte la caja no se rompió, parecía tener algo dentro que le hacía soporte.

Me baje de las cajas silenciosamente, me quite la cinta canela y me pegue a la puerta para poderte oír mejor.

-¡Te vas a unir!- dijo -No- se escuchaban de nuevo las bofetadas y a Kim gritando. Ya no soporte más, volví a mirar la habitación en busca de un objeto pulso cortante. Vi un pequeño brillo en el rincón así que me acerqué. Era una tachuela, ¿Es enserio? De todas las armas blancas ¿una tachuela?.

Seguí buscando arrastrándome por el piso. Hasta que

-¡Ay!- rápidamente me cubrí la boca, pero el silencio inundó la sala. Estaba segura que venían a por mí. Mire con que me había lastimado el pie. Era un trozo de vidrio que estaba entre las cajas lo tome y mire como la luz entraba desde la puerta.

Esos tres me matarían...