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Fresas Sin Crema ©️

Ferabyss
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Synopsis

Chapter 1 - T1 Capítulo 1: Aburrilandia

~Época actual ~

🍓 Mei 🍓

Pasé los primeros cuatro módulos como siempre, intentando no aburrirme. Sostenía el lápiz entre los dedos y lo giraba intentando hacer que el reloj avanzara.

- ...Es por eso que se dijo " las armas nacionales se han cubierto de gloria"...-Un tema frecuente, la batalla de Puebla donde resultamos victoriosos en la batalla pero no en la guerra, bla bla bla. Es interesante la historia, me gusta, pero los profesores a veces me hacen odiarla. No sé si me explique pero la actitud y pasión que cada profesor pone en cada clase, se nota, y mucho. El profesor Gerardo, no parece emocionarse con lo que dice y subsecuentemente nosotros, sus alumnos, tampoco lo hacemos.

La actitud de cada uno es contagiosa...

La clase de historia terminó y el recreo ha comenzado, al sonar la chicharra todos abandonaron sus lugares, saliendo a la cancha, todos excepto yo.

Estoy cursando el último año de educación secundaria, faltan sólo unos meses para entrar al bachillerato, para ser sincera aún no sé que es lo que quiero lograr a futuro, pero espero hallar las respuestas que necesito con el tiempo.

A veces prefiero evitar a toda costa recordar el cuadro de amnesia que tuve cuando tenía 8 años... sobre todo las subsecuentes terapias psicológicas a las que se me tuvo que someter, no hubo resultados nada funcionó, ni las distintas actividades familiares ni la hipnosis pudieron obligar a mi cerebro a desbloquear aquellos recuerdos perdidos.

Siempre que despierto tengo el temor de no ser la Mei de siempre, de no ser la Mei que solía ser ayer o incluso hace unos minutos. Creo que esto se debe mayoritariamente a lo que una vez me dijo Sebastián cuando estaba borracho ... " Tú no eres mi hermana, tu identidad fue borrada por la amnesi..." justo cuando iba a terminar se desplomó. Nunca le comenté sobre lo que me dijo y creo que él no lo recuerda, pero hasta día de hoy no puedo negar que aquellas palabras afectaron a mis adentros más de lo que hubiese querido.

Enseguida sonó la chicharra todos corrieron a sus salones, me quedé pensando y sin darme cuenta el recreo terminó.

Seguí intentando sobrevivir a los siguientes 4 módulos que por cierto eran de matemáticas y de inglés, debo admitir que no odio las matemáticas, pero tampoco las amo. La maestra es MUY lenta con los temas y yo quiero ver cosas aún más difíciles.

Miro mi reloj de muñeca...que mal apenas ha pasado una hora.

-Oye Mei ¿Qué dibujas?- ah ya sabes lo de siempre, práctico algunas poses y bocetó rostros.

Me gusta dibujar de alguna forma me siento bien cuando lo hago, puedo olvidarme de todo por unos minutos y aunque no debería hacerlo durante clases es inevitable, es como una terapia para mí.

-¡Señorita Kimberly y señorita Mei! Pueden guardar silencio, por favor-

-si profesora- dijimos al unísono

La relación que tengo con Kimberly es un poco complicada de explicar.

Nos conocimos el día que me dieron de alta en la clínica, era un día un poco frío y cuando mi madre estaba ocupada firmando unos documentos en la recepción del hospital yo me salí corriendo al pequeño parque que estaba a un lado de la clínica, ahí fue donde la vi por primera vez mientras se balanceaba en un columpio con la mirada triste.

Cuando me acerqué me llamó mucho la atención su cabello rubio y sus ojos verdes grisáceos, algo que no era muy común para mí, ya que los integrantes de mi familia y yo somos de cabello y ojo café oscuro, al igual que las pocas personas que conocía del hospital.

Ella me pareció una chica muy amable, pero bastante tímida, en especial ese día se negaba a responder cualquier pregunta que le hacía... pero aun así, desde ese día la considere una amiga para mí. Y para no olvidar ese momento, el primer instante en el que hice una amiga decidí recoger una de las piedras de río que se encontraban amontonadas en el césped y le di una a ella como símbolo de mi amistad, ella parecía un poco avergonzada y ante no saber cómo responder solo arrancó una flor de diente de león que se encontraba en el césped y me la entregó como agradecimiento.

Nunca creí que la volvería a ver...

Las clases terminaron y cada quien se fue camino a casa.

***

Al llegar a mi casa aventé mi mochila y me subí a mi cuarto dejándome caer boca abajo sobre la cama.

Me quede dormida y cuando desperté, mi hermano ya había llegado, baje rápido las escaleras, ante el olor de una sopa, ¡si! Era la rica sopa de tomate que mi hermano preparaba.

-¡Hermano!- le dije a Sebastián con una enorme sonrisa en mi rostro y me la correspondió. Me senté y me di cuenta que andaba otra vez descalzó por la casa. -¿Por qué andas otra vez descalzó?¿Cuántas veces ya te dijo mamá que te vas a enfermar?- quitó su sonrisa y me dijo:-pequeña hermana, yo sabré si quiero pescar una enfermedad- me acaricio con su mano la cabeza y yo me sonroje, enseguida me sirvió mi plato de sopa y yo comí como si no hubiera un mañana, como siempre la sopa de mi hermano estaba perfecta, aunque era lo único que el sabía cocinar jamás me cansaba de su sopa.

-¿Y mamá?- me preguntó mientras comíamos -no lo sé- le dije con cara de me importa un carajo.

-¿Sigues enojada con ella?- asentí y se levantó de su silla me miro a los ojos y le entendí sin que dijera ni una sola palabra, sabía que decía que no me preocupara y que ella no estaba en casa porque estaba trabajando muy duro para pagarnos las colegiaturas, voltee los ojos y mi hermano no me dijo más, se subió y se encerró en su habitación, ¿se le acabó la ternura o que?

Bueno supongo que la adolescencia lo estaba matando al igual que a mí. Suspiré y lave los trastos sucios.

Cuando termine subí las escaleras y mientras me encontraba navegando en la red me volví a quedar dormida, cuando desperté ya eran las 8 y no había nadie en casa, baje las escaleras y me encontré con una nota que decía : Me fui a la casa de unos amigos, no tardo, te deje la cena en el refrigerador la calientas con cuidado. Mamá no tarda en llegar Atentamente: Tu hermanote.

Cada vez me sentía más alejada de mi familia...pero eso no me afecta ¿o sí?

Camine hacia el refrigerador y me encontré con... Más sopa ¿enserio? Creo que retiraré lo dicho, realmente me estoy cansando de esta sopa. Enseguida la calenté en el microondas y comí. Después de eso hice la tarea y mire el reloj, ya eran las 9:30 y mamá no llegaba, así que sólo pase el tiempo haciendo algunos de mis hobbies – dibujar y pintar-

Sonó el timbre de la casa y me asomé por la ventana, era mi madre, hasta que se dignaba a llegar. Le abrí y dejó unas bolsas de plástico a lado del sofá de la sala. Como siempre llego sólo a regañarme...

-¡Mei! Te dije que barrieras la cocina. - suspire - si mamá, no lo recordé.

Después de terminar de asear la cocina (termine limpiándola por completo) me subí a mi habitación y caí profundamente dormida, no vi la hora, mi madre ya se había dormido y recuerdo haber visto la tele prendida. Entre mis sueños me levanté como rayo, y recordé que mi hermano seguía afuera, abrí silenciosamente la puerta y me dirigí al cuarto de Sebastián, y por supuesto no había nadie, ese chamaco de seguro se puso borracho, fue lo primero que pensé. La televisión seguía prendida y mi mamá parecía tener un sueño profundo, así que decidí no despertarla baje descalza las escaleras, claro que tenía miedo mis piernas parecían espaguetis temblando.

No soy muy creyente de eso de los fantasmas, pero siempre me contradigo y tarareando una melodía para calmarme baje corriendo voltee a mi izquierda y gracias al cielo, Sebastián estaba dormido en el sofá, me acerqué y olí su aliento, obviamente olía a borracho y mi mamá ni en cuenta; quiero creer que cayó profundamente dormida sin siquiera darse cuenta que no estaba su hijo.

Tape con una manta a mi hermano y subí a mi cuarto a dormir. Me dije a mí misma:

-Mañana será un gran aburrido nuevo día- y caí entre mis sueños.

Pero eso pensé...

~Sebastián ~

Subí las escaleras después de darle de comer a mi hermana, me hubiera quedado más tiempo con ella, pero decidí retirarme porque no quería decir cosas innecesarias. Para ser honesto estos últimos 7 años han sido muy difíciles para mí... tener que ocultar todo nuestro pasado de mi hermana no ha sido sencillo, sobre todo tener que mentirle para poder zafarme de sus preguntas.

Aunque... sí le he contado cosas que son verdad : cómo que nuestro padre nos abandonó desde pequeños o cosas como la crisis económica que vivimos antes de que Carlos regresara... he omitido los detalles, cosas muy importantes que Mei debería saber pero que mi promesa me impide contarle.

Es por eso que hace algunos años, tres para ser exactos, comencé a recaudar todas las evidencias posibles para que algún día Mei sepa toda la verdad, la verdad de ésta familia. Ésta asquerosa familia que intenta usar como excusa la amnesia de Mei para ocultarse debajo de una máscara de mentiras.

Al inicio comencé a hacer todo esto por Mei, pero poco a poco me fui dando cuenta de que la búsqueda de las piezas del rompecabezas era en realidad un acto egoísta que hacía para intentar parchar las heridas y llenarme de nuevo de esperanza, la esperanza de abrirle los ojos a alguien... en un desesperado grito de auxilio.

Poco a poco todo irá tomando forma. Tomo la pequeña caja metálica que recogí de la basura hace algunos días. Creo que jamás debí de darle la caja a Mei sin antes darle explicaciones, lo bueno es que no le di la llave, así que nunca pudo abrirla y finalmente optó por tirarla. En ésta caja de hermosos detalles góticos, nos la regaló Carlos a mí y a mi hermana. Aquí es donde decidí guardar todo lo que Mei necesitará saber cuando sea el día.

Mi teléfono comienza a sonar. Contesto.

-¿Bueno? Hola Marcos, tiempo sin hablar- Marcos es un amigo de la infancia, podría decir que es como mi mejor amigo. Me dice que habrá una fiesta en su casa porque su hermano mayor cumple años. No lo pienso más, creo que me hace falta socializar un poco y de paso algunos tragos...

Enseguida me levanto, me visto y cuando estoy a punto de marcharme decido llevarme conmigo la caja plateada y su respectiva llave, sólo por si a Mei se le ocurre husmear en mi cuarto...