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Chapter 19 - Cumpleaños

La mente humana es un enigma, nunca sabes lo que una persona está pensando en realidad, claro, a menos de que seas un telépata. Ahora, sin mencionar que ante un hombre la mente femenina es realmente complicada, un 'sí' puede significar 'no', tú le dices 'arriba' y ellas dicen 'abajo'.

"A veces quisiera ser un mutante con telepatía, así no tendría problemas para entender a las mujeres" digo esto mientras permanezco acostado en mi cama pensando en lo que ha ocurrido en estos días.

Sandra no se ha acercado a mí en absoluto, han pasado dos días desde que comenzaron las clases nuevamente. Diana dijo que le diera su espacio, pero, creo que lo ideal es buscarla, no es mi novia ni nada, pero, es mi amiga, y quiero que las cosas sigan como eran antes de esto.

Emily piensa de la misma forma, me ha visto muy preocupado por la situación, y es verdad. No quiero que nuestro grupo de amigos se disuelva como un grupo típico de preparatoria en el que al inicio todos son mejores amigos, pero luego de un año la clase entera se odia y generan grupos de tres o cuatro personas.

Tras hacer mis tareas, cenar con mis amigos y regresar a mi dormitorio, ajusto mi alarma para la mañana siguiente y me acuesto a dormir. Las clases fluyen con normalidad, sin embargo, comienzo a sentir la necesidad de orinar por lo que salgo de mi aula y camino por los pasillos rumbo al baño, entonces, mi mirada se posa en la melena azul eléctrico que se menea frente a mí.

Ahí estás.

Decidido a hablarle a Sandra quien casualmente camina por el pasillo, acelero mi paso hasta alcanzarla y sujetarla suavemente del brazo.

"¡Eh!", exclama Sandra por la impresión.

"¡Sandy! ¡Hola!", le digo con euforia.

"Eric… hola", responde ella, evitando mirarme.

Ya es un avance, considerando que me ignoraba.

"¿Está todo bien? ¿Cómo has estado?", pregunto.

"Sí… todo bien", responde.

"Entonces, ¿por qué me has ignorado? ¿Por qué ya no comes con nosotros?", pregunto.

"Por nada que te importe, Eric. De verdad, todo está bien" ella dice eso, pero sus ojos se posan en los míos y puedo ver una mirada seria, inexpresiva y con algo de dolor.

"Sandra, solo quiero decirte que cuentas con nosotros, no te alejes de nosotros, somos tus amigos", digo.

Ella hace un gesto con su boca y entonces suspira.

"Sí, gracias por eso, Eric. Ahora, ¿te molesto? Voy a mi clase", dice ella.

Retiro mi agarre y ella se da la vuelta y camina sin darme un adiós o algo por el estilo, no sé qué diablos sucede, pero ella realmente está molesta por algo.

Voy al baño, regreso a mi clase y el día sigue avanzando. La hora del almuerzo llega nuevamente, y todos estamos sentados en la mesa juntos mientras almorzamos.

"Eric, ya viene tu cumpleaños, ¿no?", dice Diana.

"Ah, sí", digo.

"¿Eh? ¿Cuándo es?", pregunta Karla.

"Bueno, estamos a 13 de enero. Es en dos días", digo.

Eduardo y Karla me miran con asombro.

"¡Ay! ¡Esas cosas se avisan con tiempo! ¡Ni un regalo tenemos para darte!", exclama Karla.

"No se preocupen, honestamente no es como que me importe mucho", digo.

Además, creo que lo tengo todo. Dinero, familia, lujos, y, además, la mujer que amo. Dime engreído, pero ¿qué más necesito?

"Pues debemos festejarte", dice Eduardo.

"Ay, ni lo piensen", dice Rodrigo.

"Es en dos días. ¿Qué la van a dar? ¿Dulces de la tienda? Solamente recuerden felicitarlo".

Solamente puedo pensar que lo que quiero es estar con Emily ese día.

El almuerzo terminó y acudí nuevamente a mi entrenamiento en el campo de fútbol. Estos dos días anteriores seguimos estudiando un poco la teoría del control elemental. La electricidad puede ser dirigida o controlada hacia un punto fijo, de lo contrario tomará un rumbo aleatorio dependiendo de la carga eléctrica que haya en el ambiente, algo similar a los rayos.

Asimismo, se dice que si controlas a la perfección la electricidad puedes hacer maravillas y desafiar leyes físicas por completo.

"Bueno, jóvenes, comenzaremos a practicar físicamente el uso de sus poderes", dice el profesor mientras todos observamos con atención.

"Eric, seguramente para ti será fácil dominarlo por completo, ya que ya sabes usar un poder, sin embargo, lo complejo es que puedas usar este nuevo poder en lugar del otro, ya que la técnica es casi la misma".

"La única diferencia es que la electricidad se puede percibir, sientes como todo tu cuerpo vibra. Es como si recibieras un choque eléctrico, pero, en lugar de recibir daño, lo estás expulsando".

"Las extremidades que uses para usar el control eléctrico se entumecerán durante el uso del poder, por lo que es necesario que pierdan el miedo. Su electricidad no les hace daño a ustedes así que no teman".

Tras realizar los calentamientos previos a la práctica, comenzamos con nuestros ejercicios. Lo primero es concentrarnos por completo, controlar un poder no es fácil, es complejo, es como tener un nuevo músculo que debes aprender a mover.

Tómalo como ese amigo musculoso que va al gimnasio y después de cierto tiempo puede mover los pectorales. Algo similar aquí, debemos entrenar y entonces lograremos usar nuestros poderes.

Al intentar controlar mi poder elemental de control eléctrico, pude sentir aquella corriente a través de todo mi cuerpo, sin embargo, esta vez he sentido dos. Una suave, cálida y linda corriente, y otra completamente alterada, un caudal sin freno alguno, un desastre total.

Es evidente que mi control de retroceso temporal es aquella corriente ligera mientras que aquella corriente sin control alguno se trata de mi poder elemental. Aun así, intento enfocarme en esa corriente frenética.

"Sus mentes en blanco, eso es lo importante, ignoren todo pensamiento intrusivo, relájense, respiren profundo, mantengan el aire en sus pulmones por unos segundos y exhalen lentamente" dice el profesor caminando entre nosotros con pasos ligeros.

No tengo idea de por qué, pero, es más difícil de lo que creí. Pensé que el retroceso temporal era más complejo de controlar, pero logré hacerlo en mi primer intento.

Me enfoco por completo en mi control elemental, sin embargo, no puedo hacerlo, cuando siento que estoy por conseguirlo el retroceso temporal comienza a manifestarse y tengo que detenerme y volver a comenzar.

Ahora entiendo cuando el profesor dijo que lo complejo no es dominarlo por completo, sino lograr usar un nuevo poder en lugar de aquel que ya dominas.

"Imaginen un río caudaloso desmedido, sin control absoluto. Un río en medio de una tormenta que fluye por todo su cuerpo, siéntanlo, admiren el río en su mente, siéntanse uno mismo con este. Concentren el río en una laguna enorme en sus manos, entonces, lograrán sentir la vibración eléctrica", dice el profesor.

Es justo lo que olvidaba, la manifestación mental del poder, esa imagen ayuda mucho a controlar el poder.

Si mi retroceso temporal es un río con un flujo lento de agua, entonces debo imaginar aquello que siento, ese río devastador, debo verlo en mi mente. Me concentro y entonces puedo verlo, puedo sentir esa corriente eléctrica fluyendo, todo mi cuerpo vibra velozmente, realmente se siente como estar recibiendo un choque eléctrico.

Levanto mi brazo a los aires, no quiero lastimar a mis compañeros, así que es mejor prevenir. La corriente fluye hacia mi mano derecha levantada hacia el cielo, así, mi mano se entumece y logro sentir un incremento de temperatura.

Sin más, mi mano se entumece por completo y el sonido de un chillido eléctrico se hace presente, en cuanto abro mis ojos puedo ver como todos me observan con asombro y permanecen muy alejados de mí. El profesor me observa con orgullo.

"Bien hecho, Eric", dice, caminando hacia mí.

Mi mano está envuelta en lo que parece ser una centella emanando rayos en todas direcciones que se desvanecen tras unos centímetros al alejarse del núcleo. Un destello púrpura ilumina mi mano.

"Es… increíble" nerviosamente digo mientras observo mi mano con asombro.

"Mantenla así, mantenla sin miedo, no temas", dice el profesor.

Conforme avanza el tiempo puedo sentirme con sueño, parece ser que con cada nuevo poder que comienzas a controlar el consumo energético requerido es demasiado alto.

Mi sueño se vuelve demasiado denso y entonces mi mano expulsa un rayo hacia un árbol cercano liberando un estruendo inmenso, mientras que mi cuerpo cae sin fuerzas y apenas logro sostenerme sobre mis rodillas.

Mi respiración es demasiado pesada y sudo por todo mi cuerpo en grandes cantidades.

"¿Qué demonios fue eso?", digo, mientras intento componer mi respiración.

"Es normal, el control elemental de tipo eléctrico es complejo por ser uno de los que más energía vital consumen. Como perdiste el control absoluto de tu poder y dejaste de liberar gradualmente la energía, esta fue expulsada de golpe en un solo instante. Por lo que, agotaste tus energías", responde el profesor, ayudando a ponerme de pie.

"Bien hecho, pero, creo que por hoy es suficiente, Eric. Ve a la cafetería por una bebida energética y quédate en el aire acondicionado, ¿de acuerdo?".

"De acuerdo", digo.

Camino hacia la cafetería y puedo ver a la distancia a Emily entrenando con el director, pensé que ya no deberíamos entrenar nuestros poderes, pero, la verdad es que mientras mejor los controlemos será más fácil usarlos.

Muchos velocistas corren a través de toda la pista de atletismo, es interesante verlos entrenar. Dan más de cinco vueltas a la pista en un parpadeo. Aquellos que pueden volar entrenan cerca de nosotros, pero no tanto, ya que, nuestros poderes son ofensivos y una falta de práctica puede causar daño colateral.

Al llegar a la cafetería me acerco al refrigerador y tomo una bebida energética fría, la pago y me siento en una mesa disfrutando del aire acondicionado.

Abro mi bebida y comienzo a beberla hasta dejarla aproximadamente a la mitad, es un envase de hojalata por lo que no puedo ver si está a la mitad o no, lo determino precisamente por el peso.

"Control eléctrico", digo.

La verdad es que esto es más complejo de lo que creí. Nunca pensé que llegaría a usar un poder así. Sigo bebiendo de mi delicioso néctar y me parece escuchar el sonido de la puerta abriéndose, por lo que mi mirada se fija en la entrada y puedo ver a Emily entrando.

"¿Cómo te fue?", pregunta.

"Ah, pues bastante bien", respondo.

Ella me da un beso en los labios y se sienta a lado de mí.

"No te ves bien, ya lograste usar tus poderes a voluntad, ¿verdad?", dice ella con una mirada burlona.

"Sí, es lo de siempre, el desgaste energético es brutal", digo.

"¿Crees ser reasignado a una nueva clase?", pregunta, jugando con sus dedos y evitando mirarme.

Ella aún conserva esos rasgos tímidos y lindos.

"No lo sé, hace un tiempo le dije al director que era estúpido la reasignación de clases, y estoy seguro de que él me hará caso, te aseguro que cuando lleguen nuevos mutantes no serán reasignados", digo.

Ella sonríe y se acerca al mostrador para pedir una barra de chocolate.

"¿Has logrado hablar con Sandra?", pregunta, caminando hacia mí.

"Sí, pero, el resultado no fue favorable", respondo.

Ella mira por el muro de cristal que permite ver hacia afuera.

"No te preocupes, Eric. Ella regresará, estoy segura" dice.

Tras eso, salimos de la cafetería y puedo observar a muchos chicos acercarse a la cafetería, de los cuales la mayor parte estaban conmigo en clase de entrenamiento. Sus miradas son como la de un zombi, completamente muertos vivientes buscando una fuente de energía.

Emily y yo nos reímos por un momento y caminamos rumbo a nuestros dormitorios. Ahora, solo espero poder controlar mi nuevo poder.

Punto de Vista de Emily.

Eric se despide de mí con un beso en los labios, largo y cálido, antes de marcharse. Estoy de pie frente a mi edificio de dormitorios, pero no puedo evitar notar a Sandra caminando hacia los baños exteriores. Algo me dice que está huyendo otra vez.

La sigo, porque sé que tiene que ver con lo que llevo días notando: Sandra se está alejando de todos por una razón completamente absurda… está celosa.

Cuando llego al baño, espero afuera. Algunas chicas salen entre risas y charlas. Pasan unos minutos y finalmente Sandra aparece. Antes de que pueda reaccionar, la tomo por sorpresa, arrinconándola contra la pared.

"¡Ah!", exclama con un salto.

"Hola, Sandra", digo con tono serio, tratando de mantener la calma.

"Emily… ¡no inventes! Me diste un susto horrible", dice, llevándose la mano al pecho.

"Lo siento, Sandy, pero sé que, si hubiera intentado hablar contigo de otro modo, habrías salido corriendo", respondo, manteniéndola fija con mi mirada.

Ella baja los ojos, molesta. "¿Qué quieres?", pregunta con frialdad.

"Sandra, sé perfectamente por qué te estás alejando de nosotros. Y no tiene sentido. No tienes por qué estar celosa de mí. Eric y tú… nunca fueron más que amigos. Y, ¿sabes qué? Tal vez habrías tenido una oportunidad si hubieras hecho algo más que tratarlo con entusiasmo y cariño desde el principio, si hubieras ido por él con todo desde el inicio habrías tenido alguna oportunidad", digo, buscando ser honesta, aunque duela.

De inmediato veo cómo se endurece su expresión. Aprieta los puños, sus ojos chispean con rabia contenida.

"¿Qué sabes tú?", grita, con la voz temblorosa. "¡Al menos yo hice algo! ¡Yo traté de acercarme, de ser alguien para él! ¡Pero tú! ¡Tú no hiciste nada! ¡Eras un fantasma, Emily! ¿Por qué él te eligió a ti? ¿Qué tienes que yo no tenga? ¡Yo lo amé desde el momento en el que lo vi entrar a nuestra aula! ¡Su presencia iluminó mi corazón y lo aceleró tanto como no te imaginas! ¡Me dejó congelada! ¡Tú nunca habrías sentido nada por él si jamás te hubiera hablado!"

La voz de Sandra se quiebra y lágrimas comienzan a deslizarse por su rostro.

"No entiendo…", continúa, su tono ahora lleno de desolación. "¿Soy tan insuficiente? ¿Soy tan… fea? ¿Tan… poco digna de ser amada?"

Mis propios ojos se humedecen al escucharla. Tomo una respiración profunda, tratando de calmar el nudo en mi garganta.

"Sandra, no digas eso. No eres fea, ni insuficiente, ni indigna de nada. Eres una chica increíble, preciosa, y cualquier persona tendría suerte de estar contigo. Pero… el amor no funciona así. No es lógico ni justo. Uno no elige de quién se enamora. Simplemente pasa", digo, suavizando mi tono, mientras limpio sus lágrimas con cuidado.

Ella solloza, bajando la mirada.

"Entiendo que te duela. Y sé que es difícil, pero alejarte de todos no hará que se sienta mejor. Solo estás lastimando a las personas que te quieren. Eric te extraña, Sandra. Te necesita. Y todos sentimos tu ausencia como si el sol hubiera dejado de brillar", digo con una sonrisa cálida.

Ella me mira, incrédula, mientras las lágrimas siguen corriendo por sus mejillas.

"Sandra, tienes derecho a llorar y a sentirte mal. Pero no nos alejes. No te odies a ti misma, y, sobre todo, no nos odies a nosotros. Somos tus amigos. Eric… sigue siendo tu amigo, aunque su corazón haya elegido de forma diferente. Vamos a superar esto juntas, ¿de acuerdo?"

Sandra me mira fijamente durante unos segundos antes de romper en un llanto desgarrador. Sin decir palabra, se lanza a mis brazos, hundiendo su rostro en mi pecho.

"¡Perdóname! ¡Perdónenme! No sé por qué te vi como una enemiga… tú nunca me odiaste. Al contrario, siempre estuviste ahí", dice entre sollozos.

La abrazo con fuerza, acariciando su cabello. "Ya, tranquila. Todo está bien, Sandy. Te entiendo más de lo que crees. Vamos a dejar esto atrás, ¿sí? Sigamos adelante, juntas".

Poco a poco, sus lágrimas se calman. Me regala una pequeña sonrisa, tímida pero genuina.

"Gracias, Emily. Lo siento mucho… de verdad", murmura.

Sonrío, tocando su mejilla con ternura. "Todo está bien. Vamos a casa".

Caminamos juntas hacia los dormitorios, y aunque sé que el dolor no se irá de inmediato, estoy segura de que esta vez no estará sola. Pero, hay algo en lo que Sandy tiene razón, y es que ciertamente yo jamás me acerqué a Eric, pero él fue quien me buscó.

Punto de Vista de Eric.

 

Despierto por la mañana, es un lindo sábado, el cielo se ve azul y despejado, sin embargo, no parece hacer demasiado calor afuera. Son alrededor de las ocho de la mañana. Entonces, puedo percibir que mi teléfono está vibrando.

Tomo mi teléfono y puedo ver que mi madre me está llamando.

"¿No es un poco temprano para llamarme?" digo, tomando mi teléfono y contestando.

En cuanto coloco el teléfono en mi oreja, mi madre me sorprende diciendo "¡Felicidades! ¡Estas son las mañanitas que cantaba el rey David! ¡Hoy por ser tu cumpleaños te las cantamos a ti!".

Puedo escuchar a mi padre cantar al otro lado de la bocina, aparentemente mi madre tiene el teléfono en altavoz.

"¡Despierta, Eric, despierta! ¡Mira que ya amaneció! ¡Ya los pajarillos cantan, la luna ya se metió!".

Tras un par de aplausos mi madre finalmente deja de cantar.

"¡Hola, mi amor! ¡Espero que disfrutes mucho de este día en compañía de tus amigos! ¡Ya eres todo un hombre, mi bebé! Hubiésemos querido que pasaras este día con nosotros, eres un adulto ya, son 18 años mi príncipe" dice mi madre.

"Sí, ma'. La verdad es que también me hubiese gustado estar allá con ustedes, pero lamentablemente no se puede", digo, sentándome en mi cama.

"Lo sé, mi amor. Tu padre y yo hemos comprado un regalo para ti, un enorme y valioso regalo" mi madre lo dice con mucha euforia.

"No se molesten, honestamente no me falta nada, pero se los agradezco", digo, con una sonrisa en el rostro.

"Tu regalo ya debe estar en camino, en muy poco tiempo lo tendrás en tus manos" dice mi mamá.

"De acuerdo, muchas gracias", contesto.

"Bueno, mi amor, tu padre y yo te deseamos un feliz cumpleaños, que te la pases hermoso, avísanos cualquier cosa, ¿de acuerdo? Cuídate mucho", dice mi madre.

Tras despedirnos, mi madre cuelga la llamada. Ahora que lo pienso, por un pequeño momento había olvidado mi propio cumpleaños, y es que, mi nuevo poder, y, sobre todo, la situación con Sandra me han mantenido ocupado.

Honestamente quisiera que todo volviese a ser como era antes. ¿Por qué Sandra actúa de esa forma con nosotros? Realmente me preocupa. ¿Será que ella ha sido amenazada por David o alguien para alejarse de nosotros? No, no lo creo, pero, no encuentro algo lógico. Ella siempre fue tan amorosa, gentil, tan alegre y espontánea, creo que comienzo a extrañar sus abrazos repentinos y gestos graciosos.

Me pongo de pie y tomo un baño, al salir me pongo unas prendas algo cómodas y casuales. Una camisa manga larga de color verde, un pantalón negro ajustado y un par de tenis blancos. Esto debería combinar bien.

Salgo de mi dormitorio y entonces justo cuando abro la puerta me encuentro al guardia de mi edificio a punto de tocar la puerta.

"Buenos días, joven. Eric, ¿verdad? Acaba de recibir de un paquete, firme aquí de entregado", dice el guardia entregándome un paquete mediano, parece ser una caja de zapatos.

"Tome, y gracias" digo al firmar el recibo.

Regreso a mi dormitorio y entonces puedo ver el paquete, no cabe duda, hay calzado dentro. Al abrir la caja de cartón puedo ver una caja de cartón sólido dentro, de color roja con una 'paloma' blanca grabada en piel.

¿Son tenis?

En cuanto abro la caja puedo ver un hermoso par de zapatillas de fútbol, hechas de piel, de un color marrón con un enorme círculo grabado y un '90' en medio de este a los lados de las zapatillas.

"No puede ser… creí que no se fabricaban desde el 2013…", digo mientras sostengo mis nuevas zapatillas.

El aroma a piel es intenso, son suaves y hermosos, aprecio hasta el más mínimo hilo de las costuras. De pronto, mi mirada puede percatarse de una nota en el fondo de la caja, inmediatamente la tomo y la leo.

"Querido hijo.

 Estos tacos son para ti y para que juegues allá. Disfrútalos, apartamos el primer par en cuanto supimos que volverían a fabricarse nuevamente. Disfruta tu día.

Atte. Tus padres."

No puedo evitar mostrar una sonrisa y guardo los tacos en su caja, mis padres me han dado un maravilloso regalo, no puedo esperar para estrenarlos.

Tras eso, voy al comedor a desayunar en donde puedo ver a Emily y los demás sentados esperándome. Emily lleva una falda ligera de color violeta y una blusa de color blanca de tirantes.

Llego con ellos y antes de sentarme, Emily se pone de pie y me da un abrazo muy fuerte mientras puedo oler su aroma tan delicioso a fresas y caramelo peculiar que suele usar.

Yo, por supuesto, correspondo al abrazo de Emily y la abrazo con fuerza mientras hundo mi rostro en su cuello. Para este punto olvido por completo que los chicos están allí presentes a nuestro alrededor.

"Feliz cumpleaños, Eric", dice Emily quien me da un beso en la mejilla.

No puedo evitar sonreír mientras mi corazón se acelera ligeramente, la verdad es que aún no puedo creer que ella sea mi linda novia. Recuerdo todos los momentos que juntos hemos pasado desde el primer momento en que nos conocimos y me pregunto si realmente podremos tener una vida juntos.

Permanezco perdido en mis pensamientos hasta que Rodrigo me da un golpe en la espalda y me hace reaccionar.

"No te pierdas, amigo" sonriente dice.

Emily me suelta y entonces todos me abrazan uno por uno felicitándome, todos excepto por Sandra. Tras eso, desayunamos juntos y luego de nuestro desayuno, Emily saca una caja y me la entrega. Una caja cuadrada mediana de color azul y un moño blanco.

Ella estira sus manos dándome la caja mientras evita mirarme, "Espero que te guste".

Tomo la caja y la abro lentamente procurando que el moño no se rompa, así, logro quitar la tapa y puedo ver el interior repleto de papel de colores. Meto mis manos y me percibo que hay algo de tela. Es grueso, parece ser un abrigo. Lentamente lo saco evitando que los trozos de papel de colores caigan al suelo y muestro lo que Emily me ha regalado.

Un suéter negro con gorro, siendo sincero se ve increíble, aunque, no veo la marca por ningún lado.

"Vaya, Emily es increíble, esto me gusta mucho", digo.

La textura es muy suave, ¿será hecho artesanalmente? No veo el estambre.

Emily sonríe y sus ojos se iluminan con un brillo cósmico.

"Me alegro, yo misma lo hice, bueno, casi todo" dice, sonriendo con sus mejillas enrojecidas.

Así que ella lo hizo, no parece tejido, supongo que usó máquina de coser. Ahora, parece algo grande, dudo que me quede.

Me pongo el suéter y noto que me queda justo de los brazos, pero demasiado largo del torso. Lo que puedo admitir es que por dentro es excesivamente suave, es como si tuviera algodones.

"¿No es increíble?" dice Emily.

"Creo que me queda algo grande", digo, mirándome por todos lados.

"Lo sé, así lo diseñé, es una especie de impermeable, la tela repele el agua, y por dentro tan suave y cálido para cuando tengas frío" dice ella.

Ya veo, así que tiene sentido que me llegue hasta las rodillas.

"Entiendo, pues muchas gracias, Emi, la verdad es que me encanta".

Me quito el abrigo y lo guardo en la caja.

Tras eso, una de las trabajadoras de la cafetería llega con un pastel cubierto completamente por chocolate. Ella lo coloca en la mesa y se retira.

"¿Chicos?" digo, al ver el pastel en la mesa.

"No digas nada, no me gustan esas cosas sentimentales", dice Rodrigo mostrándome el dedo medio de su mano derecha.

"Todos cooperamos para tu pastel, así que disfrútalo", dice Diana.

No puedo evitar sonreír con esto, nunca pensé que ellos me apreciasen tanto como para este tipo de cosas.

"Muchas gracias a todos, de verdad", digo.

Comemos del pastel con cubiertos que solicitamos al comedor, entonces, regresamos a mi dormitorio. Compramos bocadillos, snacks, bebidas y dulces, en cuanto entramos, aquellos que nunca habían entrado quedaron fascinados.

"Es sencillo, todos solemos tener nuestros dormitorios muy adornados", dice Karla.

"Bueno, es que no me he fijado mucho en eso".

"¡Pues da igual! ¡Pido la cama!", exclama Rodrigo antes de dar un salto hasta mi cama y caer sobre esta.

Enciendo mi televisor y pongo algo de música mientras seguimos platicando y comiendo todo lo que hemos comprado.

"Y dinos, Eric. ¿Qué se siente ser rico?", pregunta Karla.

"El hecho de preguntar algo así honestamente me parecería repudiable, pero, en este momento se trata de la vida de un amigo y me importa saber" Diana complementa la pregunta de Karla.

"Bueno, es que, no lo sé. Para mí es normal, no sé lo que es no tener nada o tener casi nada. Podrían decir que desde que nací he sido rico, mis padres y mis tíos son los que se han sacrificado desde su juventud para conseguir lo que tenemos actualmente. Mis padres son empresarios, son los encargados de mantener la empresa a flote y mis tíos son los ingenieros, los que se encargan de crear las cosas".

"Pero, he visto a mi alrededor, soy muy observador, creo que soy muy afortunado, hay gente que no tiene nada. Podrían decir que soy un rico novato, mi familia tiene costumbres de clase baja, pero por eso mismo somos felices y valoramos lo que tenemos. A mí siempre me ha dado igual la clase económica de la que provengan los demás, lo que importa es qué tipo de persona sean, odio la falsedad".

"Ser rico es increíble, te compras lo que quieres, para mí es más normal de lo que creen, veo algo y si me gusta lo compro. No tengo preocupaciones económicas, pero, me he dado cuenta de algo, el dinero no puede comprar estos momentos con ustedes, créanme, ustedes y mis amigos del equipo en mi ciudad son lo más cercano que tengo a la representación de mejores amigos. Gracias por eso".

Digo eso, pero, aún falta una persona aquí.

Pienso en eso mientras imagino a Sandra sentada junto a Diana como de costumbre.

Karla lleva su mano a su pecho y sus ojos brillan mientras solloza.

"Eso fue…tan tierno", dice con la voz quebrantada.

Sonrío y entonces Emily sujeta mi mano suavemente.

"Es verdad, Emily también es rica, de hecho, más que Eric", dice Rodrigo.

"Eh, ah, sí" Emily tartamudea y se apena un poco.

"Dinos, ¿cómo es tu familia?", preguntan.

"Bueno, a diferencia de Eric, mi familia es más seria, su principal importancia es tener hijos aptos para mantener el linaje, si no eres un genio o un apuesto negociante entonces eres un fracasado y fácilmente te dejarían desheredado. El dinero abunda, pero sus vidas son tan vacías. Es como ir a un festival de Halloween, todos con máscaras ocultando su verdadero ser".

"Honestamente me parece repugnante, pero mis padres son un poco diferentes, soy hija única y soy su valioso tesoro, de hecho, hace un tiempo quisieron organizarme un matrimonio, sin embargo, con mi condición que tenía era imposible"

Para ese momento, Rodrigo interrumpe.

"Es verdad, dinos, ¿qué tenías? ¿Qué fue lo que te volvió tan tímida?", pregunta.

Emily aprieta sus puños y respira hondo.

"Yo… quisiera no hablar de eso", dice ella sonriendo, evitando mirar a todos.

No cabe duda, Emily sufrió algo traumático en su infancia. Ella sigue mirando al pasado y aún le pesa, no es momento para hablar de eso.

Aprieto su mano y ella me mira algo sorprendida, entonces, le muestro mi apoyo con una sonrisa, por lo que ella se relaja y continuamos con el festejo.

Entre bromas, charlas y risas, me doy cuenta de lo feliz que soy actualmente. Meses atrás estaba hundido en mi propia miseria, pero hoy, estoy rodeado de gente muy importante para mí.

Tras un rato, llegamos a cuestionar a Rodrigo sobre su forma de ser tan morbosa.

"Es que eres un enfermo", dice Diana.

"Corrección, soy un chico que sabe lo que quiere" responde, levantando su dedo índice.

"Rodrigo, acosas a las chicas en los entrenamientos de volibol o en los vestidores, eres un degenerado" digo, bebiendo de mi vaso.

"Si alguien acosase así a una chica de tu familia, ¿te gustaría?", digo.

Rodrigo me mira algo molesto.

"Claro que no, pero no es nadie de mi familia, así que, seguiré siendo así siempre", dice entre risas.

Eres un maldito.

Las horas avanzan y entre el ruido, puedo escuchar que alguien toca la puerta. Me levanto del suelo donde me encontraba sentado y camino a la puerta.

¿Alguien vendrá a quejarse del ruido?

Abro la puerta y puedo ver una cabellera azul en mi entrada. Miro desde abajo hacia arriba y puedo ver ese cuerpo que no había visto tan de cerca desde hace unos días.

"S… Sandra…" digo con una voz suave.

Ella tiene sus manos detrás de su espalda baja mientras viste una falda de mezclilla que le llega hasta medio muslo, una blusa rosada con algo de escote y su cabello suelo.

Todos observan y se alegran.

"¡Sandra! ¡Por favor, pasa! ¡Qué bueno que llegaste!", exclama Karla.

Sandra evitar mirarme mientras sonríe y entonces saca sus manos mostrándome un regalo y finalmente puedo ver sus ojos fijamente de nuevo.

"Feliz cumple- ", dice Sandra, sin embargo, no la dejo terminar y la abrazo mientras el regalo cae al suelo.

Ella se mantiene congelada y mira hacia el vacío con un rostro enrojecido por completo mientras deja que la envuelva con mis brazos.

"Gracias por venir, te extrañé mucho", digo.

Ella lentamente me abraza y acaricia mi espalda.

"De nada, perdón por haberme alejado estos días, solo fue una tontería, pero no podía faltar a tu cumpleaños, espero que no sea demasiado tarde", dice ella.

"¡No! ¡Pasa, adelante!", exclamo.

Recojo el regalo que ella me ha dado y entramos a mi habitación cerrando la puerta. Ella se sienta a mi lado izquierdo mientras Emily está en mi lado derecho. Sandra mira a Emily y ambas se sonríen.

Continuamos festejando, aunque al inicio parecía que Sandra se mantendría seria, tras un rato finalmente entró en calor y comenzó a actuar como siempre abrazando a Diana, a mí y a Emily, risas, chistes y bromas. Ella siempre ha sido así, no quiero que cambie nada de esto.

Cerca de las diez de la noche, todos deben regresar a sus dormitorios, mi habitación quedó hecha un desastre, pero eso es lo de menos. La música sigue sonando, pero con un volumen mínimo, así, todos comienzan a despedirse y se marchan.

"Feliz cumpleaños, Eric, que la sigas pasando genial", dice Karla.

Eduardo, Karla y Rodrigo se van. Tras unos minutos Diana también, entonces, solo quedan Sandra y Emily.

"Eric, pasaré a tu baño" Emily se levanta de su lugar y camina hasta mi baño. Así, me quedo solo con Sandra. Ella me mira fijamente, lo puedo notar en reojo, entonces, la miro directamente, provocando que me evada.

"Gracias, Sandy. De verdad, no podía pasarla bien si tú no hubieras llegado", digo.

Ella juega con sus manos mientras sostiene su vaso.

"Sí, no hay de qué, solo quiero que sepas que te quiero mucho", dice.

Me levanto de mi lugar y me sirvo un poco más de refresco y noto que Sandra se quiere levantar por lo que camino hacia ella y la ayudo a ponerse de pie.

Ella toma mi mano y la sostengo con gentileza para levantarla.

"Gracias", dice.

"De nada" respondo con una sonrisa amable.

"Me tengo que ir, ya es algo tarde", dice, limpiando su trasero.

"Sí, descuida, que descanses, y gracias por regresar", digo.

Así, ella me abraza de la nada y me aprieta con fuerza. Ella es como una hermanita menor, su cariño me ayuda mucho, de ahora en adelante voy a protegerla con todas mis fuerzas, no dejaré que nada le pase, ni a ella ni a Emily, ni a nadie de mis seres queridos.

"Eric, cuida a Emily, es la mejor chica que podrías tener a tu lado", dice Sandra soltándome, acariciando mi mejilla suavemente.

 "Lo sé, lo haré" respondo.

Sandra me da un beso en la mejilla y entonces se da la vuelta.

"Nuevamente, feliz cumpleaños, Eric, gracias por todo", dice, saliendo de mi habitación y marchándose.

Sin embargo, ignoro por completo que afuera ocurre algo más.

 

Punto de Vista de Sandra.

 

Tras ese beso mi corazón está muy acelerado. ¡Creo que voy a desmayarme! ¡Por qué lo hice! ¡Será mejor que ma vaya cuanto antes!

"Nuevamente, feliz cumpleaños, Eric, gracias por todo" digo, saliendo del dormitorio de Eric y cerrando la puerta.

En cuanto cierro la puerta, me desplomo en el suelo liberando un suspiro intenso.

"Eres una idiota…" me digo a mí misma.

"Sí, lo eres" alguien más habla, provocando que me levante rápidamente del suelo y grite del susto.

"¡Maldita sea, Diana! ¡Por poco y me orino! ¡Qué rayos haces aquí!", exclamo.

"Te estaba esperando, siempre he sabido que amas a Eric, y me preguntaba cuanto tiempo pasaría hasta que algo como esto ocurriese", dice Diana.

"Diana… ¿Eric alguna vez me miró con ojos de amor?", pregunto.

Diana suspira y coloca uno de sus brazos sobre mis hombros mientras nos vamos caminando.

"No, jamás lo hizo, pero llegó a verte muy atractiva, sobre todo por tus pechos", dice Diana.

"Sin embargo, Eric y Emily se enamoraron casi al mismo tiempo, aunque no te puedo negar que ese complejo de salvador de Eric fue lo que provocó que eso ocurriese, de lo contrario, probablemente tú serías la que estaría allí adentro en este momento y no Emily".

Dejo caer mis hombros sin ilusiones.

"Supongo que tengo que dejar ir la idea de que Eric algún día me amará", digo.

"Nunca digas nunca, y jamás digas para siempre, porque el futuro es un enigma, lo importante es el presente, así que asegúrate de vivirlo al máximo, no mires al pasado ya que sino jamás averiguarás qué te depara el destino" Diana dice esto, soltándome y caminando delante de mí.

Una pequeña sonrisa ilumina mi rostro y sigo a Diana para volver juntas a nuestros dormitorios.

 

Punto de Vista de Eric.

 

Todos se han ido, Emily sigue en mi baño, por lo que comienzo a limpiar la basura que este festejo ha dejado. Asimismo, contesto los mensajes de mis amigos y demás familiares, uno de ellos es Ao.

Tomo una bolsa negra de basura y hecho toda la basura, entonces, Emily sale del baño y puedo verla nuevamente, ella me sonríe y se acerca a mí para ayudarme a levantar el desastre.

"Perdón por dejar todo esto, al menos debo ayudarte", dice ella.

"No, descuida, deberías irte, podrías meterte en problemas si dan las diez y no regresas a tu dormitorio", digo.

Ella sonríe y puedo ver su cuerpo tembloroso. Por algún motivo, ella está muy tensa, y no sé por qué, pero también me está poniendo tenso. Un silencio incómodo nos rodea mientras la música sigue sonando a un volumen bajo, continuamos limpiando, entonces, ambos metemos la basura al mismo tiempo en la bolsa y nos observamos fijamente a los ojos.

"…"

"…"

Ninguno de los dos se mueve, ninguno habla, únicamente nos miramos.

Nuestras manos se tocan y sin previo aviso nos besamos, un beso profundo mientras la tomo de la cintura y ella envuelve lentamente sus brazos alrededor de mi cuello.

Nuestras respiraciones agitadas son lo único que escucho, ignoro por completo la música y cualquier otro sonido. Emily está tan metida en esto como yo, nuestros labios uniéndose periódicamente sin intenciones de ceder.

De pronto, ella se pega demasiado a mí y evidentemente ese músculo que bajo estas circunstancias suele crecer y asimilarse a una roca, aparece, por lo que ella en cuanto se percata de esto deja de besarme.

Nos miramos asustados, pero, fue mi error, no pude controlarlo. Ella me suelta lentamente y me mira fijamente, no parpadea en absoluto, no entiendo qué pasa, pero ella evita mirar lo que hay debajo y únicamente pone sus manos en mi pecho y desciende la derecha lentamente acariciando mi abdomen en el trayecto.

"Eric… eh… yo… ¿deberíamos?" ella respira ásperamente y tiembla, su rostro enrojecido y nuestros alientos me marean. Cuando ella está por llegar a mi abdomen bajo, la puerta suena repentinamente con algunos golpes intensos.

Emily brinca como un gato asustado y se separa de mí.

"Eric Jaeger, la fiesta debe terminar si quieres continuar debiste pedir un permiso en la dirección, todos deben irse a sus dormitorios", dice el guardia desde el otro lado.

Emily toma sus cosas rápidamente y se acerca a la puerta.

"¡Feliz cumpleaños, Eric! ¡Gracias por todo! ¡Que descanses!", exclama mientras habla demasiado rápido y se marcha.

"…"

¿Qué diablos acaba de pasar? ¿Realmente estuvimos a punto de hacerlo?

Sigo limpiando mi habitación sin poder dejar de pensar en eso, la verdad es que no esperaba que esto ocurriese y menos tan pronto. No llevamos ni un mes de ser novios, ¿cuánto tiempo debo esperar para poder tener sexo con mi novia? Alguien debería decirme eso al menos.

En cuanto limpio todo, cierro la bolsa de basura y apago las luces, el televisor y me acuesto en mi cama, pero, el insomnio me golpea, pues, realmente no puedo dejar de pensar eso.

Mierda.