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El primer lunes del mes de agosto fue el día en que la mayoría de los estudiantes del país de Neón regresaron a clases.
Usagi, quien se dirigía hacia sus clases con ojos soñolientos, casi no pensó mucho en los sucesos anteriores contra Nephrite. Mucho menos le importo las noticias. Pero si se fijó mucho en el amuleto que le había regalado Christel y con el que rodo en la cama sonriendo hasta quedarse dormida.
Para Usagi, que el amuleto haya liberado un escudo y haya expulsado a Nephrite, dándole la oportunidad de atacar y lastimando profundamente a Nephrite con un combo, fue, por el amor.
En el día de clases, después de pasar la etapa de soñolienta y estar de nuevo activa como de costumbre, también paso por la serie de interrogación de sus cuatro amigas y compañeras. Pero ella, con solo una sonrisa, dijo que fue por el poder del amor que logro liberar todo su poder y así derrotar a Nephrite con una victoria aplastante.
Después de una serie de frases y acciones presumidas hacia sus amigas, donde les enseño el amuleto en forma de gato. Las chicas pensaron que, si también tendría un amuleto de Christel y estaban en la misma situación, no despertarían también su máximo poder?
Pero, la que ha estado en silencio todo el día desde ayer, es Luna. Ella sabe muy bien que no todo es como Usagi declara. Cree que es probable, que, si las otras Sailor Scout estuvieran en la escena, también notarían la extraña situación.
Es obvio que el amuleto es real y que la energía de la burbuja que protegió a Usagi venia desde el amuleto. En especial porque ella misma lo sintió, y no es la energía de Usagi como Sailor Moon, si no otra muy distinta, pero que definitivamente tenía el aliento de Christel.
Luna está cada vez más convencida de que Christel es la reencarnación de la Reina Serenity. En especial porque ese hechizo de campo de protección en forma de burbuja era una habilidad mágica muy común usada por la Reina.
Pero también le extraño, Quién era la chica de cabello rosado y ojos verdes que apareció?
Tenía la habilidad de controlar las plantas, y fue quien apoyo a Usagi de forma activa con habilidades auxiliares de control, y aunque, después llego Tuxedo Mask, fue más como un trabajador que solo llego a pasar tarjeta, hacer acto de presencia, y luego irse sin hacer ni un trabajo.
Luna tiene preocupaciones en este mundo. No es como el planeta azul aqua de hace diez mil años, parece que muchas especies han aparecido y hay muchas facciones poderosas ahora. Pero al menos esa chica de cabello roza controladora de plantas no es una enemiga.
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Al norte de Tokio, a menos de 15 minutos en tren, en la ciudad de Sarayashiki, un joven y una chica de cabello castaño caminaban en el atardecer, aunque el joven lleva un atuendo completo de ropa de color verde, la chica lleva el típico uniforme escolar de marinero femenino de color azul cielo.
"Yusuke, escuchaste los rumores, al parecer unos demonios atacaron un torneo de tenis en Tokio, eso está muy cerca"
"Keiko, no creas esos chismes, los oficiales dijeron que fue un ataque terrorista... No puedes andar yendo por ahí creyendo sobre ese tipo de cosas. Los demonios y los fantasmas no existen"
"Mm"
Keiko Yukimura solo asintió y levanto su mano derecha, donde un hilo de dolor rojo rodeaba su muñeca y un amuleto en forma de gato de color blanco y un sol en la frente colgaba. Este fue un regalo que recibió de la niña que conoció en el viaje escolar a Kioto. Se lo mando por correo y le dijo que la protegería de cualquier cosa y de todo mal.
Keiko no es como su amigo de la infancia Yusuke, porque recuerda sucesos que no tienen una explicación cuando era niña. Y aunque ha crecido en una educación moderna que le ha dado una educación ideológica de: solo creer en la ciencia y no en el misticismo, dentro de sí misma, sabe que hay cosas inexplicables por la ciencia en el mundo.
En especial con lo que acaba de pasar momentos antes. Keiko miro sobre su hombro y ahí se encontraba una chica con un kimono rosa, cabello azul cielo con toques de turquesa y ojos color azules.
Pero lo importante no es su apariencia física, sino que está flotando!
Así, es, esta extraña chica que flota la ha estado siguiendo desde antes del mediodía. Y aunque parece estar hablándole, no la puede escuchar. La empezó a ver desde un accidente que paso cuando un niño estaba a punto de ser arrollado por un automóvil.
Como primer día de clases, después de las vacaciones de verano. Keiko llego temprano a la casa de Yusuke para despertarlo e instarlo a ir a clases. En este, el último año escolar para su generación de secundaria, Yusuke se ha vuelto cada vez más vago y hasta lo ha visto fumar y tomar alcohol, aunque desde años pasado a faltado a clases, ahora lo hace más seguido y bebe y fuma!
Keiko no sabe que puede hacer para ayudar a su amigo de la infancia, Yusuke, a volver al buen camino. Pero hoy, por consejo de Christel, vino a la casa de Yusuke para hacer que vaya a clases y así que no falte.
Entonces, después de ser recibida por la tía Atsuko Urameshi, la madre de Yusuke, subió las escaleras para despertarlo y hacer que vaya a clases. Atsuko agradeció de todo corazón a Keiko, y amonesto a Yusuke por no agradecer de tener a tan buena amiga, que se preocupa por él todo el tiempo.
Después de despedirse de la tía Atsuko, Keiko seguido a Yusuke para ir a la escuela. Con una actitud feliz, apretó el puño y juro que volvería a su amigo un buen chico. Si Yusuke supiera lo que Keiko, esta amiga de la infancia, piensa, su rostro se pondría negro por quererle poner una tarjeta de –Buen Chico-.
Todo iba bien, llegaron a la escuela e ingresaron al edificio de las clases de tercer grado de nivel de secundaria. Y aunque se tuvieron que separar por un momento, Keiko no pensó que Yusuke de repente se escapara. Pero para su sorpresa, lo hizo.
Cuando llego el maestro encargado de su grupo escolar, y Yusuke no estaba cuando su nombre fue mencionado por el maestro al ver las asistencias. Keiko se puso triste.
Como es la representante de su clase y conocida amiga de Yusuke, el maestro le solicitó la dirección de la casa de Yusuke. El maestro tiene pensado ir a hacer una visita domiciliaria a los padres de Yusuke y anunciarles su récord de ausencia escolar y la posibilidad de repetir el año por faltar a clases.
Keiko no puede rechazar al maestro. Es conocida por ser una estudiante muy responsable y dedicada. Y se refleja su naturaleza organizada y su capacidad para cuidar y guiar a sus compañeros, incluyendo a Yusuke.
Aunque Keiko ahora se encuentra enojada con Yusuke por escapar, se siente preocupada. Horas después de que el maestro volvió y ella le pregunto sobre el compañero de clases Yusuke.
Takanaka solo respondió que no encontró a Yusuke en casa, pero hablo con la madre de Yusuke. Él es un maestro preocupado por el bienestar de sus estudiantes y está especialmente interesado en ayudar a Yusuke a mejorar su comportamiento y rendimiento académico. Y Keiko siente que no está sola en su búsqueda de llevar a Yusuke por el buen camino.
Aunque Keiko es una estudiante responsable que no rompe las reglas. En estos momentos le ha estado mandado correos a Christel en búsqueda de consejos y consuelo. También le mando un correo a la tía Atsuko disculpándose por no impedir que Yusuke escapara de clases.
Atsuko le dijo que no tenía que sentirse responsable ni pedir disculpas. Que ella como madre es quien debe de hacerse cargo de su educación, y que educara bien a Yusuke cuando lo encuentre.
Aun con las palabras de la tía Atsuko y de Christel. Keiko no ha reducido su preocupación. Por lo que, recordando las palabras de Christel, un estudiante no vivió el cien por ciento de su educación si nunca falto a clases, después de la clase del medio día, salió de la escuela para encontrar a Yusuke.
Aunque Christel le dio un pulgar arriba, le dijo que aún no vale ya que lo está haciendo, no por las razones correctas de faltar a clases. Con una sonrisa, Keiko se sintió bien al hablar con Christel.
Pero, al estar distraída por el correo en el celular de Christel, no se dio cuenta de que Yusuke la encontró primero y decidió esconderse y escapar. Un niño pasaba también por ahí en ese momento.
Christel no sabe, que solo por sus correos, ha cambiado el destino. Cuando Keiko levanto la mirada, no encontró al escapado Yusuke, si no a un niño que cruzaba la calle para alcanzar una pelota de futbol, y un carro que se avecinaba a alta velocidad.
Keiko nunca se ha sentido como una persona valiente. Aunque el mundo la ve con una personalidad dulce y calmada, solo Yusuke sabe sobre su mal carácter y sus momentos de enojo.
Por lo que, casi sin pensar, Keiko corrió y se lanzó para empujar al niño fuera de peligro, sin pensar que ella misma seria golpeada por el automóvil.
Solo cuando empujo al niño y se vio a ella misma en el aire y a punto de ser arrollada, supo lo que había hecho y cerró los ojos en desesperación, esperando el inminente dolor que sentiría.
Pero para su sorpresa, no fue dolor lo que sintió, pero si un fuerte ruido de golpe. Cuando abrió los ojos, se encontró envuelta en una burbuja de luz dorada cálida. Al voltear hacia su lado, vio el automóvil impactando a la burbuja que la cubría, y el frente del automóvil estaba como si se hubiera chocado contra un muro sólido.
De alguna forma estaba flotando y observo como en su pecho, donde había colocado su celular por memoria muscular, pudo observar como la figura del gato blanco en realidad brillaba. Cuando quiso bajar, solo dejo de flotar suavemente y se paró con sus dos piernas con tranquilidad.
"Increíble. Como hiciste eso, eres solo una humana, de donde sacaste el poder para crear un campo de fuerza?..."
Un parloteo se escuchó en su oído en este momento, ahí fue cuando conoció a una niña, con un kimono rosa, cabello azul agua con toques de turquesa y ojos color azul.
Pero después de verla por un segundo, recordó al niño y corrió para ver cómo se encontraba. Al levantarlo, ya que se había caído por su empuje, al parecer no se había lastimado ni se había raspado un poco la piel. Aun con el balón en mano, el niño no sabía lo que había pasado.
Keiko dio un suspiro de alivio. Pero recordó el automóvil, el impacto, y la burbuja dorada que la salvo, y no supo que hacer.
"Solo corre..."
Fue lo último que escucho de esa chica que flotaba. Reaccionando, solo pudo correr con el niño de la mano hacia el lado donde venia, y luego lo llevo a su casa donde su madre lo abrazo.
Después solo se despidió simplemente y se fue de ahí. Para momentos después, encontrar a Yusuke en un parque con un cigarro. Enojada, se puso a regañarlo y pelar con él por escapar de clases y hacer que su madre se preocupe y que el maestro Takanaka tenga que hacer una visita domiciliaria.
Pero dentro de ella, seguía pensando en el evento, tomando su celular con la mano sin soltarlo, mirando al conejo blanco y a la niña que la seguía flotando.
Christel también noto que su amuleto protector se había activado, aunque no sabía que había pasado con Keiko, sabe que su historia tiene encuentros con monstruos fantasmas y demonios, por lo que, sin pensarlo, mando más energía espiritual y su energía natural misteriosa.
Como estaba en clases en ese momento, y no había un golem cerca, no podía ayudar directamente, más que proporcionar energía. Pero cerro los ojos y quiso ver, con los ojos del gato, pero lo único que pudo ver fue una clavícula, un cuello delgado, unas montañas suaves y blancas, y un acantilado.
Casi al instante su fuego se encendió, provocando que Momo y Nana sintieran el aroma natural de Christel.
Pero lo que no sabe Christel, es que se interpuso, indirectamente, en el nacimiento del detective espiritual Yusuke.