Una vez que el entrenamiento acabó, mi maestra y yo nos dirigimos hacia mi nueva casa. Estaba cansado debido a que usé una gran cantidad de mi energía, así que solo quería descansar. Una vez entramos, mi madre se acercó a nosotros y le habló a mi maestra de forma emocionada:
-Y, ¿cómo lo hizo mi hijo? ¡Asombroso, ¿no es así?!
-Sí, realmente lo hizo increíble.
-¡¡Bieeeeen!! Haré papas al horno con carne para celebrar que tu primer entrenamiento haya sido un éxito. Pero primero, vete a bañar, te preparé el agua.
-Está bien, mamá -respondí con una sonrisa en mi rostro.
Una vez terminó la conversación, me dirigí hacia mi habitación a buscar mi vestimenta para dormir. Cuando la tuve en mis manos, me dirigí hacia el baño, reflexionando sobre cómo funcionaba este mundo y su magia.
Al entrar al baño, encontré a mi padre en la tina, y me habló:
-Oh, hola Aelio, ¿cómo te fue en tu primer entrenamiento?
-Ehhh, bien... Realmente no creí que me funcionaría a la primera... jejeje, y también pude ver algo de mi maestra...
-¡Jajajajajaja! Realmente eres mi hijo, tienes los mismos gustos. Bueno, mañana será tu segundo entrenamiento conmigo, así que prepárate, porque no será fácil.
-Estaré preparado para todo.
-¡Así se habla!
Una vez terminamos de hablar, me desvestí y me metí en la tina junto a mi padre. Hablamos sobre lo que había hecho cada uno en el día: él me contó que cazó un jabalí mientras investigaba un extraño ruido proveniente del bosque, y yo le conté sobre lo que hice hoy, la magia que logré aprender y otras cosas.
-Ehh... Aelio, ¿no has pensado en salir a conocer más el pueblo donde vivimos?
-Ehh, realmente no lo había pensado, pero ahora que lo mencionas... ¿Papá, puedo salir mañana antes de entrenar?
-Pues claro. Pero ten cuidado, no te vayas tan lejos y no llegues tarde, porque si no, me enfadaré.
-Está bien.
Una vez terminamos de hablar, me puse a pensar en hacer nuevos amigos. Extraño a mi mejor amigo de mi antigua vida, cómo me apoyaba en todo y cómo nos considerábamos como hermanos. Esa conexión no creo volver a sentirla...
Ya vestidos, nos dirigimos los dos hacia la mesa mientras él me contaba lo que hizo en su niñez con sus maestras y chicas que conocía. Una vez llegamos, mi madre sonrió al ver cómo el vínculo entre mi padre y yo iba mejorando poco a poco, ya que no hablábamos mucho anteriormente.
Nos sentamos en nuestros respectivos asientos, rezamos por la comida y procedimos a comer. Mientras comíamos, hablaron de muchas cosas: cómo mi madre hizo crecer un árbol de manzanas gracias a su magia de plantación, cómo mi padre cazó el jabalí (con detalles y haciendo gestos graciosos) y mi maestra contó cómo me fue en mi primer día de entrenamiento y sobre el potencial que podría tener. Yo solo reí, pero en el fondo de mi corazón me sentía algo nostálgico.
Una vez terminamos, me dirigí a mi habitación, no sin antes desearles buenas noches a todos. Al entrar, tuve una idea: escribir mis ideas a futuro en un libro, mis objetivos y lo que quería hacer con mi vida de aquí en adelante. Así que me puse manos a la obra. Salí de mi habitación silenciosamente, pero escuché gemidos que provenían de la habitación de mis padres. Me asomé un poco y los vi teniendo sexo. Bueno, claramente me aparté después de unos cinco segundos.
-Tal parece que me están haciendo un hermanito, ¿eh? -murmuré.
Seguí mi camino para buscar un libro vacío. Bajé de puntillas, aunque creo que no me habrían escuchado de todas formas, ya que estaban muy concentrados en lo suyo. Me dirigí hacia el sótano en busca de un libro. Mientras buscaba, esos feos recuerdos volvieron a mi cabeza: cómo, por estar distraído, le dispararon a mi compañero... cómo tuve que matar a alguien... ¡MIERDA! Putos recuerdos basura. Me giré rápidamente al escuchar un ruido detrás de mí, apuntando con la nueva magia que aprendí hacia esa dirección, pero no había nada.
Así que tomé el libro y una pluma, y corrí rápidamente hacia mi habitación. Pero al pasar cerca de la habitación de mis padres, seguían gritando. Pues sí, parece que realmente están activos...
La luz de mi maestra estaba prendida, la puerta medio abierta y su cuarto se encontraba al lado del de mis padres, así que entendí por qué no podía dormir. Caminé silenciosamente para dar un vistazo, me asomé un poco para ver y mi maestra se encontraba tocándose. Bueno, no la culpo, creo que ellos no entendían que había más gente en la casa.
Maravillado por esta hermosa vista, me puse a recordar que yo morí virgen. No pude experimentar el amor en todos los sentidos. Las parejas que tuve siempre terminaban mal o eran infieles. Bueno, espero que en este mundo no pase lo mismo. ¡No! ¡Me esforzaré para que no pase!
Una vez pensado esto, aparté la mirada. Quería ver más, pero tenía cosas que hacer. Realmente disfruté la vista, jeje.
Una vez llegué a mi cuarto, cerré con discreción la puerta, puse el libro encima del escritorio, prendí la lámpara que se encontraba a mi lado y comencé a escribir.
-Mmm, bien, veamos cuáles serán mis objetivos... ¡Ya sé! Veamos:
1. Ser fuerte, dado que este mundo era mágico y viviría por muchos años, no iba a desperdiciar mi vida de una manera estúpida. Trataré de sacarle el mayor provecho a esta nueva vida.
2. Tener una vida tranquila, pero con muchas aventuras. Quería que esta vida sea increíble, no quería botar a la basura la segunda oportunidad que me dio Dios. Así que no buscaré problemas, trataré de tener muchas aventuras y mucho conocimiento de esta.
3. Tener un final feliz. Realmente deseé en mi vida anterior terminar de una manera tranquila, con una familia que me acompañaría hasta mi muerte, una esposa cariñosa y amorosa, niños o niñas, una hermosa casa y tres mascotas. Esa era la idea principal de mi vida, pero como no se pudo, trataré de hacerlo aquí.
4. Por último, no morir virgen. Quiero experimentar ese deseo sexual que nunca pude sentir, esa sensación que nunca tuve la oportunidad de tener. Aunque morí a los 22 años, nunca tuve la oportunidad de conocer personas para tener lo que quisiera, y eso no pasará en esta nueva vida."
Una vez terminé de escribir los objetivos que quería cumplir con mi vida, cerré el libro, saqué el que tenía debajo de mi cama y coloqué este nuevo libro. Una vez hecho eso, cerré los ojos y traté de dormir con complicaciones. Dios, ¿cómo tienen tanta energía?.
Desperté otra vez con esos mismos recuerdos que me atormentaban noche tras noche, pero fuera de eso, el día estuvo tranquilo. Era alrededor de las 11 a.m. y procedí a levantarme. Caminé por los pasillos y me di cuenta de que mi padre seguía durmiendo. Bueno, con lo de anoche, creo que cualquiera quedaría agotado. Bajé las escaleras y vi a mi madre sentada junto a mi maestra, hablando de magia. Mi madre me vio y me habló:
-Oh, hola hijo. ¿Cómo has dormido?
- Eh, hola. Dormí bien, a pesar de los ruidos.
Una vez mencioné esto, mi madre y maestra se sonrojaron rápidamente. Bueno, no las culpo; igual es vergonzoso.
- EEEEh, y qué harás hoy -preguntó de una forma nerviosa-.
- Tenía planeado salir a conocer un poco el pueblo donde vivíamos. Mi padre me aconsejó esto, para conocer gente y hacer unos amigos.
- Bien, me parece perfecto. Pero come y sales, ¿ok?
- Está bien, mamá.
Después de eso, mi madre me pidió disculpas sobre lo de anoche.
Una vez terminé de comer, me coloqué mi ropa para salir, pero antes, mi maestra me recordó la lección que tuvimos sobre la magia y que, si tenía que ayudar a alguien o veía a alguien en problemas, no dudara en usarla. Claramente, lo haría. ¿Cree que me quedaría con los brazos cruzados? Pues no.
Una vez ella terminó de hablar, me fui hacia la puerta para explorar el pueblo.
Lo primero que vi fueron árboles; este pueblo se encontraba a la mitad del bosque. Había gente elfa y humana. Algunos tenían plantaciones, otros estaban trabajando y otros talando un poco de madera.
Mientras caminaba, vi que no había muchos niños de mi edad. Los que había eran de aproximadamente unos 13 años de edad y sabía que probablemente no estarían interesados en tener un amigo como yo. Así que procedí a seguir mi camino.
Obtuve plantas en el camino, al igual que algo de fruta. Lo recogí porque sabía que a mi madre le encantaría. Mientras seguía caminando, sentí una presencia extraña. Algo me erizó la piel. Temí que algo iba a suceder. Pasó 1 minuto hasta que:
- ¡¡AAAAAHH!! NO, NO POR FAVOR. NO ME COMAS, MALDITA BESTIA.
Escuché un grito. Sabía que alguien estaba en problemas. Ese grito me recordó al niño que tuve que matar... MIERDA, pero no es tiempo de pensar... TENGO QUE IR.
Corrí rápidamente hacia la zona del grito. Se trataba de una niña de unos 7 años de edad aproximadamente, acorralada por unos 2 perros salvajes que trataban de matarla.
Sin dudarlo, tiré el bolsito que tenía, estiré mi mano, la abrí y conjuré el hechizo que había aprendido:
- ¡¡SUSURRO DE BRISAAAA!!
Pero qué... no pasó nada. Extrañamente, mi conjuro no fue lo suficientemente preciso o realmente no sé qué mierda habrá pasado.
- ¡¡MIERDA, AHORA SABEN QUE ESTOY AQUÍ!!
La niña me miró, al principio con esperanzas, pero una vez me analizó bien, sus esperanzas cayeron al suelo... Uno de los perros se dirigió rápidamente hacia mí. El otro se mantuvo con la niña.
Vi una rama que traté de usar como mini espada. Así que una vez vi la distancia adecuada, traté de que mi hechizo funcionara otra vez, pero esta vez controlé mi energía, me tranquilicé, apunté hacia el suelo y grité:
- ¡¡SUSURRO DE BRISA!!
Una vez pronuncié esas palabras, me impulsé un poco hacia arriba, pero fue lo suficiente para estar arriba del perro salvaje. Así que recordé el entrenamiento que tuve en la militarizada; sabía que no me funcionaría bien con este cuerpo. La rama tenía la punta un poco filosa, así que yo en el aire, con la rama apuntando hacia la cabeza del perro, procedí a caer con gran velocidad. El animal se lanzó hacia mí, pero este era su fin... Por última vez usé susurro de brisa para clavar al animal hacia el suelo; la diferencia es que esta vez lo hice con mayor concentración de energía, haciendo que esta vez saliera con mucha más potencia:
- SUSURRO DE BRISAAA
Había salido exitoso, así que una vez el animal estaba clavado boca abajo en el suelo, caí clavándole la rama en la garganta. Dado que ya había matado animales en mi anterior vida, aunque eso no quita esa sensación de sentirse asqueado, pude reaccionar rápidamente para mirar hacia el otro animal.
Levanté mi mano apuntando hacia el otro animal; él se mantuvo firme tratando de intimidarme, pero no lo hizo. Así que procedí a canalizar mi hechizo:
- SUSURRO DE BRISAA
Pero... nada. No salió nada. No me quedaban más fuerzas para conjurar otro hechizo... Maldita sea, ¿acaso moriré de nuevo? El perro se acercó hacia mí lentamente; me puse nervioso, no sabía qué hacer, estaba contra la pared acorralado. La rama que tenía anteriormente estaba rota, debido a la fuerza con que caí. La niña se fue corriendo hacia el pueblo... ¡Maldita perra!...
El animal se lanzó furioso hacia mí, con una mirada penetrante se lanzó con rabia; iba a una velocidad que era difícil de ver. Desesperado, no sabía qué hacer; traté de conjurar nuevamente el hechizo, pero sin frutos. Con lágrimas en los ojos, me puse en una postura desafiante para este, pero fue en vano. Este se lanzó hacia mí, con el hocico listo para morderme, así que eso hizo. Puse el brazo frente a mí para tratar de protegerme: ¡aaaaaa, mierda, cómo duele!
Pero abrí los ojos de sorpresa cuando vi que el animal tenía una flecha clavada en su cabeza. Alguien llegó para rescatarme; una vez vi de quién se trataba, era un hombre elfo que tenía un arco y una flecha consigo, y al lado estaba la niña que había corrido hacia el pueblo, parece que fue a buscar ayuda. Pero eso no quita el hecho de que me dejó a mi suerte; eso no se hace.
Pero regresó el dolor, dolía como una mierda. Grité apretando la herida con fuerza para que dejara de sangrar. El hombre en cuestión me sacó mi mano de mi herida y procedió a decir un hechizo de curación:
- Renacer del corazón.
Una luz gigante salió de mi brazo, curándolo de inmediato. Me sorprendí de una manera que no tienen idea, pero la niña al lado de él no. Una vez curado, di las gracias, tratando de procesar lo que acababa de suceder.
Estuve sentado y la niña de antes se sentó a mi lado:
- Emm, oye, perdón por huir, pero no sabía qué hacer. Lo lamento, estaba desesperada y asustada.
- No te preocupes, al menos volviste y no me dejaste morir -le dije con una sonrisa-.
- Jejeje, gracias por salvarme. Realmente estoy muy agradecida. Mi nombre es Eryndel Faelivrin.
- Bonito nombre, pero un apellido complicado, yo soy Aelio kurogane, espero que seamos buenos amigos.
Ella era muy linda, con orejas puntiagudas y pelo blanco que parecían sacadas de un cuento de hadas. Su ropa élfica era impresionante: un vestido de gasa azul celeste, un chaleco corto de terciopelo verde, mangas largas y holgadas, un cinturón trenzado de cuero y botas bajas de cuero marrón.
Mientras caminábamos, ella me preguntó sobre el hechizo que había aprendido. "Emmm, este hechizo lo aprendí gracias a mi maestra", le expliqué. "Es una magia simple pero muy eficaz, considerada de nivel aprendiz. Tienes que ajustar tu energía y tranquilizarte para poder medir su fuerza". Me sentí un poco avergonzado al admitir que aún me faltaba práctica.
Eryndel se sorprendió. "OAAA, es realmente increíble. Mi familia solo sabe usar magia de sanación. El que te curó antes era mi hermano, el más experto de la familia. A mí me gustaría ser como él, pero no me toma mucho en cuenta debido a que está trabajando".
Comprendí su situación. "Es increíble, la magia es impresionante. Por lo que vi, me sanó por completo. Lamento escuchar que no tienes tiempo para practicar debido al trabajo de tu padre".
Mientras conversábamos, encontramos un lugar tranquilo cerca de mi casa y nos sentamos a seguir charlando. "¿Y tú sabes usar magia?" pregunté curioso.
"Ee sí, pero solo sé usar magia de curación nivel novato", respondió. "Hace poco mi hermano me enseñó y explicó sobre la magia". Me pareció interesante. "¿Qué puedes hacer con esa magia?"
"No mucho, en realidad solo puedo curar heridas leves", admitió con una sonrisa triste.
Me ofrecí a enseñarle el hechizo que había aprendido. "¿Te gustaría que te enseñe la magia que use?"
"CLAROOO", respondió emocionada, aunque un poco avergonzada. "Si no te molesta...".
"Tranquila, no tengo ningún problema", la tranquilicé.
Después de explicarle cómo funcionaba la magia, Eryndel la puso a prueba. "Mmmm, veamos... susurro de brisa". Claramente no funcionó, pero no me preocupó. "Tranquila, no te enojes si no te sale a la primera. Toma tiempo poder conjurarlo".
- Considera agregar más detalles sobre los sentimientos de Aelio al conocer a Eryndel y convertirla en su primera amiga en este nuevo mundo.
- La reacción de Eryndel al conocer la habilidad de Aelio es divertida y auténtica.
- La conclusión del capítulo es clara y directa, pero podrías agregar más tensión o intriga para dejar al lector ansioso por seguir leyendo.
Aquí te dejo el texto con algunas correcciones menores:
"-¿Y tú cuánto demoraste en hacerlo?" preguntó Eryndel.
"Mmm... lo logré hacerlo a la primera", respondí sonriendo.
"¡¡Q..QUE!! ¡Realmente lo hiciste la primera! ¡Eres increíble!" exclamó Eryndel.
Me reí. "Jajaja, muchas gracias. Me siento honrado."
Ya era tarde y tenía que regresar a mi casa. "Escucha, Eryndel, si quieres venir mañana podemos jugar y te presento a mi maestra", le dije.
Eryndel sonrió. "Me encantaría."
"Genial. Vivo en esa casa de allí", le indiqué señalando. "Pásate mañana por la mañana."
Eryndel asintió. "Estoy emocionada. Hasta mañana, Aelio."
Me despedí de Eryndel y regresé a mi casa, sabiendo que mi padre podría estar enojado si llegaba tarde. Pero valió la pena, ya que había encontrado a mi primera amiga en este extraño mundo.