La batalla entre Víctor y Xal'Azar se intensifica mientras la existencia se transforma en un abismo de oscuridad. Xal'Azar, con su inmenso poder, ha devorado a Jehová y ahora domina una vasta oscuridad donde la realidad parece haberse desvanecido. La única luz visible es el brillo ominoso de Xal'Azar, reflejo de su dominio sobre la existencia.
Víctor, con una velocidad y fuerza abrumadoras, se lanza contra Xal'Azar. Su golpe es tan potente que atraviesa el plano del árbol chino, un lugar de luz divina y pureza. El árbol gigante, símbolo de esperanza y equilibrio, es destruido por la fuerza de Víctor. Con otro golpe devastador, Víctor y Xal'Azar regresan a la oscuridad total, donde Xal'Azar comienza a devorar los restos de planetas flotantes, incluyendo la Tierra, ahora destruida.
Víctor, Rigor y José del futuro son tragados por la boca de Xal'Azar. Mientras caen por el interior de la criatura, Víctor usa sus manos para crear ataques de energía que forman escalones en el interior carnoso. Se agarra de uno de estos escalones, ayudando a José del futuro y, posteriormente, a Rigor, mientras continúan descendiendo.
Finalmente, llegan a un suelo carnoso en el interior de Xal'Azar. El ambiente es grotesco y peligroso, pero Víctor, ahora con la fuerza y velocidad aumentadas, está decidido a seguir luchando. Junto a Rigor y José del futuro, se preparan para enfrentar la última etapa de su batalla contra Xal'Azar en el corazón mismo de su existencia.
Víctor, al caer al suelo carnoso en el interior de Xal'Azar, se encuentra con una visión inesperada: Jehová, el dios omnipotente, está crucificado en un estado de sufrimiento y desesperación. La escena es un contraste impactante con la oscuridad que rodea el interior de Xal'Azar. Jehová, con su presencia aún imponente a pesar de su estado, refleja un dolor profundo y una derrota inconmensurable.
Víctor, atónito, observa la imagen de Jehová, reconociendo la magnitud del sufrimiento que ha ocurrido. Esta visión le recuerda la gravedad de la situación y la desesperación de la batalla que está por librar. El destino del universo y el equilibrio de la existencia están en juego, y la imagen de Jehová crucificado sirve como un recordatorio sombrío de lo que está en riesgo.
El impacto emocional es evidente en Víctor, quien, aunque enfocado en su misión, siente la presión de la lucha y el peso de lo que se ha perdido. Sin embargo, la determinación en su mirada no disminuye; sabe que debe enfrentarse a Xal'Azar para salvar lo que queda del universo y restaurar el equilibrio.
Víctor, al observar a Jehová intentando liberarse de su crucifixión, siente un impulso de ayuda, pero la llegada de Xal'Azar interrumpe sus pensamientos. Xal'Azar, al adentrarse en su propio cuerpo para enfrentar a Víctor, demuestra que no está dispuesto a permitir que nada interfiera en su dominio absoluto.
El interior del cuerpo de Xal'Azar se torna aún más oscuro y turbulento, con tentáculos y estructuras distorsionadas que representan su esencia caótica. Víctor, sintiendo la presencia de Xal'Azar acercándose, se prepara para el enfrentamiento. La escena de Jehová intentando liberarse, aunque conmovedora, se convierte en una motivación adicional para Víctor: la necesidad de terminar con Xal'Azar para restaurar el orden y salvar a aquellos que aún quedan.
El ambiente se carga de tensión mientras Xal'Azar y Víctor se preparan para el combate decisivo. Cada movimiento y decisión se vuelve crucial en esta confrontación final, donde el destino del universo y de Jehová pendía de un hilo.
Victor, Rigor y José del futuro, con sus poderes renovados y una determinación inquebrantable, se lanzan al combate contra Xal'Azar.
Victor utiliza su velocidad inconmensurable y su habilidad de energía para atacar a Xal'Azar con una serie de golpes rápidos y devastadores, buscando crear brechas en la defensa del enemigo.
Rigor, con su habilidad para detener el tiempo y su técnica de combate preciso, se mueve estratégicamente para atacar los puntos débiles de Xal'Azar, buscando interrumpir sus movimientos y ofrecer apoyo a Victor.
José del futuro, con su conocimiento avanzado y habilidades mejoradas, lanza ataques a distancia y utiliza su experiencia para anticipar los movimientos de Xal'Azar, coordinándose con Victor y Rigor para maximizar el daño.
Xal'Azar, aún en su forma gigantesca y poderosa, responde con tentáculos destructivos y ataques abrumadores, tratando de mantener a los héroes a raya mientras se prepara para su contraataque. La batalla es feroz y caótica, con cada bando buscando aprovechar sus fortalezas para superar al adversario.
El choque de poderes y habilidades crea una tormenta de energía y destrucción en el interior de la gigantesca entidad, mientras Victor, Rigor y José del futuro luchan con todas sus fuerzas para asegurar la victoria y salvar al universo.
Victor, Rigor y José del futuro, con sus poderes renovados y una determinación inquebrantable, se lanzan al combate contra Xal'Azar.
Victor utiliza su velocidad inconmensurable y su habilidad de energía para atacar a Xal'Azar con una serie de golpes rápidos y devastadores, buscando crear brechas en la defensa del enemigo.
Rigor, con su habilidad para detener el tiempo y su técnica de combate preciso, se mueve estratégicamente para atacar los puntos débiles de Xal'Azar, buscando interrumpir sus movimientos y ofrecer apoyo a Victor.
José del futuro, con su conocimiento avanzado y habilidades mejoradas, lanza ataques a distancia y utiliza su experiencia para anticipar los movimientos de Xal'Azar, coordinándose con Victor y Rigor para maximizar el daño.
Xal'Azar, aún en su forma gigantesca y poderosa, responde con tentáculos destructivos y ataques abrumadores, tratando de mantener a los héroes a raya mientras se prepara para su contraataque. La batalla es feroz y caótica, con cada bando buscando aprovechar sus fortalezas para superar al adversario.
El choque de poderes y habilidades crea una tormenta de energía y destrucción en el interior de la gigantesca entidad, mientras Victor, Rigor y José del futuro luchan con todas sus fuerzas para asegurar la victoria y salvar al universo.
Victor, Rigor y José del futuro se enfrentan a los rayos de energía de Xal'Azar con destreza y coordinación:
Victor utiliza su velocidad inconmensurable para moverse en patrones complejos, esquivando los rayos con movimientos rápidos y precisos. Su capacidad para anticipar los ataques le permite evitar la mayoría de los rayos mientras sigue lanzando contraataques desde ángulos impredecibles.
Rigor, usando su técnica de detener el tiempo en breves ráfagas, ralentiza los rayos y mueve su cuerpo con precisión, esquivando los ataques y posicionándose para lanzar sus propias ofensivas. Su habilidad le permite crear aperturas en la defensa de Xal'Azar al atacar en momentos críticos.
José del futuro, con su experiencia avanzada, emplea habilidades defensivas y ofensivas, creando barreras temporales y usando ataques a distancia para desviar o absorber algunos de los rayos. Su conocimiento avanzado de las tácticas le ayuda a predecir y contrarrestar los movimientos de Xal'Azar.
A pesar de su habilidad para esquivar, los rayos de Xal'Azar siguen siendo una amenaza constante, y la batalla se intensifica a medida que los héroes luchan por mantener la ventaja y encontrar una manera de superar a la imponente entidad.
Xal'Azar, con su velocidad imparable, comienza a controlar las mentes de Rigor y José del futuro, forzándolos a luchar a su lado. Mientras Victor esquiva con agilidad los rayos de energía que disparan desde el cuerpo de Xal'Azar, se da cuenta de que la velocidad de los ataques se está acelerando a un ritmo descontrolado. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse a salvo, uno de los rayos impacta directamente en su brazo izquierdo, desintegrándolo instantáneamente y dejándolo con una herida abierta y sangrante.
Victor intenta regenerar su brazo con rapidez, pero el ataque de Xal'Azar ha bloqueado su capacidad de sanación. Con el brazo izquierdo severamente dañado y la regeneración imposibilitada, Victor se ve obligado a caer contra el suelo, rodando y tambaleándose por el impacto y el dolor. La incapacidad de usar su habilidad de regeneración lo deja vulnerable, y el suelo se convierte en un campo de batalla brutal mientras lucha por recuperarse.
Victor, con el brazo izquierdo gravemente herido y sin poder regenerarse, intenta levantarse con dificultad. Mientras lo hace, siente una masa negra emergiendo de su cuerpo, una forma oscura y humanoide que se materializa ante él. Es Evil Victor, que había estado bajo control y ahora se manifiesta con una presencia amenazante.
Xal'Azar observa la aparición de Evil Victor con una sonrisa cruel y satisfecha. Con voz cargada de desprecio, comenta: "Ahora que te queda, chico, no te queda nada. Morirás como todos los demás." Su tono está impregnado de una seguridad despiadada mientras se prepara para dar el golpe final, seguro de que la derrota de Victor es inevitable.
Victor, mirando a Evil Victor y luego a Xal'Azar con determinación, responde con voz firme a pesar del dolor:
"Crees que el poder te hace invencible, pero te equivocas. Cada golpe que doy, cada sacrificio que hago, es por aquellos que aún creen en la esperanza. No importa lo que intentes, no me rendiré. La luz siempre encontrará una forma de vencer a la oscuridad."
Con un grito de desafío, Victor se prepara para enfrentar lo que venga, convencido de que la resistencia y el coraje pueden desafiar incluso al mal más absoluto.
Xal'Azar, al adoptar su tercera transformación, asume una forma humanoide que refleja la imagen y semejanza de Jehová. Su apariencia es la de un ser divino, con una presencia majestuosa que emite una mezcla de poder y serenidad. Sus rasgos son ahora similares a los de Jehová, pero con una intensidad oscura en su expresión.
Con una postura imponente y una mirada que parece penetrar el alma, Xal'Azar observa a Victor con una mezcla de desdén y anticipación. Su nueva forma resalta una combinación de la autoridad divina y la corrupción primordial, una manifestación final de su poder absoluto.
Victor, viendo esta transformación, se da cuenta de que está enfrentando la versión más peligrosa de su enemigo, pero no deja que esto lo desanime. Se prepara para el combate final, consciente de que debe usar todo lo que queda de su fuerza y determinación para enfrentarse a esta entidad que ahora posee el poder y la apariencia de un dios.
Xal'Azar mantiene una expresión seria mientras apunta a Victor con una bola de energía en su mano izquierda. La esfera brilla con una intensidad aterradora, mostrando un poder que parece desbordar toda lógica y comprensión. La energía en su interior palpita con una fuerza primordial, lista para ser liberada en un ataque devastador.
La atmósfera a su alrededor se tensa, y el aire parece vibrar con la presión del poder que Xal'Azar concentra en la esfera. Su mirada fija en Victor refleja un desafío definitivo, un claro indicio de que está dispuesto a acabar con él de una vez por todas.
Evil Victor, con una sonrisa de satisfacción, se gira hacia Xal'Azar y dice: "Perdón, pero necesito el cuerpo de ese insecto."
Con un movimiento rápido, lanza una explosión directa a las manos de Xal'Azar, desestabilizando su ataque y creando una oportunidad para él y Victor. Se acerca a Victor y, con un tono desafiante, agrega: "Hey idiota, sube el ánimo. No quiero morir de una manera tan patética junto a ti. Hay que terminar con este estúpido."
Evil Victor se fusiona con el cuerpo de Victor, combinando sus fuerzas en una sola entidad. Victor se levanta eufórico, su espíritu rejuvenecido por la fusión, y enfrenta a Xal'Azar con renovada determinación. Mientras tanto, Xal'Azar, sin piedad, elimina a Rigor y José del futuro, dejándolo todo reducido a un enfrentamiento final entre él y Victor.
Victor, con una sonrisa eufórica en su rostro, grita: "¡Ah? ¡Será cierto... tal vez sea cierto! ¡Es muy cierto!"
Con una energía renovada, lanza una serie de ataques devastadores utilizando una combinación del arte marcial Kyokushinkai y boxeo. Sus movimientos son rápidos y precisos, impactando a Xal'Azar con una fuerza imparable. Cada golpe resuena con la intensidad de su furia, mientras busca desestabilizar y vencer a su poderoso adversario.
Xal'Azar, con rapidez y furia, expulsa a Victor de su cuerpo, enviándolo al vacío del espacio. En la oscuridad infinita, Victor activa la técnica 'ira dansandankai', rodeado por un fuego morado que intensifica su fuerza y resistencia. Mientras se dirige de vuelta hacia Xal'Azar, su voz resuena con desdén: "¡Miserable!"
Victor se abalanza sobre el cuerpo real de Xal'Azar con una fuerza abrumadora, descargando golpes implacables. Xal'Azar, enfurecido, responde con su propio ataque brutal, pero Victor, con una determinación inquebrantable, resiste cada embestida. "Ya casi estás dispuesto a morir," afirma Victor, sabiendo que está a punto de alcanzar la victoria en esta batalla épica.
Xal'Azar, enfurecido por el dolor inesperado, gritó con rabia: "¿Cómo me va a ganar un mortal, un estúpido mortal?" Su grito resonó en la inmensidad mientras lanzaba un ataque final con toda su furia hacia Victor.
Victor, sintiendo el peso de la batalla pero con una fuerza que parecía inagotable, gritó: "¡Golpe solar total!" Su brazo se tensó mientras canalizaba una energía inmensa, lanzando un golpe devastador que desencadenó una explosión a la inversa.
Justo antes de que Xal'Azar lo alcanzara, Jehová, liberado por la onda expansiva del ataque, se deslizó por el lado izquierdo del cuerpo de Xal'Azar, debilitándolo significativamente. El poder de Xal'Azar disminuyó, y en ese instante, el golpe de Victor impactó con toda su fuerza, destruyendo el cuerpo de Xal'Azar y la mitad de su concepto mismo.
Un fragmento diminuto del cuerpo de Xal'Azar, reducido a nivel microscópico, fue lanzado a través de un portal diminuto, tan pequeño que Victor no se dio cuenta. La explosión resultante fue tan inmensa que, en lugar de expandir el universo, parecía revertirlo: un Big Bang a la inversa. La vida misma comenzaba a desintegrarse en la nada, y la existencia tal como la conocían estaba al borde de la destrucción.
El futuro del universo pendía de un hilo.
Victor, tras derrotar a Xal'Azar, quedó flotando en el vacío de la existencia, observando cómo todo lo que alguna vez conoció había sido destruido. La explosión a la inversa había borrado planetas, estrellas, y cualquier rastro de vida. No había un hogar al que regresar, ni un lugar donde vivir. El universo parecía haberse convertido en una vasta extensión de nada, un lugar sin futuro.
Mientras flotaba en ese inmenso vacío, la realidad de lo que había sucedido comenzó a asentarse en su mente. Había ganado la batalla, pero a un costo indescriptible. La destrucción de Xal'Azar y su poder habían llevado a la disolución de todo lo que amaba. A pesar de su victoria, la sensación de desolación era abrumadora.
Victor, ahora con todo el poder acumulado durante la lucha, sabía que tenía una elección difícil. ¿Intentaría reconstruir lo que fue perdido, creando un nuevo universo desde las cenizas de lo destruido? ¿O simplemente se resignaría a ser el último ser en un vacío sin sentido?
Fin del arco.