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Chapter 4 - Episodio 4: guerra universal

Víctor, habiendo causado caos y destrucción en su universo, decidió que era el momento de buscar nuevos horizontes para su reinado de terror. Para evitar que su familia y seres queridos pudieran rastrearlo o intervenir, dejó una nota en la puerta de su casa que decía:

"Regresaré dentro de cinco meses."

Con su mensaje claro y su ausencia garantizada, Víctor utilizó sus habilidades para viajar a otro universo. En un parpadeo, se desplazó a través de las dimensiones y llegó al universo número 5.

Al llegar a este nuevo universo, se encontró en un planeta densamente poblado. La atmósfera y la apariencia del planeta eran diferentes, pero el paisaje urbano y la presencia de muchas personas eran evidentes. Sin perder tiempo, Víctor comenzó a desplegar su poder, causando caos y destrucción en la ciudad en la que había aterrizado.

Las personas, sorprendidas por la aparición repentina de Víctor y la magnitud de la destrucción que traía consigo, estaban en pánico. Los edificios comenzaron a colapsar, y las calles se llenaron de caos mientras Víctor desataba su furia, disfrutando de su nueva oportunidad para imponer su dominio en un universo distinto.

Mientras tanto, en su universo original, la nota dejada en la puerta causaba preocupación y confusión entre sus seres queridos, quienes estaban a punto de enfrentarse a la incertidumbre de su regreso en el futuro.

Víctor, en su nueva ubicación en el universo número 5, comenzó a desatar su furia de manera sistemática. Destruyó edificios, infraestructuras y áreas urbanas enteras, dejando un rastro de devastación por donde pasaba. Su objetivo no era solo causar caos, sino también buscar sobrevivientes para someterlos a su voluntad y expandir su dominio.

Recorría las ruinas en busca de cualquier señal de vida. Donde encontraba supervivientes, los sometía a su poder, causando más terror y desesperación. Las ciudades se sumían en un estado de anarquía y desesperanza mientras Víctor se aseguraba de que su presencia fuera conocida y temida.

Las estructuras y sistemas de comunicación del planeta se desplomaron bajo la fuerza de sus ataques, lo que dificultó aún más cualquier esfuerzo de respuesta organizada. Las personas intentaban escapar y refugiarse en lugares seguros, pero Víctor seguía implacable, persiguiendo a los que quedaban y mostrando su intención de arrasar con todo.

Mientras tanto, los informes de la destrucción y la desesperación se difundían, y el planeta entero se encontraba en un estado de crisis total. La magnitud de la destrucción que Víctor había causado era evidente, y la población estaba al borde del colapso, temiendo por su supervivencia mientras Víctor continuaba su misión de terror en este nuevo mundo.

La heroína que llegaría al planeta devastado podría llamarse Ariella. Ella es una guerrera de gran valentía y habilidades excepcionales, enviada para enfrentar la amenaza que Víctor representa. Ariella posee habilidades únicas que le permiten combatir poderosos adversarios y restaurar la paz en medio del caos. Su llegada al planeta marcará el comienzo de una confrontación crucial con Víctor, ofreciendo una esperanza de resistencia y recuperación para el devastado mundo.

Víctor, mientras continuaba su destrucción, notó la llegada de Ariella en medio del caos. Al verla, su expresión se tornó de desdén a una fría curiosidad. Se detuvo y, observando a la heroína con una sonrisa arrogante, murmuró para sí mismo:

-Un nuevo juguete.

Con un gesto casual, Víctor se preparó para enfrentar a Ariella. La presencia de la heroína, aunque inesperada, solo añadía un nuevo desafío a su misión de caos y destrucción. Víctor estaba ansioso por medir sus fuerzas contra este nuevo oponente, listo para demostrar que su dominio era absoluto y que incluso los héroes podían ser solo una parte más de su diversión destructiva.

Víctor, con una sonrisa cruel en su rostro, se lanzó contra Ariella con una fuerza implacable. Su primer golpe la lanzó contra los escombros de un edificio colapsado, creando una nube de polvo y escombros alrededor de ella. Ariella, aunque herida por el impacto, intentó recuperar la postura.

Sin darle tiempo para reaccionar, Víctor atacó con una serie de golpes rápidos y devastadores. Cada golpe impactaba con precisión, destrozando su armadura y desgarrando parte de su cabello. La violencia de los ataques dejó a Ariella en una posición extremadamente vulnerable.

A pesar de su valentía y habilidades, Ariella luchaba por mantenerse en pie. Los golpes continuos de Víctor la hacían retroceder, debilitándola y dejándola cada vez más incapacitada. La escena estaba cargada de desesperación y brutalidad, y la habilidad de Víctor para dominar la batalla era evidente.

El caos y la destrucción continuaban mientras Víctor se deleitaba en su superioridad y en el sufrimiento de la heroína, demostrando una vez más su implacable dominio en este nuevo universo.

Victor la miró con una sonrisa cruel mientras la sostenía del cabello. "¿De verdad pensaste que podrías vencerme, Ariella?" su voz goteaba con desprecio.

Ariella, jadeando por el esfuerzo de la batalla, levantó la mirada desafiante. "Esto no ha terminado, Victor. Siempre habrá alguien dispuesto a detenerte."

Victor soltó una carcajada fría. "Tal vez, pero hoy no es ese día. Hoy, tú has perdido."

Victor, con una sonrisa siniestra, dijo: "Creo que lo haré a la antigua."

Ariella, aún luchando por liberarse, lo miró con odio. "No importa lo que hagas, Victor. No podrás romper mi espíritu."

Victor se inclinó más cerca, sus ojos brillando con malicia. "Veremos cuánto tiempo puedes mantener esa valentía, Ariella. Hoy, aprenderás lo que significa enfrentarte a mí."

Ariella, con una última mirada desafiante, respondió: "Nunca me rendiré ante ti, Victor. Siempre habrá esperanza mientras haya alguien dispuesto a luchar."

Victor soltó una carcajada fría. "Entonces, prepárate para una lección que nunca olvidarás."

Finalmente, Victor decidió que el castigo sería aún peor de lo que había planeado. Con una crueldad despiadada, destrozó la ropa de Ariella, dejándola expuesta y vulnerable. Y luego, sin ningún tipo de compasión, la violó para reafirmar su dominio sobre ella.

Ariella sintió una mezcla de dolor, vergüenza y rabia mientras Victor la sometía a su voluntad. Pero, a pesar de todo, se negó a quebrarse. A pesar de la violencia y la humillación, ella se aferraba a su fuerza interior, a su valentía y su esperanza.

Víctor, satisfecho con su demostración de poder y la humillación que había infligido a Ariella, la lanzó con fuerza contra los escombros. Sin prestar más atención a la heroína incapacitada, se preparó para abandonar el planeta.

Con un movimiento rápido y decisivo, Víctor se teletransportó a través de los universos, dejando atrás el caos que había creado en el planeta. Su nuevo objetivo era seguir extendiendo su reinado de destrucción a otros mundos. Se dirigió hacia diferentes universos, donde comenzó a destruir planetas enteros y exterminar a cualquier tipo de criatura que encontrara.

Cada nuevo planeta que visitaba se convertía en un escenario de devastación. Víctor utilizaba su poder para arrasar con las ciudades, desintegrar las estructuras y erradicar a las especies. La magnitud de su destrucción era inconmensurable, y su furia parecía no tener límites.

Los universos a su paso se sumían en el terror y la desesperación, enfrentando una amenaza sin precedentes. La noticia de su incursión y la devastación que dejaba en su camino se extendía rápidamente, generando un estado de alarma y desesperación en todo el multiverso. Víctor continuaba su misión con una furia implacable, demostrando que su deseo de caos y dominio no conocía fronteras.

Víctor, en su ola de destrucción y caos, no solo se enfocó en la devastación física de los mundos que visitaba, sino que también desató un abuso brutal y sistemático contra las mujeres que encontraba en su camino. Su violencia no solo se limitaba a la destrucción material, sino que extendía su crueldad a actos de abuso físico y maltrato psicológico, además de otras formas de agresión que no se pueden describir con detalle.

El impacto de su comportamiento era devastador, y la brutalidad con la que trataba a las mujeres dejaba una marca imborrable en las comunidades que había sometido. Su intención no era solo causar daño, sino también quebrar el espíritu de sus víctimas y sumergirlas en un estado de desesperanza.

Mientras Víctor continuaba su camino de destrucción a través de los universos, el horror y la desesperación crecían entre las poblaciones afectadas. Las noticias de su comportamiento despiadado se extendían, dejando una estela de sufrimiento y miedo por donde pasaba. Su dominio implacable no solo demostraba su poder destructivo, sino también su capacidad para infligir un dolor profundo y duradero a sus víctimas.

Víctor, después de su devastadora campaña a través de múltiples universos, regresó a su propio universo, que ahora estaba saturado de caos y destrucción. El paisaje que dejó atrás estaba marcado por la sangre y el desolación. El daño que había causado se reflejaba en la completa anarquía y el desorden que reinaban en su hogar.

Al regresar, su mirada era fría y desprovista de emoción. Los horrores y la carnicería que había presenciado y perpetrado no parecían afectar su estado emocional. Estaba completamente desensibilizado a la humanidad y a cualquier forma de vida que pudiera quedar en su universo. La satisfacción de haber extendido su dominio y caos a través de múltiples mundos parecía haber agotado cualquier capacidad de sentir remordimiento o empatía.

Víctor observaba su universo con una indiferencia helada, sintiendo que su misión de destrucción estaba completa, al menos por ahora. Su mirada era un reflejo de su total desaprecio por la vida y la civilización, mostrando que su búsqueda de poder y caos no había dejado espacio para ninguna forma de emoción humana genuina.

Rigor, al ver el regreso de Víctor y el devastador estado en que había dejado su universo, se acercó con una mezcla de decepción y reproche. Su tono era grave y cargado de desilusión mientras se dirigía a Víctor:

-Sé lo que has hecho, Víctor. La magnitud de la destrucción que has causado es inimaginable. Y no solo eso, has decepcionado a tu familia. Tu comportamiento y tus acciones han demostrado una falta de respeto y humanidad que no puedo ignorar.

La voz de Rigor reflejaba una profunda decepción y desilusión, no solo por la magnitud del daño que Víctor había causado, sino también por la forma en que había traicionado los valores y las expectativas de aquellos que alguna vez se preocuparon por él. La crítica de Rigor era un recordatorio de que, a pesar de la furia y el poder que Víctor había desplegado, había una profunda decepción en su transformación y sus decisiones.

Víctor, al escuchar las palabras de Rigor, permaneció impasible, sin mostrar ninguna señal de remordimiento o arrepentimiento. Su indiferencia hacia la crítica solo subrayaba la distancia emocional y moral que había alcanzado en su viaje hacia la destrucción.

Víctor, al escuchar las palabras de Rigor, respondió con una desdén evidente, su voz cargada de desprecio:

-¿Qué importa si unos malditos monos mueren? De todos modos, no sirven para nada.

Su respuesta era fría y despectiva, revelando su completa falta de empatía y su desprecio hacia la vida. La indiferencia de Víctor ante la devastación y el sufrimiento que había causado reflejaba su transformación en un ser consumido por su propia furia y nihilismo. Para él, la vida de las personas y las criaturas no tenía valor, y sus acciones eran simplemente una manifestación de su poder sin límites.

Rigor, al ver que las palabras no habían tenido efecto sobre Víctor, decidió tomar medidas drásticas. Con una velocidad que desafiaba la percepción del tiempo, comenzó a golpear a Víctor con una fuerza devastadora. Cada golpe era una mezcla de precisión y poder, desestabilizando la fusión interna del bien y el mal que Víctor había alcanzado en su transformación.

Los ataques de Rigor eran tan intensos que comenzaron a afectar la estabilidad interna de Víctor, causando que su equilibrio emocional y mental se tambaleara. A medida que los golpes impactaban, Rigor le gritaba:

-¡Eres una decepción, Víctor! ¡Un alumno que ha fallado en todo lo que alguna vez se te enseñó! ¡Has perdido todo lo que alguna vez significó algo, y tu caída es una burla a todo lo que hemos intentado enseñarte!

Cada palabra de Rigor resonaba con la fuerza de sus golpes, acentuando la gravedad de su reproche. La combinación de la violencia física y la reprimenda emocional buscaba obligar a Víctor a enfrentar la realidad de sus acciones y las expectativas que había defraudado.

Rigor, con una mezcla de furia y desesperación, miró a Víctor con desdén y dijo:

-¡Maldito idiota! ¡Te has convertido en un genocida, en una persona sin corazón!

Con una determinación feroz, Rigor concentró toda su energía en un solo golpe. Dirigió su ataque directamente al corazón de Víctor, un golpe que atravesó su pecho y lo lanzó violentamente hacia atrás, enviándolo a volar a través de escombros y estructuras devastadas.

El impacto fue tan poderoso que Víctor quedó inmovilizado, gravemente herido. Su cuerpo, antes imponente y lleno de furia, yacía en el suelo, mientras la fuerza del golpe desestabilizaba su esencia misma. La brutalidad del ataque de Rigor reflejaba no solo el deseo de justicia, sino también el profundo desencanto y dolor por la caída de Víctor.

Victor escupió un poco de sangre, sintiendo el dolor interno de sus heridas. Mientras intentaba recuperarse, Luci y María llegaron al lugar, decididas a hacerle recapacitar, pero no de la manera que él esperaba.

-¡Victor! -gritó Luci, su voz llena de determinación y furia.

Antes de que Victor pudiera reaccionar, Luci le lanzó un golpe directo al rostro, seguido rápidamente por un puñetazo de María en el estómago. Victor, sorprendido por la fuerza y la determinación de sus esposas, apenas pudo defenderse.

-¡Esto es por todo el daño que has causado! -exclamó María, golpeándolo de nuevo.

Victor, a pesar de su fuerza sobrehumana, sintió el impacto de los golpes. Luci y María no se detenían, cada golpe cargado de la frustración y el dolor que habían acumulado. A medida que los golpes continuaban, Victor comenzó a darse cuenta de la gravedad de sus acciones y del dolor que había causado a quienes más amaba.

Víctor, mientras se encontraba en el suelo, comenzó a sentir un cambio interno profundo. Con las manos apoyadas en el suelo, sus palabras fueron dirigidas a la parte maligna de su ser, que ahora estaba separada:

-Evil Víctor, espero que te guste lo que verás ahora.

Con estas palabras, la fusión entre la maldad y la bondad dentro de Víctor se desintegró. La maldad, representada por Evil Víctor, se separó completamente de su ser, dejando a Víctor con un regreso a su estado original de bondad, pero también con las secuelas de sus acciones.

Víctor levantó lentamente la cabeza hacia Rigor, María y Luci. Sus ojos, ahora de un color café normal, mostraban una mezcla de dolor, arrepentimiento y desespero. Sus manos temblaban, y su postura reflejaba la vulnerabilidad de alguien que había perdido el control y ahora enfrentaba las consecuencias de sus acciones.

María y Luci, al ver la transformación de Víctor, encontraron una mezcla de confusión y compasión. Mientras que Rigor observaba con una mezcla de incredulidad y severidad, la situación parecía haber tomado un giro inesperado. La separación entre Evil Víctor y el Víctor original dejaba a este último en un estado de vulnerabilidad, confrontando no solo a sus seres queridos sino también el peso de sus acciones.

Victor se tocó el cuerpo y vio la sangre que lo cubría. No era suya, sino de las personas que había matado. Sus manos temblaban mientras se las miraba, llenas de horror y arrepentimiento. Se agarró el rostro, susurrando con voz quebrada:

-¿Qué he hecho...?

Luci y María, al ver el cambio en Victor, se detuvieron. Aunque seguían enfadadas, también sentían una profunda tristeza por lo que había sucedido. Sabían que, a pesar de todo, Victor necesitaba ayuda para encontrar el camino de regreso.

Fin.