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Chapter 5 - episodio 5: un entrenamiento insoportable.

Lixy, con su pasión por el dibujo y el deseo de convertirse en heroína, se encontraba en la academia de historia, inmersa en su entrenamiento de magia blanca. Durante una semana intensiva, se enfocó en aprender las habilidades básicas de esta magia y cómo aplicarlas en diferentes situaciones.

En una de las sesiones, el instructor le explicó cómo usar la magia blanca para manipular dos tipos de energía: una que atrae y otra que repela. Con la primera, Lixy podía crear un campo que atraía objetos y energías hacia ella, lo que podría ser útil para recuperar objetos lejanos o protegerse de ataques. Con la segunda, podía repeler cosas, creando una barrera de energía que empujaba objetos y ataques hacia fuera.

Además, Lixy aprendió a crear un pequeño agujero negro, una habilidad avanzada para casos extremos. Aunque era pequeño, el agujero negro podía absorber materia y energía en su proximidad, proporcionando una herramienta poderosa para situaciones críticas.

En una sesión práctica, Lixy demostró sus habilidades al instructor. Primero, creó una esfera de energía que atraía objetos hacia ella, haciendo flotar varios objetos en el aire. Luego, generó una barrera de energía que repelia los objetos a una distancia segura. Finalmente, concentró su energía para formar un diminuto agujero negro en el centro de un campo de entrenamiento, mostrando su capacidad para manejar la magia blanca en situaciones de alta presión.

El instructor, impresionado por su destreza y control, la felicitó. -Lixy, has demostrado una gran habilidad en el manejo de la magia blanca. Tus habilidades con la energía de atracción y repulsión son precisas, y el uso del agujero negro en un contexto controlado muestra tu potencial para enfrentar desafíos más grandes.

Lixy, emocionada y satisfecha con su progreso, agradeció al instructor y se preparó para continuar su camino hacia convertirse en una heroína. Su entrenamiento le había dado herramientas valiosas que serían esenciales para su futura carrera, y estaba lista para aplicar sus nuevas habilidades en el mundo real.

Lixy estaba en el área de entrenamiento de la academia, repasando sus habilidades recién adquiridas con magia blanca. De repente, la puerta se abrió y Víctor, con su traje habitual y una presencia imponente, entró en la sala. Llevaba consigo una actitud de confianza y profesionalismo.

Víctor, con una sonrisa que reflejaba su experiencia y competencia, se dirigió a Lixy.

-¡Bienvenida! Me llamaron para entrenarte. No soy profesor, pero soy el mejor alumno que tienen aquí, justo antes de Luci.

Lixy, sorprendida pero emocionada por la llegada de alguien con tanto renombre, se levantó y se preparó para la sesión de entrenamiento.

-¡Hola, Víctor! Estoy deseando aprender de ti. ¿Qué deberíamos hacer hoy?

Víctor se acercó, observando las habilidades de Lixy con un ojo crítico pero alentador. -Vamos a empezar con lo básico. Aunque ya tienes una buena base con la magia blanca, perfeccionar tus habilidades es clave. Primero, quiero ver cómo manejas las energías de atracción y repulsión en situaciones dinámicas.

Víctor tomó su posición y, con un gesto, comenzó a mostrarle a Lixy técnicas avanzadas para usar sus habilidades de manera más efectiva. La sesión fue intensa, con Víctor guiando a Lixy a través de ejercicios prácticos y desafiantes. Lixy demostró rapidez y habilidad, absorbiendo cada lección con entusiasmo.

Después de un tiempo, Víctor se detuvo y le dio retroalimentación constructiva. -Estás haciendo un gran trabajo, Lixy. Tus habilidades están mejorando rápidamente. Recuerda siempre mantener el enfoque y la precisión, especialmente cuando uses el agujero negro en situaciones extremas.

Lixy asintió, agradecida por la orientación de Víctor. -Gracias, Víctor. Tu entrenamiento ha sido muy útil. Estoy ansiosa por aplicar todo lo que he aprendido.

Víctor sonrió, satisfecho con el progreso de su alumna. -Me alegra escuchar eso. Si necesitas más ayuda o quieres seguir perfeccionando tus habilidades, no dudes en buscarme.

Con la sesión de entrenamiento concluida, Víctor se despidió de Lixy, dejándola con nuevas técnicas y confianza en sus habilidades para avanzar en su camino hacia convertirse en una heroína.

Al día siguiente, Lixy se presentó en el área de entrenamiento con renovada determinación. Víctor ya estaba allí, esperándola, listo para la siguiente sesión. Con su presencia habitual y su traje, emanaba una energía de confianza y experiencia.

-Buenos días, Lixy -dijo Víctor con una sonrisa-. Hoy vamos a llevar tu entrenamiento al siguiente nivel. Necesitas aprender a activar estas energías automáticamente y, para evitar cualquier daño mental, es crucial que desarrolles un tipo de regeneración.

Lixy asintió, lista para asumir el desafío. -Estoy lista, Víctor. ¿Cómo empezamos?

Víctor la guió hacia el centro de la sala de entrenamiento. -Primero, vamos a trabajar en la activación automática de las energías. Necesitas entrenar tu mente y cuerpo para que respondan instintivamente. Imagina que estás en una situación de peligro; no siempre tendrás tiempo para pensar en activar tus habilidades. Quiero que practiques reaccionar de inmediato.

Comenzaron con una serie de ejercicios diseñados para reflejar escenarios de combate real. Víctor lanzó varios ataques simulados hacia Lixy, obligándola a usar sus habilidades de atracción y repulsión sin pensarlo demasiado. Al principio, fue difícil, pero con cada intento, Lixy mejoró, sus reacciones volviéndose más rápidas y naturales.

Después de varias rondas, Víctor hizo una pausa. -Muy bien, Lixy. Estás mejorando. Ahora, pasemos a la regeneración. Cuando usas mucha energía, tu mente y cuerpo pueden sufrir. La magia blanca te permite canalizar energías curativas para mantenerte en óptimas condiciones. Quiero que te concentres en sentir esa energía y dirigirla hacia las partes de tu cuerpo que más lo necesitan.

Víctor le mostró cómo hacerlo, cerrando los ojos y concentrándose en su propia energía interna. Lixy imitó sus movimientos, sintiendo cómo una cálida corriente de energía fluía por su cuerpo, reparando cualquier fatiga y revitalizándola.

Víctor observó con aprobación. -Perfecto, Lixy. La clave está en mantener ese flujo de energía constante, incluso en medio de la batalla. Practica esto hasta que se convierta en una segunda naturaleza para ti.

Lixy, sintiéndose más confiada y revitalizada, agradeció a Víctor. -Gracias, Víctor. Este entrenamiento ha sido increíble. Sé que con tu ayuda, puedo mejorar mucho más.

Víctor asintió, satisfecho con el progreso de su alumna. -Lo estás haciendo muy bien, Lixy. Sigue así, y pronto estarás lista para cualquier desafío que se te presente.

Después de horas de intensivo entrenamiento, Lixy se sentía más fuerte y confiada en sus habilidades. Víctor la observaba con aprobación, viendo el progreso que había hecho en tan poco tiempo. Finalmente, llegó el momento de poner a prueba todo lo que había aprendido en un combate.

-Lixy, es hora de nuestro último entrenamiento -dijo Víctor, colocándose en posición de combate-. Vamos a ver qué tan buena te has vuelto. No te contengas.

Lixy asintió con determinación, asumiendo su propia postura de combate. -Estoy lista, Víctor. Démosle.

El combate comenzó con ambos lanzándose ataques rápidos y precisos. Lixy utilizó sus habilidades de atracción y repulsión para desviar los ataques de Víctor y mantenerlo a distancia. Cada movimiento estaba cargado de energía y precisión, demostrando su creciente dominio de la magia blanca.

Víctor, aunque impresionado, no se contuvo. Aumentó la intensidad de sus ataques, forzando a Lixy a reaccionar más rápido y a utilizar todas sus habilidades. Lixy respondió creando barreras de energía y utilizando la atracción para desestabilizar a Víctor.

En un momento crítico del combate, Víctor lanzó un ataque poderoso, y Lixy, sin dudarlo, utilizó el pequeño agujero negro que había aprendido a crear. El ataque fue absorbido, y Lixy aprovechó la oportunidad para contraatacar con una ola de energía repulsiva que empujó a Víctor hacia atrás.

Víctor sonrió, claramente impresionado. -Excelente, Lixy. Has demostrado un control impresionante sobre tus habilidades. Pero recuerda, la verdadera prueba de un héroe es cómo manejas las situaciones inesperadas.

De repente, Víctor lanzó un ataque sorpresa. Lixy, aunque cansada, reaccionó instintivamente, activando su energía de regeneración para mantenerse en pie y contrarrestar el ataque con una barrera de energía.

El combate continuó, ambos luchando con todas sus fuerzas. Finalmente, después de una serie de intercambios intensos, Víctor levantó la mano, señalando el final del combate.

-¡Tiempo! -dijo, respirando con dificultad pero sonriendo-. Lixy, lo has hecho increíblemente bien. Estoy orgulloso de tu progreso. Has demostrado que puedes manejarte en un combate real.

Lixy, aunque exhausta, se sentía triunfante. -Gracias, Víctor. No podría haberlo hecho sin tu entrenamiento.

Víctor asintió, colocando una mano en el hombro de Lixy. -Recuerda, esto es solo el comienzo. Sigue practicando y perfeccionando tus habilidades. Estoy seguro de que te convertirás en una gran heroína.

Lixy, llena de gratitud y determinación, asintió. Sabía que su camino hacia convertirse en una heroína estaba apenas comenzando, pero con la guía de Víctor y su propio esfuerzo, estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera.

Lixy estaba recuperando el aliento, sintiéndose satisfecha por el progreso que había demostrado en el combate. Víctor, quien había estado sonriendo orgulloso, de repente levantó el rostro con una expresión seria.

-Ahora es el round 2 -dijo, su voz tomando un tono extraño y siniestro.

Antes de que Lixy pudiera reaccionar, una sombra oscura pareció envolver a Víctor. Sus ojos cambiaron, volviéndose fríos y llenos de malevolencia. Evil Victor había tomado control de su cuerpo.

-¡Víctor! ¿Qué está pasando? -preguntó Lixy, retrocediendo un paso, preparándose para lo peor.

Evil Victor sonrió de manera retorcida. -No soy el Víctor que conoces, Lixy. Soy su lado oscuro, su verdadera fuerza. Y ahora, tú serás mi oponente.

Sin más advertencia, Evil Victor atacó con una velocidad y ferocidad que superaba todo lo que Lixy había experimentado hasta ahora. Cada golpe era implacable, y la energía oscura que emanaba hacía que cada ataque fuera más devastador.

Lixy luchó por mantenerse firme, utilizando todas las técnicas que había aprendido. Creó barreras de energía para repeler los ataques y trató de usar su poder de atracción para desestabilizar a Evil Victor, pero la fuerza bruta y la malicia de su oponente eran abrumadoras.

-Tienes que hacerlo mejor que eso -se burló Evil Victor, lanzando un poderoso ataque que rompió una de las barreras de Lixy y la hizo caer al suelo.

Lixy, respirando con dificultad, se levantó, sabiendo que no podía rendirse. Recordó las palabras de Víctor sobre cómo la verdadera prueba de un héroe es manejar lo inesperado. Este era su momento para demostrar su valía.

Concentrándose, Lixy canalizó toda su energía blanca, creando una mezcla de atracción y repulsión que envolvió a Evil Victor en un campo de energía inestable. La lucha interna de Víctor era evidente, ya que su lado oscuro trataba de mantener el control mientras la energía blanca de Lixy trataba de purificarlo.

-¡Víctor, tienes que pelear contra esto! -gritó Lixy, viendo cómo el conflicto interno reflejaba en la expresión de su oponente.

Finalmente, en un esfuerzo supremo, Lixy creó un pequeño agujero negro, dirigiéndolo hacia Evil Victor. La energía oscura fue absorbida gradualmente, y poco a poco, Víctor comenzó a recuperar el control.

Con un último grito, Víctor cayó de rodillas, la oscuridad desapareciendo de sus ojos. Respiraba con dificultad, pero estaba consciente.

-Lixy... lo hiciste -dijo, con voz débil pero agradecida.

Lixy se acercó, ayudándolo a levantarse. -No lo hice sola, Víctor. Tú también peleaste.

Víctor, con una sonrisa cansada, asintió. -Gracias, Lixy. Has demostrado ser más que una alumna. Eres una verdadera heroína.

Lixy, con una sonrisa de satisfacción, ayudó a Víctor a salir del área de entrenamiento, sabiendo que su camino hacia convertirse en heroína apenas comenzaba, pero ya había dado un gran paso en la dirección correcta.

Evil Victor aún seguía en el cuerpo o aunque parte de su poder solo copio el poder de Victor y ya con esto en cuenta paso lo siguiente.

Justo cuando Lixy pensaba que todo había terminado, un escalofrío recorrió su espalda. Víctor, quien estaba recuperando el control, de repente fue tomado nuevamente por su lado oscuro. Evil Victor levantó la cabeza con una sonrisa cruel.

-Siempre vigila bien tu poder -advirtió con una voz siniestra.

Antes de que Lixy pudiera reaccionar, Evil Victor se lanzó hacia ella con una velocidad sorprendente. Su puño impactó directamente en el estómago de Lixy, enviándola volando hacia una pared cercana. El golpe fue tan fuerte que Lixy sintió que el aire se le escapaba de los pulmones y el dolor irradiaba por todo su cuerpo.

Evil Victor, satisfecho con su ataque, retrocedió y dejó de controlar el cuerpo de Víctor. En un instante, Víctor volvió en sí, con los ojos llenos de preocupación y culpa al ver a Lixy en el suelo.

-¡Lixy! -exclamó, corriendo hacia ella-. ¡Lo siento tanto! No pude controlarlo.

Lixy, aunque adolorida, se esforzó por levantarse. Sabía que debía ser fuerte, no solo por ella, sino también por Víctor, quien estaba luchando contra sus propios demonios.

-Estoy bien, Víctor -dijo con una voz entrecortada-. Sabía que esto no sería fácil. Pero no te preocupes, lo superaremos juntos.

Víctor asintió, ayudándola a ponerse de pie. -No puedo permitir que mi lado oscuro gane. Necesito tu ayuda, Lixy. Más que nunca.

Lixy, a pesar del dolor, sonrió con determinación. -Siempre estaré aquí para ayudarte, Víctor. Juntos, venceremos cualquier oscuridad.

Con renovada determinación, los dos sabían que el camino hacia la victoria sería arduo, pero estaban listos para enfrentarlo, juntos.

Lixy, con el rostro contorsionado por el dolor, tomó una respiración profunda y miró a Víctor, quien la sostenía con preocupación. A pesar del golpe que había recibido, su mente estaba clara y enfocada en lo que necesitaban hacer.

Víctor, aún impactado por el control de su lado oscuro, recordó las técnicas que habían practicado y miró a Lixy.

-Lixy, puedes curarte con lo que te enseñé -dijo Víctor, su voz firme pero llena de empatía.

Lixy, a pesar del dolor, asintió. Cerró los ojos y se concentró en la energía blanca que había aprendido a controlar. Poco a poco, sintió la cálida corriente de energía fluyendo por su cuerpo, reparando los daños internos y revitalizándola. La energía se extendió por sus músculos y huesos, curando las heridas y aliviando el dolor.

Víctor la observaba con atención, asegurándose de que estuviera bien. La tensión en su rostro comenzó a desvanecerse mientras veía cómo Lixy se recuperaba.

-Lo estoy logrando, Víctor -murmuró Lixy, con una nueva chispa de esperanza en sus ojos.

Víctor asintió, con una sonrisa de alivio. -Sabía que podías hacerlo. Tienes la fuerza para superar esto.

Una vez que Lixy se sintió completamente recuperada, se puso de pie con la ayuda de Víctor. Ambos sabían que este no sería su último desafío, pero estaban listos para enfrentarlo juntos.

-Gracias por confiar en mí, Víctor -dijo Lixy, sus ojos brillando con determinación.

-Estamos en esto juntos, Lixy. Y juntos venceremos cualquier oscuridad que se cruce en nuestro camino -respondió Víctor, con una renovada determinación en su voz.

Con renovada energía y un vínculo más fuerte que nunca, Víctor y Lixy se prepararon para enfrentar lo que viniera, sabiendo que, con el apoyo mutuo, podían superar cualquier desafío.

Después de que Lixy se recuperó utilizando la técnica de curación, Víctor se quedó pensativo por un momento. Luego, una idea surgió en su mente, y miró a Lixy con una expresión de entusiasmo y determinación.

-Lixy, creo que tienes el potencial para crear una combinación de repulsión y atracción en una forma diferente -dijo Víctor, con un brillo en los ojos-. Podrías formar una bola de energía mágica. Mantén la masa del ataque pequeña al principio, pero hazla crecer cuando la dispares.

Lixy asimiló sus palabras, su mente trabajando rápidamente para entender el concepto. -¿Cómo lo haría, Víctor?

Víctor se arrodilló en el suelo, dibujando un pequeño esquema con su dedo. -Empieza con una pequeña esfera de energía, utilizando tu poder de atracción para compactarla y contenerla. Luego, cuando estés lista para lanzarla, utiliza tu poder de repulsión para expandirla rápidamente, liberando una explosión de energía.

Lixy asintió, enfocándose en sus manos mientras comenzaba a formar una pequeña esfera de energía. Primero utilizó la atracción, concentrando la energía en un punto minúsculo que brillaba intensamente. Luego, sintiendo la estabilidad de la esfera, comenzó a canalizar la repulsión, lista para liberar la energía acumulada.

-Recuerda, Lixy, mantén el control y no permitas que la energía se disipe antes de tiempo -le recordó Víctor.

Lixy cerró los ojos, concentrándose profundamente. Cuando sintió que la esfera estaba lista, abrió los ojos y apuntó hacia una roca distante. Con un movimiento firme, lanzó la esfera mientras simultáneamente activaba su poder de repulsión. La pequeña esfera de energía creció rápidamente en tamaño, y en el momento del impacto, explotó con una fuerza tremenda, pulverizando la roca.

Víctor observó con admiración. -¡Increíble, Lixy! Lo hiciste perfectamente.

Lixy sonrió, sintiéndose eufórica por el éxito de su nuevo ataque. -¡Gracias, Víctor! Este es un gran avance para mí.

Víctor asintió, colocando una mano en el hombro de Lixy. -Estoy muy orgulloso de ti. Continúa practicando y perfeccionando esta técnica. Será una poderosa herramienta en tu camino para convertirte en una heroína.

Con renovada determinación, Lixy sabía que con la guía de Víctor, estaba un paso más cerca de alcanzar su objetivo. Y así, continuaron su entrenamiento, sabiendo que juntos podían superar cualquier desafío que se les presentara.

Víctor observaba a Lixy mientras ella practicaba su nueva técnica. Había algo en ella, una chispa, una determinación que le llamaba la atención. Mientras la veía, no pudo evitar sentir un extraño déjà vu, como si estuviera mirándose a un espejo.

De repente, un recuerdo de Nine Sharon invadió su mente. La intensidad, la pasión, el talento natural... Había algo inquietantemente familiar en Lixy.

-Lixy -llamó Víctor, su voz baja y reflexiva.

Lixy se detuvo y se volvió hacia él, notando la expresión distante en su rostro. -¿Qué pasa, Víctor?

Víctor sacudió la cabeza, tratando de ordenar sus pensamientos. -Es solo que... viendo cómo te esfuerzas y tu determinación, no puedo evitar pensar en alguien a quien conocí hace mucho tiempo. Un antiguo amigo... Nine Sharon.

Lixy frunció el ceño ligeramente, sin entender del todo. -¿Nine Sharon? ¿Qué tenía él de especial?

Víctor suspiró, sus ojos llenos de melancolía. -Nine Sharon y yo fuimos como hermanos. Teníamos una conexión profunda, una competencia amistosa que nos empujaba a ser mejores. Pero al final, las cosas tomaron un giro oscuro.

Lixy escuchaba atentamente, sintiendo la seriedad en la voz de Víctor.

-Vi en él el mismo potencial y la misma pasión que veo en ti ahora -continuó Víctor-. Pero también vi cómo esa pasión, si no se controla, puede llevar a la oscuridad.

Lixy asintió lentamente, comprendiendo la importancia de las palabras de Víctor. -No permitiré que eso me pase a mí, Víctor. Aprenderé de tus enseñanzas y controlaré mi poder.

Víctor sonrió, aunque su sonrisa estaba teñida de tristeza. -Lo sé, Lixy. Y estoy aquí para asegurarme de que nunca te desvíes de tu camino.

La conexión entre ellos se fortaleció en ese momento, uniendo no solo a maestro y aprendiz, sino a dos almas determinadas a superar cualquier desafío. Y mientras continuaban su entrenamiento, ambos sabían que enfrentaban no solo enemigos externos, sino también las sombras del pasado que debían superar juntos.

Víctor miró a Lixy con una tristeza profunda en sus ojos, la nostalgia y el pesar se reflejaban en su rostro.

-Si tan solo Nine Sharon... no hubiera hecho eso -dijo Víctor, su voz cargada de dolor-. Las cosas podrían haber sido diferentes.

Lixy, con el corazón apesadumbrado por la tristeza que sentía en Víctor, se acercó y colocó una mano en su hombro.

-A veces, no podemos controlar las decisiones de los demás -respondió ella con empatía-. Pero lo que sí podemos hacer es aprender de esas experiencias y asegurarnos de que nuestros propios caminos sean diferentes.

Víctor asintió lentamente, sus ojos aún reflejando la tristeza, pero también una chispa de gratitud.

-Tienes razón. Es difícil aceptar que no se puede cambiar el pasado, pero tu apoyo y comprensión me ayudan a seguir adelante.

Con la determinación renovada, Lixy y Víctor se prepararon para continuar su entrenamiento, enfrentando el futuro con una mezcla de esperanza y sabiduría adquirida a través de sus desafíos y errores pasados.

Víctor suspiró profundamente y cerró los ojos por un momento, imaginando una realidad diferente. En su mente, veía a Nine Sharon y a él riendo y haciendo bromas con Lixy, compartiendo momentos de camaradería y aprendizaje.

-Me hubiera gustado que al menos él fuera parte también de nuestro entrenamiento -dijo, abriendo los ojos y mirando a Lixy con una tristeza melancólica.

Lixy percibió el dolor en sus palabras y se acercó a él, tratando de ofrecerle consuelo.

-Debe haber sido difícil para ti -dijo suavemente-. Perder a alguien con quien compartiste tanto... Pero recuerda, estás aquí ahora, y puedes crear nuevos lazos y recuerdos. Estoy aquí para aprender de ti y, juntos, podemos hacer que este entrenamiento sea algo significativo.

Víctor asintió, agradecido por las palabras de Lixy. Aunque el dolor de la traición de Nine Sharon seguía presente, el apoyo y la comprensión de Lixy le brindaban un rayo de esperanza.

-Gracias, Lixy. Me alegra tenerte aquí. Sigamos adelante y hagamos de este entrenamiento algo que ambos recordemos con orgullo.

Con una renovada determinación, Víctor y Lixy continuaron su entrenamiento, decididos a crear un futuro lleno de logros y compañerismo, a pesar de las sombras del pasado.

Víctor observó a Lixy con una mezcla de orgullo y satisfacción. Después de semanas de intenso entrenamiento, sabía que ella estaba lista para dar el siguiente paso.

-Creo que tu entrenamiento ya está terminado -dijo, su voz firme pero llena de calidez-. Has aprendido mucho y demostrado una gran habilidad y responsabilidad. Creo que estás lista para salir a patrullar las calles.

Lixy sintió una oleada de emoción y nerviosismo al mismo tiempo. Este era el momento por el que había trabajado tan duro.

-Gracias, Víctor. Significa mucho para mí escuchar eso de ti. Prometo que usaré todo lo que me enseñaste para hacer el bien y proteger a los demás.

Víctor asintió, sonriendo con orgullo.

-Lo sé, Lixy. Confío en que harás un trabajo increíble. Siempre estaré aquí para apoyarte si alguna vez lo necesitas.

Con esas palabras, Lixy se preparó para enfrentar su nuevo desafío, lista para aplicar todo lo que había aprendido y hacer una diferencia en el mundo.

Víctor se retiró a una habitación, sintiendo el peso de sus recuerdos y la culpa aplastante. Se dejó caer en la cama, sus pensamientos regresando a aquel fatídico día en que mató a su mejor amigo, Nine Sharon. Aunque la traición de Sharon había sido innegable, el dolor de haberlo matado no se desvanecía.

Con los ojos cerrados, Víctor revivía los momentos de su amistad, las risas compartidas, los desafíos superados juntos. Todo se había desmoronado en un instante de ira y desesperación. No importaba cuánto intentara justificarse, la sombra de la culpa permanecía.

-¿Por qué... -murmuró para sí mismo, sintiendo una punzada en el corazón-, por qué tenía que terminar así?

Víctor sabía que necesitaba encontrar una manera de redimirse, no solo por el bien de su propio espíritu, sino también para honrar la memoria de lo que alguna vez fue su amistad con Nine Sharon. Mientras se sumía en el sueño, una resolución comenzó a formarse en su mente: buscaría la redención ayudando a Lixy y asegurándose de que ella no cayera en los mismos errores que él.

Víctor se recostó en la cama, cerrando los ojos y permitiéndose imaginar una conversación que nunca tuvo lugar. En su mente, se encontraba nuevamente en la habitación, pero esta vez, no estaba solo. Nine Sharon estaba allí con él, como si nunca hubieran sido enemigos.

-Nine -comenzó Víctor, su voz temblorosa-, si las cosas hubieran sido diferentes, ¿crees que aún estaríamos juntos, como amigos?

Sharon, sentado en una silla cercana, sonrió con tristeza. -Siempre me he preguntado lo mismo, Víctor. A veces, nuestra ambición nos cegó a ambos.

Víctor asintió, sintiendo un nudo en la garganta. -Lo siento tanto, Sharon. Si pudiera cambiar las cosas, lo haría.

Sharon lo miró con comprensión. -Yo también cometí errores, Víctor. Nuestra rivalidad se nos fue de las manos. Pero aquí, en este momento, solo quiero que sepas que te perdono.

Víctor sintió una lágrima rodar por su mejilla. -Gracias, Sharon. Tu perdón significa más de lo que puedas imaginar.

Sharon se levantó y caminó hacia Víctor, colocando una mano en su hombro. -No te atormentes más, amigo. Usa lo que has aprendido para ayudar a otros. Y nunca olvides los buenos momentos que compartimos.

Víctor abrió los ojos, volviendo a la realidad. La habitación estaba vacía, pero su corazón se sentía un poco más ligero. Aunque la conversación nunca había ocurrido, en su mente, había encontrado un momento de paz. Se prometió a sí mismo que honraría la memoria de Sharon ayudando a Lixy y asegurándose de que nadie más tuviera que enfrentar una tragedia similar.

Víctor abrió los ojos y se encontró solo en la habitación. La realidad de su soledad lo golpeó con fuerza, y cualquier sensación de consuelo se desvaneció rápidamente. El vacío del cuarto parecía amplificar el peso de su culpa y arrepentimiento.

Se levantó de la cama y caminó lentamente hacia la ventana, mirando hacia el exterior con una mirada perdida. Los recuerdos de su amistad con Nine Sharon seguían frescos, y la soledad que sentía ahora parecía aún más aguda en contraste con la vividez de aquellos momentos imaginados.

-Nada puede cambiar el pasado -murmuró para sí mismo, sintiendo una profunda tristeza-. Ni siquiera las conversaciones que nunca tuvimos.

Víctor sabía que debía encontrar una manera de seguir adelante, a pesar de la carga emocional que llevaba. Se dio cuenta de que el camino hacia la redención y el alivio no sería fácil ni rápido, pero también entendía que tenía una nueva responsabilidad con Lixy. Su entrenamiento y el bienestar de la joven eran una oportunidad para encontrar algún sentido de propósito y paz.

Decidido a no dejarse consumir por la culpa, Víctor respiró hondo y se preparó para enfrentar el nuevo día. Aunque el dolor seguía allí, su compromiso con ayudar a Lixy y evitar que ella cometiera los mismos errores le ofrecía un rayo de esperanza, una pequeña chispa de luz en medio de la oscuridad que lo rodeaba.

Víctor respiró hondo y trató de calmar el torbellino de emociones dentro de él. Miró a su alrededor y, aunque la habitación seguía vacía, la idea de regresar a su hogar le proporcionó un pequeño consuelo.

-Creo que debo regresar a mi casa con mi esposa Luci, María y mi hijo José -dijo en voz baja, como si reafirmar su decisión pudiera darle la fuerza que necesitaba.

La idea de ver a su familia, de sentir el calor y el amor de su esposa e hijos, le dio un nuevo propósito. Sabía que ellos eran su ancla, su motivo para seguir adelante a pesar de los fantasmas del pasado. Con una renovada determinación, se levantó, listo para enfrentar lo que viniera, sabiendo que su familia estaría allí para apoyarlo.

Flashback que sucederán dentro en cinco años:

Victor observó el lugar oscuro, con la esperanza de recuperar a su hija. Mientras avanzaba, una figura familiar apareció a lo lejos: Nine Sharon. Al verlo, Victor se quedó en shock.

-Long time no see, Victor -dijo Nine Sharon con una sonrisa.

Victor no podía creerlo. Después de siete u ocho años, ¿cómo era posible que Nine Sharon estuviera vivo? Su mente se llenó de preguntas y confusión, lo que le dejó vulnerable.

Aprovechando ese momento de vulnerabilidad, Nine Sharon actuó con rapidez, conjurando un campo de energía que se cerró alrededor de Victor. Encerrado, Victor sintió una mezcla de desesperación y rabia. A pesar de sus esfuerzos por liberarse, el campo de energía era demasiado fuerte, dejándolo atrapado y a merced de su antiguo amigo y ahora enemigo.

Nine Sharon se acercó lentamente, su sonrisa ampliándose.

-Es sorprendente lo fácil que fue atraparte -dijo Nine Sharon con desdén-. Pero no te preocupes, tengo grandes planes para ti.

Victor, todavía en shock, luchaba por encontrar palabras. La traición de Nine Sharon, alguien que una vez consideró un amigo, era un golpe devastador. Pero a pesar de la desesperación, una chispa de determinación comenzó a encenderse en su interior. No importaba cuán fuerte fuera el campo de energía, Victor sabía que tenía que encontrar una manera de escapar y salvar a su hija.

Fin.