9 de octubre de 1976 / Serena PoV
Había pasado exactamente un ciclo lunar, un poco menos de un mes y estaba en el desayuno mirando el Daily Prophet con una sonrisa en mi rostro.
"Poción contra la licantropía por Serena Snape"
El articulo estaba en la primera página en grande, hablaba sobre la poción y las pruebas que se habían llevado la noche anterior, desde que le conté el mes pasado a Lucius, estuvo trabajando todo este tiempo para llevar a cabo estas pruebas con el ministerio como testigo y que sean capaces de observar la efectividad de las pociones.
Todo resulto como debería, las pociones surtieron efecto y el grupo de hombres lobos seleccionados mantuvieron sus facultades sin problema, incluso el Daily Prophet había estado presente durante las pruebas por lo que el articulo cubría completamente todas las pruebas exhaustivas que llevo a cabo el ministerio para asegurarse de la legitimidad de la poción.
Una vez que termine de leer la noticia mi sonrisa se volvió más amplia, todo perfecto, incluso agregaron que los Malfoy y Mary se encargarían de la distribución indefinidamente y la receta estaba siendo bloqueada por lo que solo yo, Mary y un grupo seleccionado de pocioneros, que habían firmado más DNA de los necesario, sabían cómo preparar la poción. con eso, levante la vista de mi periódico y vi al resto del alumnado susurrar y mirar en mi dirección, mi mirada se dirigió inmediatamente a los merodeadores, Lupin se aferraba al periódico con fuerza parecía estar a punto de romper a llorar, los demás lo estaban consolando hasta que sintieron mi mirada, el grupo me miro como uno solo y me sonrisa se volvió burlona, Lupin palideció y Potter y Black se erizaron, bien, se dieron cuenta.
Me puse de pie atrayendo más miradas y miré al director que había bajado su periódico, mi sonrisa burlona todavía presente, mantuve mi mirada durante unos segundos antes de salir del gran salón, Lucius y Narcissa me siguieron inmediatamente, ahora, a esperar.
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22 de octubre de 1976 / Serena PoV
2 semanas, se acercaba al límite de 10 días antes de la luna llena y estaba resultando todo como había planeado, el ministerio me había otorgado una orden de Merlín de segunda clase, iba a ser de tercera clase, pero el padre de Lucius, Abraxas al parecer presiono lo suficiente para que una segunda clase fuera otorgada, no es que me importara el premio en sí y no tenía ganas de la premiación, pero el premio en metálico siempre era bienvenido.
Lupin se veía cada día peor, mucho peor que los días de luna llena, me miraba como si hubiese pateado a su cachorro y me lanza miradas anhelante cada vez que nos cruzábamos, estaba pálido y parecía no estar comiendo adecuadamente, en cambio, Black y Potter me lanzan miradas de odio que podrían rivalizar con cualquier maldición que se me pudiera ocurrir pero los ignore con facilidad, pero no fueron solo ellos, todos los profesores me daban miradas que iban desde el desprecio total como McGonagall hasta aduladoras como Slughorn, que hablando de Slughorn, estaba justo afuera de su oficina en este momento mientras golpeaba la puerta.
"Un momento!" pude escuchar los rápidos pasos antes de que la puerta se abriera "Serena! por favor pasa, pasa!" dijo Slughorn rápidamente con una sonrisa amplia.
"profesor" asentí mientras entraba el saludo.
"Como has estado querida?" Slughorn cerró la puerta y se movió rápidamente "por favor, sírvete lo que quieras!" sonrió mientras movía su varita para preparar una taza de té y bocadillos.
"Por supuesto, profesor" simplemente tome una de las galletas de chocolate y me la lleve a la boca, no creía que Slughorn fuera capaz de envenenarme, pero tenía mis menteoro listas para decantar en cualquier momento.
La galleta estaba deliciosa, así que comencé a picotear las galletas mientras charlaba ligeramente con Slughorn, o más bien escuchaba al hombre hablar e irse por la tangente con las personas que conocía y los logros que habían hecho, yo solo respondí e intervine cada cierto tiempo, eso no pareció desanimarlo y siguió hablando.
"Y como esta tu madre mi niña? siempre supe que tenía un don con las pociones" pregunto jovialmente.
"Falleció hace un año" dije imperturbablemente mientras comía otra galleta, Slughorn se atraganto levemente con su té.
"Oh, mis condolencias, querida, era una estudiante brillante, algo que seguramente obtuviste de ella" rio torpemente "por cierto, ya te felicité por tu poción wolfbane?! una orden de Merlín segunda clase! y tan joven!"
"Solo una o dos veces profesor"
"Nunca esta demás entonces!" Slughorn se retorció incómodamente en su lugar "entonces querida... tenía una pregunta, un favor" se aclaró la garganta "tenía curiosidad por la poción en si ya ves, algo como un alivio contra la licantropía es algo que pocas veces se ve, así que, si pudieras complacer a este viejo pocionero, sería capaz de ver la receta?" pregunto casi suplicante "solo de forma académica lo juro! prometo no venderla o compartirla con nadie!" y ahí estaba, no sabía si este era un intento genuino de Slughorn por su interés en las pociones o fue una orden de Dumbledore de conseguirla, aun así si, le di una sonrisa de disculpa.
"Lo siento profesor, pero Lucius me dio instrucciones de que no debería compartirla con nadie" Slughorn hizo una mueca y pareció estar luchando consigo mismo.
"Lo entiendo querida, pero... estas seguro que no podría echarle un vistazo? prometo no decirle nada"
"Lo siento profesor" negué con la cabeza.
"Eso me temía" Slughorn suspiro decepcionado.
"Si eso es todo profesor-" me puse de pie aun con una expresión de disculpa "-tengo algunas cosas que hacer, fue un placer"
"Está bien querida!" volvió a sonreír, pero esta vez más frágil "no te entretendré más!" con eso se puso de pie y me acompaño a la salida, pensé que esa era todo del intento por parte de Slughorn así que comencé a salir sin ninguna preocupación de la habitación.
"Serena!" Slughorn me detuvo 10 pasos después de salir, así que mire sobre mi hombro, Slughorn me dio una mirada culpable "el director se quiere reunir contigo hoy después de la cena" dicho eso, el profesor se escapó a su habitación y cerró la puerta con fuerza de la necesaria, no pude evitar sonreír, aquí estaba, seguí mi caminando trazando planes.