"Como sea solo hay que seguir" Ese fue el pensamiento de nuestro protagonista al salir de casa. Luchando contra su monotona vida, Layo con algo mas de 20 años se sentia atapado en su actual vida.
Una madre un tanto depresiva y una hermana menor con la que no comparte casi ningun vinculo, un hermano muerto y ademas un padre ausente. Esa era su familia, su unica familia.
Como transfondo mas general Layo fue el tipico chico que fue abusado en la escuela y gran parte de su adolescencia, y la razón principal de todo esto fueron sus ojos. Hijo de un surcoreano y viviendo en un pais de Sur America, el racismo estaba asegurado. Sumado a eso estaba una rara enfermedad que le traia muchos problemas cardiacos, la mitad de su niñes la paso en los hospitales y la otra hullendo de las paliza, pero sobre todas las cosas existian su temperamento y caracter, siempre sumiso y con miedo. Siendo un cumulo de rarezas fue el blanco mas destellante entre tantos otros.
Todo eso lograron crear en el muchas inseguridades, mucha rabia y rencor siempre preguntandose "¿Por qué yo?"
Entre tanto caos encontro la felicidad en las pantallas, el niño raro que siempre veía "dibujitos chinos" y jugaba "jueguitos". El anime y los videojuegos se convirtieron en su fuente de escape y entretenimiento.
Pero no todo fue tan oscuro, con el tiempo Layo llego a la secundaria y aun que muchos de sus problemas lo siguieron hasta ahí, tambien pudo conocer gente nueva y abrirse al mundo. Tambien aprendio a esquivar y ocultarse de los matones, leyendolos como un libro abierto.Aun que no era todo un psiquico podia levemente reconocer los pensamientos del otro atra ves de su comportamiento corporal, una habilidad desarrollada de manera tosca por auto defensa. Con sus experiencias previas y su habilidad pudo reducir en gran medida sus problemas
Poco a poco Layo fue avanzando y mejorandose a si mismo, fue un proceso muy doloroso y aun que todavia queden muchas sombras de su pasado, puede decir con certeza que ya no es el mismo que antes.
Llegando al presente Layo estaba caminando a la parada de autobus directo a casa desde el liceo (bachillerato), a ver repetido varios años era un dolor de cabeza para el. Pero aun asi se lo tomaba con calma, no sabia a que se dedicaria en realidad y eso lo tenia un tanto tenso, el tiempo de elegir una carrera se acercaba y el no sabia cual tomar.
Mientras esos pensamientos asaltaban la aparente tranquilidad del protagonista, el autobus por fin llego. Al subirse y tomar su boleto Layo pudo distinguir a algunos pasajeros, tales como una mujer de unos 40 años de cabello cafe que al parecer volvia de su trabajo, una anciana con su carrito de compras, un hombre de mediana edad de tez y cabello negro decorado con unas lindas trensas que vestia un uniforme policial, algunos niños ruidosos en el fondo del autobus probablemente llegando de la escuela, una joven mujer de tez blanca y cabello negro, y varios más pero que sinceramente no presto atencion.
Por suerte hubo varios asientos vacios y pudo tomar uno, mientras el tiempo pasaba muchos pasajeros se bajaban y casi llegando al destino solo quedaron unos pocos. Los ya descritos a excepcion de los niños y otras personas que Layo tampoco se digno a mirar.
"Tengo hambre, y dudo que halla quedado comida de ayer... ya no quiero comer hamburguesas de 25 pesos (0,61 dolares)"
"Yo quiero más...."
Estaba bastante cansado de su vida, de todo el sufrimiento que paso y como siempre tenia que seguir avanzando. Tenia muy claro que sus quejas eran infimas al resto del mundo, el se quejaba de comer siempre lo mismo y existian personas que se quejaban por no poder comer. Se quejaba de tener que ir en autobus pero existian millones de personas que nisiquiera tenian la bendicion de poder andar. Y entre esas habia muchas otras cosas de las aue se quejaba interiormente
El queria más, realmente pensaba que estaba destinado a mucho más. Debia existir algo mas alla afuera, y no solo de manera economica, algo que encienda esa llama de la voluntad dentro suyo. Esa arma de la que todos hablan.
"Como sea, estos pensamientos no me llevaran a ningun lado ahora, mejor me concentro en llegar a casa asalvo... No quiero que me vuelvan a rob-"
-"BIP BIP"- sono la estruendosa bocina del auto bus, alarmando a los pasajeros.
-"TODOS SOSTENGANSE DE ALGO"- Grito el chofer, y en ese instante Layo giro su cabeza hacia la parte frontal del autobus.
Fueron solo un par de segundos pero eso fue suficiente, en ese instante lo vio. Un camion de gas llendo directo en su dirección. Y un solo pensamiento paso por su cabeza "¡¡¡¡¿¿QUE CARAJOS??!!!!"
"¡¡¡¡BOOOOOMMM!!!!"