En el presente.El aire susurraba a través de la habitación, llevando consigo el suave murmullo del viento. La estancia brillaba con una intensa luminosidad, revelando un espacio vacío adornado únicamente por camas solitarias, divididas por delicadas cortinas de tela.En una de aquellas camas reposaba un joven de cabello oscuro, inmerso en un sueño profundo. Repentinamente, abrió los ojos lentamente.—Ahhh~ ¿Dónde estoy?El chico se había despertado con una expresión de confusión. Giró su cabeza a los lados para ver si podía recordar dónde estaba."¿Qué es esto...?" Miré hacia abajo donde estaba sentado. "¿Es... una cama? ¿Y qué es esa cosa que se mueve...? Ah~"Coloqué mi mano en mi rostro, me dolía un poco la cabeza e hice una mueca. En el pasillo desolado, escuché unos pasos.Tap tap... tap tap.Miré para ver quién era. Bajé mi mano y la coloqué en la cama, viendo a una persona acercándose."¿Quién es esa persona...? Está un poco lejos."Entrecerré los ojos para verlo mejor. Pasaron unos segundos y, cuando se acercó a una distancia considerable, noté que tenía un traje azul con medallas.Se paró enfrente de la cama e hizo una elegante inclinación.—Buenos días, un gusto conocerlo. Mi nombre es Famtom y voy a ser el encargado de mostrarte el lugar.—¿Eh...?Tenía una expresión de confusión. "¿Qué rayos está pasando...? ¿Quién es este tipo y por qué me saluda así? ¿Dónde estoy? ¿De qué lugar habla?"Mi cabeza se inundó de preguntas. Miré rápidamente a los lados buscando algo familiar.—¿Pasa algo?Miré a Famtom mientras se enderezaba.—Mmm... no, es solo que estoy un poco confundido.—No te preocupes, por eso estoy aquí, para responder a todas tus preguntas.—Bueno... ¿dónde estoy? ¿Y por qué estoy aquí?—Estás en uno de nuestros centros médicos. Te encontraron en una aldea de un continente cercano. Allí no tenían el equipo necesario para atenderte, así que te trajimos aquí.Me quedé callado, tratando de procesar la situación, hasta que un recuerdo difuso vino a mi cabeza. No pude ver qué era, pero una parte de mi conciencia sabía algo que yo no sabía. Trataba de pensar qué era, pero un silbido en mi cabeza, "Tzzzzz tzzzz", se hacía más fuerte. El dolor se intensificó hasta que no pude soportarlo y grité.—¡Ahhh...!Me agarré la cabeza con fuerza. Famtom, al ver esto, fue rápidamente hacia la mesa de a lado y sacó unas cápsulas blancas, obligándome a tomarlas.Pasaron unos minutos y comencé a calmarme. Famtom me miró con preocupación.—¿Estás mejor?—Sí... oye, Famtom, ¿te puedo preguntar algo?Miré mis piernas tapadas por las cobijas y apreté las sábanas con las manos antes de fijar mi atención en Famtom.—¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?Famtom sacó un artilugio y comenzó a buscar algo en él. Yo, curioso, observé el objeto hasta que Famtom empezó a hablar.—Llevas tres semanas inconsciente.—¿Semanas...? Eh...Me puse a pensar, ya que no sabía qué eran las semanas, pero algo vino a mi mente y me sobresalté.—¡¿Tres semanas?! Pero, en realidad, eso no es mucho.Famtom esperó unos segundos y dio un salto hacia atrás al escuchar mi exclamación.—¡No me asustes así, por favor!Se estrelló contra la pared blanca y luego colocó su mano en el pecho.—¿En serio te asustaste?—Sí...Famtom se acercó a mi cama, miró su artilugio y notó que faltaba una información importante.—Oye, ¿cuál es tu nombre?Al escucharlo, un recuerdo difuso vino a mi mente. Esta vez no me dolió la cabeza como antes. Aunque no podía ver el entorno claramente, escuché una voz que decía: "te voy a llamar..."Cuando escuché la última palabra, miré rápidamente a Famtom.—¡Mi nombre es Neon!—Ya veo, Neon...Famtom murmuró mi nombre unas cuantas veces, pensativo.—Neon... Neon... Mmm... nada mal.Me miró por unos segundos, luego se giró y caminó hacia la salida, pero giró su cabeza un poco para verme.—¿Te vas a quedar allí parado?—¿Pero a dónde vamos?Incliné la cabeza hacia un lado mientras miraba a Famtom.—Es mejor que te lo muestre.Salí de la cama y fui al lado de Famtom, saliendo de la enfermería junto