Mientras tanto en la boda, varios de los invitados han perdido los nervios y se han vuelto histéricos. -¡Jay, vamos de aquí!- Dice la madre de Jay a este.
-¡Voy!-
-Te cuelgo Zack, cuando llegue a casa te llamo y lo hablamos mas detenidos que hacer-
-Esta bien, espero tu llamada-
-Dejadme ir con vosotros- Dice Umeko a Jay y su madre.
-¿Y tu eres?- Pregunta su madre.
-Soy Umeko, amiga de Jay. Quiero ir con vosotros-
-¿Por que quieres venir con nosotros?- Pregunta Jay.
-Te he escuchado hablar con ese Zack de que ibais a quedar para hablar de este tema. Yo tambien quiero participar en esto-
-Esta bien, pero ni siquiera se que vamos a hacer-
La madre de Jay conduce hacia su casa llevando a Umeko y Jay, y por el camino se pueden ver a varias personas golpearse entre si con armas blancas y robarse.
-Esto esta totalmente fuera de si- Dice Umeko mientras mira por la ventanilla.
A punto de llegar a su casa, un camión golpea desde la parte izquierda arrasando con toda la parte delantera y lanzando la parte trasera con Jay y Umeko en esta. Jay se levanta con mareos y varias heridas con sangre por todo el cuerpo. Ve a Umeko a su lado inconsciente y como puede, desabrocha ambos cinturones y logra salir de los restos del vehículo con Umeko en brazos. Jay cae de rodillas al suelo sin soltar a Umeko y empieza a llorar al ver la parte delantera del coche en mil pedazos esparcidos por la carretera y un montón de sangre por toda esta.
Mientras que Jay observa la escena con lagrimas en sus ojos, un hombre se acerca por su espalda e intenta golpear en la nuca a Jay con un bate de beisbol. Zack aparece justo para golpear un golpe recto en la mandíbula de este hombre y que esta caiga al suelo.
-¿Estas bien, Jay?- Pregunta Zack mientras se gira para mirar a este, pero al observar la escena, comprende lo sucedido y abraza a Jay con fuerza mientras que este no hace nada mas que derramar lagrimas en silencio. Pasado el rato, Jay se encuentra sentado en un sofá mirando al suelo con la mirada perdida y los ojos llorosos mientras que Zack esta de pie mirando a Jay, sin decir y hacer nada. El móvil vuelve a vibrar y otro mensaje del mismo numero llega.
-El juego ha comenzado, los que logréis sobrevivir al cambio y lleguéis al nuevo mundo, seréis capaces de vivir como siempre habréis querido y sin dificultades. Por otra parte, aquellos que se opongan al cambio y luchen en su contra, los rebeldes, seréis erradicados y exterminados. Dicho esto, que comience el juego y suerte a los que quieran vivir en el nuevo y mejor mundo tras el cambio- Lee Zack en voz alta. Jay se levanta del sofá al escuchar estas palabra y golpea la pared mientras grita para desahogarse, por lo que Zack observa sin decir nada.
-Hemos localizado a un posible grupo de rebeldes- Informa un hombre que observa un mapa en un monitor enorme y con unos cascos puestos.
-Por aquí tambien hay conversaciones sobre posibles rebeldes- Comenta otro hombre cercano a este.
-Por esta zona se deciden a jugar y sobrevivir para ganar. Zona sur en juego-
-Zona este en juego-
-Zona oeste en juego con posibles rebeldes-
-Grupo norte con mayor porcentaje de rebeldes en juego-
Van comentando diferentes personas en una enorme sala llena de personas observando enormes monitores con diferentes mapas, y llevando cascos puestos, con otro monitor cada uno a su derecha con un espectro visible. Al final de todas estas personas, unas puertas se abren y de esta sale un chico bajo con gafas, uniforme de instituto y pelo negro.
-Todo va perfectamente-
-Veo que has avanzado bastante- Dice una chica de piel oscura, pelo negro y amarillo, y físico desarrollado. Esta sube una rampa y se coloca al lado de este chico.
-¿Para que es todo esto, Akuto?- Pregunta la chica.
-Veras Aoi, aquí podemos rastrear los teléfonos de todo el mundo para escuchar sus conversaciones y saber la ubicación de cada uno. De esta forma sabemos quien quiere sobrevivir para vivir en el nuevo mundo, y quien quiere ir en nuestra contra- Contesta Akuto.
-Lo tienes todo pensado por lo que veo, pero, ¿Qué piensas hacer con la gente que este en tu contra?-
-¿Los rebeldes? Tengo algo pensado para ellos-
Al mismo tiempo de decir la frase, las puertas de detrás se abren y de esta sale el hombre alto de la mascara blanca.
-Erradicarlos- Termina de decir Akuto.