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Chapter 4 - Capítulo 4. Adiós de papel

–¿Cómo te fue con Arai?– Las palabras del presidente resonaban en Yuu.

La papa que se llevaba a la boca cayó inmediatamente. Y se llevó la mano a la cabeza en señal de vergüenza.

–Pues...– dijo mientras se limpiaba el pantalón– es una larga historia–

Empezó nuevamente a contar lo sucedido con Arai, ya no le dolía lo suficiente para cortarse a mitad del relato, la charla con su hermano era todo lo que necesitaba para desahogarse del todo.

Sin embargo, sus compañeros estaban atónitos, cada vez más la preocupación en sus rostros iba en aumento. Una vez terminado el relato todos quedaron en silencio.

– No me lo creo, – dijo el presidente llevándose la mano al mentón – con lo decente que aparentaba ser Arai, no pensé que fuese simplemente una normie más –

– ¿Y se puede saber por qué no nos lo habías contado antes Yuu? – dijo enojado Gou

– Exacto, somos tus amigos. Debiste habernos dicho– Dijo Takeshi

– Opino lo mismo, debiste decirnos. Aunque fuese antes de venir aquí – Dijo Haruto 

– Bueno, mi idea era contarles antes pero no contaba con que Ozawa-san estuviese en la sala del club... – dijo Yuu con un gesto de vergüenza.

De nuevo todos temblaron en su asiento, habían olvidado por completo que la Black Hawk se había paseado más temprano por la sala del club.

– C-claro, – dijo el presidente mientras se volvía a colocar adecuadamente los lentes – e-entonces creo que está bien, pero aún así, ¿Necesitas algún tipo de apoyo emocional Yuu-kun? –

Todos voltearon a ver a Yuu con una cara de seriedad y preocupación. Él, que siempre estaba para ellos en todo momento también necesitaba apoyo ésta vez y el hecho de no haberlo estado en el momento en el que ocurrió todo los hacía sentir mal consigo mismos. Sin embargo, al darse cuenta de ello, Yuu sonrió calmadamente.

–Les agradezco su preocupación, sin embargo ya estoy bien. El apoyo que aquella pareja de ancianos me ofreció y de mi hermano hoy en la mañana me han hecho reflexionar. No puedo controlar los sentimientos de otra persona por lo que no me culpo de lo que Arai-san quiso expresar. Aún así es cierto que me dolió, es un hecho que ella se había vuelto importante para mí. Pero no puedo permitirme que eso me impida continuar con mi vida. Y mucho menos en la última noche que salimos cómo estudiantes y cómo compañeros de club. Por lo que ya veré cómo sobrellevo esto. Por el momento divirtámonos hasta que se nos acabe el tiempo, ¿Ok?– Dijo mientras les esbozaba una sonrisa.

Los chicos solo le sonrieron. Ese era el Yuu que conocían. Gou sin embargo se mantuvo callado. Mantuvo su rostro serio y solo asintió.

La fiesta terminó como había empezado. Empezaron a cantar al unísono la última canción. El tema de apertura de un famoso anime de temporada. Abrazados mientras llegaban al final.

Luego cada uno tomo sus cosas y se dirigieron a la estación. Sabían que la vida escolar en grupo había terminado pero la vida como tal apenas iniciaba. Al final Haruto y Takeshi se iban en el mismo tren por lo que luego de despedirse e irse, tanto Gou cómo el presidente acordaron dejar a Yuu en su estación para después irse juntos a casa caminando ya que quedaba cerca y ambos eran vecinos.

– Yuu, – dijo el presidente mientras abrazaba a nuestro protagonista– no te vayas a olvidar de nosotros ¿OK?–

– Eso es imposible presidente,– le dijo Yuu con seriedad– ustedes son los únicos y verdaderos amigos que he tenido en la vida real, nunca podría olvidarlos – 

– Sabes Yuu,– interrumpió Gou – sabes que te aprecio mucho pero hay algo que me molesta– – ¿Qué es Gou?– Le preguntó Yuu parando súbitamente su paso. No quería lastimar nunca a las personas que apreciaba. Ya iba a disculparse por lo que fuera que hubiese hecho, pero Gou no lo dejó hablar.

– Debes dejar de menospreciarte.– Dijo Gou con un tono molesto pero sereno. El presidente permaneció callado.– Eres una gran persona, pero siempre te menosprecias. Me molesta que mi amigo la persona que me alienta a ser una mejor persona y me ha ayudado tanto emocional cómo físicamente cuando lo necesité me haga a un lado. ¿Qué es esa tontería de ya verás que hacer? Somos tus amigos maldita sea, no te queremos dejar solo. Eres el corazón del maldito club. Todos te queremos por quién eres sólo necesitas darte cuenta tu mismo de quién eres.– 

Luego de aquello, los tres siguieron caminando cómo si nada. Yuu sabía que su amigo no lo decía para ofenderlo, ni siquiera levantó la voz, cosa que era normal en Gou. Sólo decía las cosas cómo las percibía. Pero era tan tranquilo que nunca se le había escuchado siquiera dar un grito de dolor.

Pronto llegaron a la estación, no habían dicho nada desde que Gou había reprendido a Yuu. El pobre sabía que su amigo tenía razón, pero ¿Cómo iba a hacer para que él no se despreciara a sí mismo cuando nunca siquiera había pensado en si mismo?

– Yuu, – le dijo el presidente antes que entrara a la estación – perdona la severidad de Gou hace un rato. Ya sabes cómo es, pero aún así tiene razón. No tienes ni debes llevar el peso de ese dolor por tu cuenta. El que quieras hacerlo por tu cuenta está bien, pero siempre recuerda que estamos para ti. Nunca estás solo.–

Yuu entonces le dio un abrazo al presidente y a Gou. Sabía que no lo estaba haciendo por hacerlo por su cuenta, pero no quería que sus amigos se sintiesen de esa manera.

Gou volvió a sonreír – Que bueno que lo entiendas Yuu, te esperamos entonces para que le hagas prueba de calidad al manga. No tenemos un estudio aún pero la casa de Ryo es suficiente.– Dijo refiriéndose a la casa del presidente.

– ¡Solo dame un mes más y ya verás lo increíble que será el estudio que encontraré! – dijo el presidente mientras le sonreía.

Yuu se despidió de ambos y tomo el tren.

Se quedó pensativo la mayoría del camino. ¿Qué significaba aquello de saber su propio valor? El sabía que era bueno para ayudar a la gente que lo necesitaba. ¿Tal vez Gou se refería a que debía buscar otra cosa en lo que fuera bueno? No lo entendía pero en el camino vio un cartel gigante que hacía referencia a Sou, su manga favorito.

"Es cierto. El tomo nuevo salió ayer" pensó mientras sacaba su billetera " No gasté mucho, creo que pasaré a comprarlo antes de cierren la librería.

Es cierto que con todo lo que había sucedido el día anterior había olvidado por completo el comprarlo. Sou era un manga que recién se había publicado por parte de la misma revista que había serializado la obra de Gou y el presidente. Había captado la atención de Yuu por el estilo de dibujo y luego de leerlo lo terminó de enganchar.

Llegado a la estación, Yuu se apresuró a llegar a la librería antes de que cerraran. Aún le quedaba una hora pero también quería hablar con alguien allí.

Afortunadamente para nuestro protagonista cuando llegó al local no había casi nadie, gracias a llegar un día después del lanzamiento. Por suerte aún habían tomos rápidamente tomo uno y cuando iba hacia el mostrador, encontró a la persona que quería ver.

– Buenas noches, Achan-sensei – dijo mientras le daba una reverencia a la persona.– Lamento si la molestia, ¿Aún sigue dando autógrafos?–

La persona de la que el buen Yuu deseaba obtener un autógrafo era nada más y nada menos que la autora de Sou. Achan-sensei, la que llamaban prodigio por obtener la serialización de una obra a su tan corta edad. Llevaba siempre una capucha de color blanco, gafas gruesas, un pantalón deportivo y una mascarilla con un gatito dibujado por ella misma. 

Ya llevaban un tiempo de conocerse desde el primer volumen que lanzó la editorial, Yuu fue el primero en pedirle un autógrafo y así es que se conocieron.

– ¡Yuu-chan! Ya te dije que me dijeras solamente A-chan ¿no? sin honoríficos está bien – Le dijo A-chan mientras tomaba el tomo para firmarlo. – Me pareció raro no verte el día de ayer, ¿Está todo bien?– 

– Sí, estoy bien gracias por su preocupación. Sólo tuve unos cuantos problemas de la escuela. Pero estoy bien.– dijo Yuu mientras se rascaba la cabeza en señal de vergüenza.

– De verdad que la escuela solo da problemas ¿No? – dijo A-chan mientras le entregaba el libro ya firmado a Yuu – Yo también terminé hoy, había acordado entregar mi manuscrito la semana pasada pero no pude terminarlo por culpa de los exámenes. Por cierto ese uniforme... ¿Acaso asistes al instituto Hanami?– Dijo A-chan señalando a Yuu.

– Sí, ¿Por qué? –

– No nada me pareció curioso, yo también asisto allí.–

Un pequeño silencio se sostuvo por un momento. 

– ¿En serio?– dijo un poco desconcertado Yuu.

– Sí – dijo sin importancia A-chan

–¡¿EEEEEEEHHHHH?! Pero nunca me dijiste nada– 

– No grites quieres. Ya es tarde– dijo A-chan mientras se tapaba los oídos. – y no me pareció sensato. Siempre vienes los días de lanzamiento y no me apetece que raritos sepan donde estudio–

– No pues es un buen punto.– dijo Yuu mientras recuperaba la compostura. – Pero aún así estoy muy feliz– 

–¿Por?– Le dijo extrañada A-chan mientras volteaba el rostro.

– No vine ayer y no pensé que te alcanzaría a ver A-chan, es todo un alivio– mientras veía satisfecho el autógrafo que A-chan le había hecho a su tomo.

Ella un poco sonrojada. Sólo bajó la mirada – Sabes Yuu, en realidad...– 

Las palabras de A-chan fueron interrumpidas por el sonido de libros cayendo y un golpe seco tras ellos. Alguien tuvo una caída que resonó en toda la tienda.