Ya me he calmado, ahora solo se expande un silencio incómodo por toda la habitación, mi hermano Evan solo mira al vacío con la mirada perdida, parece estar pensando en algo, pero no sé que, me armo de valor y rompo este silencio.
-Hermano, estoy bien, no te preocupes-, parece que lo he sorprendido, aun así él sonrió de inmediato y me contagio su sonrisa, él inmediatamente se acercó y observo mi cabeza, pues claro la razón por la que quede inconsiente es porque me golpee la cabeza.
-Parece que ya no sangra-, dijo Evan, claro que no iba a sangrar, ya pase 3 días recostada en cama o al menos es lo que él dijo. -Estaba muy preocupado, colapsaste de la nada y no despertaste en 3 días -, replicó él, era obvio que iba a colapsar, después de la muerte de nuestros padres me obsesione, no pensé en Evan y me sumergí en la investigación pensando que habría alguna manera de revivir a nuestros padres con magia, como si hubiera una magia tan conveniente.
Sigo pensando que fue muy estúpido de mi parte buscar aquella magia, ahora que recuerdo aquella novela sé que nunca encontraré algo tan conveniente, ni la protagonista pudo, ¿cómo lo hallaría yo?, pensando en eso ¿quién era yo en esta novela?, no recuerdo haber leído acerca de un personaje como yo.
De repente observé a mi hermano. El sí aparecía en la novela, era un gran comandante y espadachín, sonrió, lastimosamente murió en una de las guerras que vienen, ... ¿qué?, ¿mi hermano morirá?.
-¿Alisha estás bien?, ya llevas un buen rato sin hablar, tal vez, te sigues sintiendo mal?- sus palabras repentinas me sorprendieron, sin tiempo para procesar el de repente se levanta, -iré a llamar a un doctor, no te levantes y descansa-, se fue muy rápido, seguro volverá al rato, él nunca rompe su palabra, tan noble como siempre, tan noble que terminará sacrificándose por su hermana.
-¿Por qué debo perder a mi hermano también?, no quiero perderlo-, empiezo a lagrimear, no puedo aceptarlo, no quiero aceptarlo, quiero demasiado a mi hermano, ¿dónde está la regla que dice que no puedo cambiar el futuro?, ya que tengo esta información ¿por qué no usarla?.
-Alisha, traigo un doctor- me sorprendió, ¿por qué siempre aparece de repente?, de todas formas parece que arrastro al doctor hasta aquí, los dos parecen haber corrido, no soy tan débil, o al menos no lo era en mi vida pasada, ..... , bien, debo dejar de pensar en ello, de todas formas no me acuerdo de nada, además, quiero mucho a mi hermano, no tengo por qué pensar en una vida que no recuerdo, estoy encariñada con mi vida actual.
-Todo parece estar en orden, su cabeza ya está casi curada, no debería preocuparse mucho-, eso dice el doctor después de examinarme, creo que eso calmara a mi hermano, Evan suele ser muy sobreprotector.
-Ya oíste al doctor, no deberías preocuparte-, lo digo mientras sonrió, y Evan parece relajar su expresión, él suspira y luego habla, -Veo que no tengo que preocuparme-, sonríe, y me acaricia la cabeza, observo a mis alrededores, pero no veo al doctor, parece que se escabulló en medio de nuestra conversación.
-Hermano, estarás conmigo mucho tiempo ¿verdad?-, el sonrio y afirma que sí, es un mentiroso para este tipo de cosas, en la novela original también dijo lo mismo, y al final ni siquiera pudo despedirse.
Alguien toca la puerta, es Liam, nuestro mayordomo, al parecer mi hermano dejo todo su trabajo mientras yo estaba inconsciente, ahora tiene mucho trabajo acumulado, Evan se queja y se aferra a quedarse en el cuarto, pero Liam no está de acuerdo y lo arrastra fuera de la habitación, amo esa parte infantil de Evan, esa que no muestra seguido.
Ahora me encuentro en este cuarto oscuro, desolado, aunque creo que tengo suerte, muchos ni siquiera tienen donde dormir, en esta ciudad oscura, las personas solo buscan sobrevivir.
Me aproximo a la ventana, buscando ver al menos un rayo de luz, fracaso, quizás no tantos se volvería locos si por lo menos llegara un poco de la luz de la luna, pero el reino de Meihr no tiene ni eso, necesitamos relojes para saber si tenemos que dormir o despertar, es muy confuso.
Desde que era pequeña nunca he visto el sol, pero siempre me han contado historias de él, a todos se la cuentan, supongo que para mantener la esperanza, y supongo que esa esperanza será la que llevara a nuestro reino a la destrucción
Creo que lo único que me mantuvo viva hasta ahora también fue aquella esperanza efímera, pero ahora que recuerdo todo sé que esa esperanza no me llevará a ningún lado, solo seguiré perdiendo cosas si no actuó, no puedo conformarme con lo que tengo y proseguir mi vida, recordar esa novela me ha dado un nuevo tipo de esperanza, no recordare casi nada, ni como se veía el sol o siquiera si fui feliz en esa vida, pero me ha dado esperanza.
De repente el reloj que llevo siempre en mi muñeca ha empezado a sonar, al parecer es hora de dormir, espero que mi hermano igual pueda dormir y tener dulces sueños.
Me recosté en la cama, es una costumbre adquirida dormir justo cuando la alarma suena, cuando era pequeña mi mamá se preocupaba mucho, decía que muchos se vuelven locos por no seguir las reglas, si, las reglas, dormir siempre que suene la alarma, de igual manera despertar siempre que la alarma suene, entretenerse, no dejar que los pensamientos te inunden, nunca tomar sustancias sospechosas, solo tomar medicamentos si es necesario, no desperdiciar la comida, y por sobre todo nunca salir del reino, no codicies ver el sol y las plantas, no es bueno cruzar.
Pronto me quedo profundamente dormida esperando tener buenos sueños, pero la realidad no es como la esperamos, supongo que tengo un arrepentimiento de mi vida pasado, solo hay pesadillas en mis sueños, un hombre se está desangrando al borde de la playa, y ¿quién es esa qué llora a su lado?, supongo que soy yo, ¿tanto lo quería?, ¿por que lloro tan desesperadamente y siento esta tristeza inconmensurable?, no quiero sentirla, pero quiero recordar.
Me levanto y respiro agitadamente, mi corazón palpita rápidamente, estoy con los ojos inchados, parace que llore mucho, ¿por que?, no recuerdo nada, ¿acaso tuve una pesadilla?.