La próxima mañana, Qi Xiaoyan tomó un sorbo de agua con miel para calmar su garganta.
Con un paso valiente y lleno de ánimo, entró en la sala de examen y, al igual que la primera vez, recibió su tarjeta con el número.
Ya que Qi Xiaoyan fue la primera en ser llamada, durante la repetición, también fue la primera en subir.
—No estés nerviosa, eres tan sobresaliente, ¡vamos! —dijo alentadoramente He Tiantian—. Los demás no son tan buenos como tú. Solo necesitas actuar normalmente, no te pongas nerviosa.
Qi Xiaoyan asintió, su cuerpo rígido mientras entraba torpemente a la sala de examen.
La mujer que estaba detrás soltó una risita burlona:
—Con esa actuación, ¿aún piensa que puede pasar la repetición?
He Tiantian giró la cabeza y se rió, todavía era la madre de Yang Xiaoxue.
