—No te golpeamos, fuiste tú quien se tiró al suelo intentando extorsionarnos. Lo que le pase a Qi Jianguo en el futuro lo decidirán los funcionarios de la comuna. ¡Hacer un escándalo en mi casa no te ayudará! —dijo Tercera Abuela Qi con calma, ya que no era capaz de acciones como llorar, armar un escándalo, amenazar con suicidarse, sentarse en el suelo, golpearse los muslos y gritar en voz alta.
—Tía Qi, deja de hacer un escándalo aquí, por favor levántate. El suelo está frío —le recordó alguien en el pueblo con malicia—. ¡La policía ya vino a investigar, tu angustia es en vano!
—Sí, no se puede deshacer lo que se ha hecho, puedes pedir clemencia, ¡pero eso no significa que retirarán su denuncia!
—Exactamente, ¡si violas la ley, a la cárcel! —susurró alguien en la multitud que no se llevaba bien con la familia de Qi Jianguo.