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—Escuché que era oficial en la Estación de Radiodifusión de la principal fábrica de textiles de algodón de Jinzhou. A pesar de su joven edad, su carrera ha despegado y ya ha aparecido en varios periódicos.
—¡Impresionante! No es de extrañar que lograra esa puntuación.
—Es una verdadera lástima para la joven.
—Sí, si hubiera entrado a la universidad, podría haberse convertido en nuestra junior...
Ciudad Jing, con sus numerosas instituciones de educación superior, atrae talentos brillantes de todo el país.
Entre ellos hay muchos provenientes de familias menos afortunadas.
Al escuchar esta noticia, era difícil no sentirse como una víctima del abuso de poder.
Al instante, estas personas se unieron.
En sus corazones, sentían una cercanía y simpatía inusuales por la legendaria Lin Tang.
Algunos estudiantes, cuyo sentido de la justicia estaba por las nubes
Algunos escribieron cartas a periódicos.
Otros a la escuela de Xia Ru.