Lin Tang estaba en medio de una conversación cuando a Li Xiuli se le ocurrió el hermoso juego de platos, y de repente se puso ansiosa.
¡Ella amaba ese nuevo juego de utensilios de cocina para la estufa!
—Guardemos ese juego de platos para el Año Nuevo —dijo.
No era frecuente que encontraran productos defectuosos, y fue todo un hallazgo.
Lin Lu también dijo:
—Hay dos pares extra de Zapatos de Liberación. Preguntaré a tu tío mayor y a tu tercer tío si los quieren; si es así, los guardaremos para la familia primero.
Por supuesto, Lin Tang no tenía objeciones.
—Claro, Papá y Mamá pueden decidir por sí mismos.
Y respecto a la tela en casa, podríamos guardarla para hacer ropa para nosotros o intercambiarla con las tías en el pueblo.
Li Xiuli recordó la tela que su hija había traído; todavía quedaba bastante.
Después de pensar un rato, dijo:
—Usaremos la tela para hacer un juego de ropa para tus abuelos, y uno para cada uno de los cuatro pequeños de Goudan,
