—Maestro Joven Mayor, ¿por qué está aquí? —Fan Wenxuan se sorprendió.
—Recordó la carta que decía que Chu Jinnian no volvería hasta el 14 a más temprano.
—Terminé mis asuntos en Pekín y volví temprano —respondió Chu Jinnian—. Cuando llegué a Qingzhuyuan, todos ustedes estaban ausentes. Un sirviente me dijo que estaban en la Montaña Cuiwei, así que vine a buscarlos.
—En el camino, me encontré con el carruaje de Jinzhou y la Señorita Sui.
Al escuchar sobre el viaje a la Montaña Cuiwei y la difícil situación de Zhuang Qingning, se apresuró a llegar aquí, subiendo rápidamente la Montaña Cuiwei.
—Dame la cuerda, ustedes dos vayan a buscar la pólvora.
—Chu Jinnian levantó la mano.
—Sí —Banqing rápidamente desenrolló toda la cuerda de cáñamo de su cuerpo, la enrolló cuidadosamente y se la entregó a Chu Jinnian. Luego, siguió al hombre fuerte de cara redonda y corta bajando la montaña para conseguir la pólvora.
Chu Jinnian, tomando la cuerda de cáñamo, se atusó la ropa en la cintura.