Zhuang Ruman maldijo silenciosamente a la Señora Song otra vez en su corazón.
Pero ahora, ya estaba enfurecido y se sintió algo descontento al ver a Zhuang Jingye adoptando una postura tan confrontativa.
—¿Tiene algún problema el jefe de la aldea? —Su tono era distante, ni siquiera se dirigía a Zhuang Jingye como tío.
¿Su esposa había hecho algo tan vergonzoso, y ahora, al encontrarse con el jefe de la aldea, no mostraba señales de disculparse, sino que se ponía de pie como si estuviera lista para la pelea? Con un esposo tan audaz, ¡no es de extrañar que la Señora Song fuera tan insensata!
Efectivamente, el alboroto anterior fue grande, pero Zhuang Ruman no salió a intentar mediar. Es probable que él alentara a la Señora Song a hacer estas demandas, pero se retiró de la vergüenza cuando las cosas se pusieron feas.
¡Este Zhuang Ruman!
—¡Por supuesto que hay problemas! —El tono de Zhuang Jingye algo indignado:
