—La construcción está casi completa. Ya podemos mudarnos. Solo nos queda empacar la ropa de invierno gruesa y los edredones pesados. Hemos estado bastante cansados estos últimos días, tomemos un descanso por unos días y podemos arreglar lo que queda poco a poco. No hay prisa.
—Nos falta un tanque grande en el patio trasero —dijo la Sra. Cao sonriendo—. El viejo es demasiado pequeño, ir y venir por agua es bastante problemático. Tu tío fue a ver la tienda que vende tanques y a organizar para que entreguen uno nuevo.
—Qiuyue rara vez viene al pueblo. Es una novedad para ella ver todo aquí —continuó la Sra. Cao—. Ha ido con tu tío a mirar alrededor. También pueden comprar algunas verduras en su camino de regreso. Puedes quedarte aquí a almorzar.
—Así es —estuvo de acuerdo la Sra. Liu, asintiendo con energía—. Ha pasado bastante tiempo desde que vimos a la Señorita Zhuang por última vez. Debemos almorzar juntas y charlar.