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La mirada clara y recta del hombre ante ella no le recordaba a Zhuang Qingning a un sinvergüenza. De hecho, que él fuera profesor le recordaba a su vida pasada, cuando había sido enseñada por un viejo profesor severo pero gentil. Estos recuerdos traían un calor inexplicable hacia el desconocido ante ella.
Además, dada la tarea que acababa de recibir...
¡Por el bien de la sustancial recompensa, adelante!
—Por favor, pase —dijo ella.
—Gracias, señorita —Fan Wenxuan le agradeció cortésmente, siguiendo a Zhuang Qingning a través de la puerta.
—Hermana, ya volviste —La hermana menor de Zhuang Qingning, Zhuang Qingsui, voló hacia ella como un pequeño pájaro al verla regresar a casa—, ya le di de comer a Globo de Nieve como ordenaste: cociné un poco de carne de pollo y corazón de pollo, incluso añadí algo de yema de huevo. A Globo de Nieve realmente le gustó.
