—¿Qué sucede? —preguntó automáticamente Zhuang Qingning—. ¿Hay algo que quisieras comprar y no tenemos?
—No, no es eso —respondió la señora Cao—. La chica vino a preguntar si necesitábamos manos adicionales en nuestra tienda. Dijo que es trabajadora y puede soportar las dificultades. Con tal de tener un lugar donde quedarse, traería a su abuela a vivir con ella.
—Le dije que la tienda de telas cercana estaba contratando hace unos días. Podría ir allí a ver. Pero aunque la tienda de telas tiene un patio trasero para que se queden los trabajadores, podrían no aceptarla ya que tiene que traer a su abuela.
—Creo que ella dudó, probablemente preocupada por este asunto...