Al llegar a la puerta de entrada de su casa, Zhuang Qingning vio a Zhuang Yutian acercándose hacia ella.
—Tío Yutian —saludó Zhuang Qingning.
Al ver a Zhuang Qingning regresar, Zhuang Yutian aceleró el paso y se acercó —Justo ahora, me preguntaba si estarías ocupada con la tienda en el pueblo del condado a esta hora y si podría encontrarte. Qué coincidencia que hayas vuelto.
—Tu tía ha estado insistiendo en que os lleve unos bolsillos. He ido y venido pero siempre se me olvidaba. Tu tía me regañó bien, así que esta vez tenía que asegurarme de traerlos para vosotros.
—Aquí los tienes, dos para cada uno, así podréis alternar su uso. Cuando haya nuevos diseños en la tienda, dejaré que tu tía elija algunos bonitos y os los traiga.
Mientras hablaba Zhuang Yutian, metió los cuatro bolsillos que llevaba en las manos de Zhuang Qingning y Zhuang Qingsui.