—Entiendo.
Chu Jinzhou, que había estado esperando que Chu Jinnian se quedara en casa algunos días más, sintió un ligero oscurecimiento en sus ojos vibrantes, pero rápidamente recuperó su habitual calma.
—Hermano, tu viaje sin duda será arduo. Si te marcharas mañana por la tarde, podrías tener que esforzarte mucho, lo que podría ser bastante agotador. ¿Por qué no partir mañana por la mañana en su lugar?
De esa manera, el viaje no sería apresurado y exhaustivo debido a las limitaciones de tiempo, y él no tendría que preocuparse constantemente.
En cuanto a hacerle compañía, Chu Jinzhou sentía que un medio día extra no haría mucha diferencia. Quizás cuando creciera, podría trabajar con su hermano y podrían pasar tiempo juntos, cuidándose el uno al otro.
Después de todo, el Señor Fan también estaba allí.
Al oír esto, Chu Jinnian no pudo evitar levantar las cejas sorprendido.