—Tío, depende totalmente de ti —Zhuang Qingning dijo—. Pero qué bueno que viniste en este momento. Acabo de comprar un arenque en la ciudad y planeaba cocinar un plato de pescado con tomate. Un pez tan grande, Qingsui y yo no podemos terminarlo. Una vez hecho, puedes llevarte un poco a casa y tú y la Tía no tendrán que cocinar esta noche. —También podrás probar mis habilidades culinarias...
Aunque, no garantizaba que fuese increíblemente delicioso, después de todo, era su primera vez preparando este plato desde que se mudó aquí, y no estaba segura de si sus habilidades culinarias se habían oxidado con el tiempo.
—No es necesario —Zhuang Jingye moviendo su mano, dijo—. Ustedes dos quédenselo y disfrútenlo. De hecho, no soy un gran aficionado al pescado...
Mientras hablaba, Zhuang Jingye miró hacia el colador de Zhuang Qingning.