El día siguiente...
Un suave gemido resonó por la habitación mientras Penny despertaba lentamente de un profundo sueño. Estirando sus brazos y piernas, parpadeó abriendo los ojos. A diferencia de la noche anterior, se sentía mucho mejor—completamente recargada. Al sentarse, su mirada cayó sobre la silla junto a su cama.
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro al notar un tazón y algunas toallas en la mesa lateral. Aunque no había nadie allí ahora, sabía que alguien había cuidado de ella durante la noche.
—¿Fue el Segundo Hermano? —se preguntó con una sonrisa, recordando que Hugo había estado con ella la noche anterior—. ¿O mamá?
Después de todo, fue Allison quien la despertó para darle algo de sopa caliente y medicina. De cualquier modo, Penny apreciaba el cuidado de su familia, aunque ya fuera adulta.