Después de la rutina habitual de Zoren y mientras volvía a su oficina, él habló.
—Benjamín, limpia mi horario del almuerzo.
—¿Eh? —Benjamín frunció el ceño, pero no hizo más preguntas hasta que llegaron a la oficina del CEO. Una vez que la puerta se cerró, finalmente habló—. Señor, tiene una comida con Sir Ray hoy.
—Por eso necesitas cancelarla —dijo Zoren mientras se sentaba detrás de su escritorio—. Dile a Ray que voy a almorzar con mi esposa. Él lo entenderá seguro.
Los ceños de Benjamín se alzaron mientras se apresuraba a acercarse al escritorio de su jefe.
—Señor, ¿va a tener una cita para almorzar con la Srta. Penelope?
—¿Cita de almuerzo? —Zoren levantó lentamente las cejas, dirigiendo su mirada a su asistente—. ¿Y a ti te alegra eso? Eso es extraño.
—¡Por supuesto que no! —Benjamín exhaló incrédulo.