Zoren permanecía fuera de la residencia, observando cómo las luces traseras de su coche se desvanecían en la distancia. Levantó una mano para despedirse pero solo la mantuvo ligeramente levantada. Otro profundo suspiro se le escapó mientras veía cómo su coche se alejaba cada vez más.
—Debería haberle pedido que se quedara a dormir —susurró—. No me importaba tener una compañera de casa.
Considerando lo grande que era la casa, otra persona no la haría sentir abarrotada. Sin embargo, a pesar de sus pensamientos y deseos egoístas, sabía que Penny tenía una relación cercana con su familia.
—Supongo... que logró arreglar las cosas con su familia —murmuró, recordando que Penny siempre había tenido reservas hacia ellos. Pero ahora, parecía que su familia la cuidaba bien, y ella a ellos.
—Me alegro por ella —susurró, viendo cómo el coche desaparecía de su línea de visión borrosa.