A pesar de que Penny quería quedarse con la Vieja Sra. Pierson, tenía que irse. Penny todavía tenía otros asuntos que atender hoy. Afortunadamente, Zoren fue lo amable de excusarla con su abuela.
—Jajaja —La Vieja Sra. Pierson rió a carcajadas, aún sosteniendo la mano de Penny.
—Lo siento, Abuela —Penny sonrió disculpándose—. Aunque me encantaría quedarme más tiempo contigo, tengo algunos compromisos previos hoy.
La Vieja Sra. Pierson negó con la cabeza.
—Está bien, mi preciosa niña. Sé que eres una mujer con tu propia vida, y no se puede evitar. Ya te has quedado más tiempo por mi culpa.
—Abuela, mi esposa realmente ya se está tardando...
—¿Qué tal si vienes a la residencia más tarde para cenar, eh? —La Vieja Sra. Pierson musitó, dando a Penny una mirada expectante—. No te preocupes. Vivo sola y me aseguraré de que nadie te vea ni sepa de ti, así que los dos pueden seguir intentándolo tranquilamente.
Penny y Zoren se quedaron sin palabras.