—¡Zoren Pierson!
Penny sintió como si le hubieran echado un balde de hielo encima en el momento en que oyó esa voz anciana. No sabía quién era la persona, pero tenía una fuerte premonición de que esto sería malo.
—¡Oh! —La anciana Sra. Pierson juntó sus manos, y la ira en su rostro desapareció. Miró rápidamente de uno a otro antes de que las arrugas en su cara se acentuaran con una sonrisa—. Veo que los dos estaban teniendo un encantador momento privado. Por favor perdonen a esta vieja. ¡No sabía que mi nieto estaba acomodando a su esposa hoy!
Zoren mantuvo su mirada en la figura junto a la puerta.
—Srta. Penelope —susurró—. Lo siento...
El corazón de Penny se hundió tan pronto como escuchó su disculpa. No necesitaba preguntar por qué se disculpaba — ya tenía una idea.
—Jeje —Soltó una risa seca.
—¡Bueno, entonces! ¡Díganme una vez que hayan terminado! —La anciana Sra. Pierson aplaudió, golpeando su bastón mientras se giraba para irse.
