—Vaya, Nina. Mira ese anillo. —Los ojos de Penny brillaron al notar el anillo en el dedo de Nina—. Parece que tu prometido tiene mucho dinero. ¿Es rico?
—La familia de mi prometido es rica. Por eso siento un poco de presión para hacerme un nombre. —Nina rió mientras miraba su dedo.
—¿Eh?
—Verás, si te casas en una familia adinerada, también debes aportar algo a la mesa —explicó Nina al ver la pura curiosidad en los ojos de Penny—. De lo contrario, me temo que simplemente me intimidarían.
—Oh... ¿por eso? —Penny inclinó la cabeza—. ¿Por qué suena tan complicado?
—Es complicado porque eres un espíritu libre.
—Nina, tú también tienes un espíritu libre. ¿Estás segura de que te casarás en esta familia? Suenan mal—complicados.
—Es complicado, pero lo amo. Además, no es que quiera una buena carrera solo porque me voy a casar con él. Quiero hacer lo que amo y ganar dinero con ello. —Nina apoyó los brazos en el borde de la mesa y asintió con una sonrisa.