Cuando Penny llegó a la Oficina Civil, inmediatamente pidió un formulario mientras esperaba a su futuro esposo, a quien había contratado para una boda falsa. Pero lo que le esperaba no era solo un formulario, sino un certificado de matrimonio, informándole que ya estaba casada.
El registrador no escatimó en darle una mirada de juicio por intentar casarse estando ya casada.
—¿Desde cuándo estoy casada?
Penny había planeado su vida desde la infancia. Había habido muchos cambios en el camino, pero había logrado alcanzar sus metas. Sin embargo, con solo un pedazo de papel, un sentimiento de presagio comenzó a infiltrarse en su corazón.
Estudió las impresiones en su mano.