Al día siguiente, Allison pasaba tranquilamente el tiempo con su familia en el jardín cuando se le acercó el Mayordomo Jen.
—Señora, la Sra. Cortez está llamando —dijo el Mayordomo Jen y le pasó el teléfono.
La vacilación destelló en los ojos de Allison, algo que no pasó desapercibido para Charles.
—¿Hay algo malo? —preguntó—. ¿Por qué pareces tan reacia?
Por lo que había escuchado Charles, su esposa y la Sra. Cortez se llevaban bien. Al fin y al cabo, Jessa había estado viniendo a traerle algunos aperitivos a Penny y también a enseñarle a Allison algunos de los platos que le gustaban a Penny. No sería exagerado decir que Allison estaba empezando a apreciar a Jessa, lo que le hacía feliz, ya que su esposa tenía algunos problemas con la palabra "amiga".
Allison solo rió nerviosamente.
—No es nada —dijo, mirando hacia abajo al teléfono y eligiendo ignorar la llamada.
—Si no es nada, ¿por qué no contestas?